Diputado que de la ruina pasó a ser multimillonario
Juan Manuel Partida Valdez
Hablaremos hoy de un diputado que de la ruina pasó a ser multimillonario.
Hace algunos años andaba en una camioneta vieja y destartalada, apenas tenía para comer y hoy vive lleno de lujos.
Agarró “chambas” como representante de productores del campo, y comenzó a llegar la bonanza.
Se desconoce a cuánto asciende su fortuna, pero una noticia reciente nos dice que son muchos millones de pesos.
Se trata del legislador morenista Serapio Vargas Ramírez, quien desde la tribuna anunció que acaba de comprar el ingenio de Eldorado.
Que un conjunto de inversionistas denominado “Serapio’s Group” consiguió un préstamo bancario de 700 millones de pesos para la adquisición.
Sería el 30 por ciento del valor total, dentro del compromiso de pago inicial.
El nombre del grupo de inversionistas puede ser pura pantalla.
Serapio es el inversionista principal, si no es que el único.
De dónde saca tanto dinero don Serapio, la verdad que es muy difícil encontrar una explicación.
Puede ser un empresario súper inteligente y exitoso.
O que sus “liderazgos” campesinos hayan servido como negocio particular.
El punto es que mientras los productores han seguido pobres, Vargas Ramírez comenzó a juntar millones y más millones.
Una de sus propiedades conocidas es la de poco más 200 hectáreas en Altata.
Se incluyen dos kilómetros de playas donde quiere tener su “Bichi Beach”.
En la Península de Lucernilla construiría una avenida de más de un kilómetro y alrededor un desarrollo inmobiliario.
Dos secciones, según el proyecto: una para adultos mayores y otra para miembros de la comunidad de la diversidad sexual.
No sabemos si Serapio ya cumplió los sesenta años, pero por lo menos encaja en la segunda sección.
De lo que ninguna duda queda es que ha tenido un enriquecimiento notable.
Se desconocen los detalles, porque las declaraciones patrimoniales sirven nomás como faramalla.
Supuestamente se informa, pero con taches y nadie más que ellos saben.
Cuánto nos presumen los principios de Morena de no mentir, no robar y no traicionar.
Aseguran que los cumplen con vigor, pero el pueblo que de verdad es bueno tiene otros datos.
Lo de la transparencia y la rendición de cuentas ha servido también para maldita la cosa al interior de la transformación de cuarta.
De lo que sí nos informa el gobierno es cuánto ganan Carlos Loret y otros adversarios, a pesar de ser particulares.
Sobre las propiedades de los políticos y de sus parientes, ocultamientos, mentiras y montajes.
Reiteremos los ejemplos del presidente Andrés Manuel y el gobernador Rubén Rocha.
Los hijos de ambos son millonarios y viven con lujos insultantes.
Gozan de total impunidad, y no nos queda más que exhibirlos como mentirosos, rateros y traidores.
Hoy le tocó a Serapio, y hay muchos más de la misma calaña.