Julio Berdegué, en la ruta por la gubernatura de Sinaloa. Rubén Rocha, un desastre

Álvaro Aragón Ayala

De frente, costado y de perfil de un Rubén Rocha Moya que no sabe gobernar, que lo suyo es cazar pleitos y la transa, la integración de los primeros seis nombramientos de los integrantes del futuro gabinete de Claudia Sheinbaum Pardo arroja una luz de esperanza en los sinaloenses de que el gobierno federal, el próximo sexenio, será regido por científicos que conocen la cosa pública, el tema de la gobernabilidad, no por grillos que todo lo que tocan lo destruyen, trayendo ya al escenario político, nuevas figuras que podrían participar en el impulso al desarrollo de Sinaloa, apuntalado a la vez el acariciado proyecto rumbo al relevo sexenal, aquí, del 2027.

Regresa pues la esperanza a Sinaloa. Con un gobierno estatal autócrata, persecutor, represor, proclive a la judicialización de los asuntos públicos y políticos, el ambiente en la entidad es de desasosiego, miedo. Sin embargo, el primer desfile de nombres del futuro equipo de trabajo de Claudia Sheinbaum vino a dar nuevos aires, un nuevo aliento, a generar la expectativa de que los problemas que enfrentan los diferentes sectores de la sociedad van a encontrar solución en la Ciudad de México, ya que aquí en Sinaloa, a todo aquel que reclama atención, todo aquel que alza la voz exigiendo a Rubén Rocha que cumpla con sus funciones, es perseguido, judicializado o amenazado con ser “levantado”.

Rubén Rocha no ha sabido gobernar, mucho menos administrar la hacienda estatal. El presupuesto lo dilapida en gastos de publicidad y propaganda, en las operaciones de compra-venta de maíz. El recurso público se le “esfuma” o “escabulle” de las manos. Ya hay obras suspendidas por “crisis” en el presupuesto. Sectores como el de la educación, la agricultura, la pesca, la ganadería, están abandonados. A los directivos de la Universidad Autónoma de Sinaloa los persigue con un odio criminal, en tanto los grupos delictivos, organizados o no, grandes o pequeñas bandas delictivas, se apoderaron del estado sembrando el terror y la muerte. Desaparecidos y asesinados, visten de luto a Sinaloa.

El nombramiento de Julio Berdegué Sacristán como futuro secretario de Agricultura y Desarrollo Rural crea nuevas perspectivas para el rescate y desarrollo del campo sinaloense, cuyos liderazgos son satanizados por el gobierno rochista. Berdegué, que es enlistado por su posición como futuro funcionario federal y amigo de la familia Sheinbaum-Tarriba, como el virtual candidato de Morena en el 2027 al gobierno de Sinaloa, es un figurón y será un funcionario de primera.

Julio Berdegué, quie nació en Mazatlán el 17 de julio de 1957, es especialista en temas agrícolas. El experto en política agroalimentaria, fue nombrado en diciembre pasado como parte del equipo de Claudia Sheinbaum, en específico, como coordinador del Eje de Soberanía Alimentaria y Desarrollo Rural de los Diálogos por la Transformación.

Es licenciado en Ciencias de la Agricultura por la Universidad de Arizona. Cuenta con una maestría en Ciencias de la Agronomía por la Universidad de California. Es doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Wageningen, Holanda y candidato a doctor por la Universidad de California. Además, Julio Berdegué ha sido miembro del directorio de diversas organizaciones internacionales, como el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT-CGIAR) del cual fue presidente entre 2008 y el 2011, y el Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo (IIED).

Julio Berdegué se desempeñó como investigador principal y coordinador del Grupo de trabajo Desarrollo con Cohesión Territorial del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (RIMISP). Ahí dirigió investigaciones, asesorías a gobiernos y programas de desarrollo de capacidades centrados en la desigualdad territorial.

En 2017, fue designado como representante regional de la FAO, organismo de la ONU, para América Latina y el Caribe. Durante se gestión en la FAO, enfatizó que el hambre en la región está estrechamente vinculada con la desigualdad económica y la histórica rigidez de la distribución de los ingresos en América Latina y el Caribe.

“No podremos erradicar el hambre si las mujeres -la mitad de nuestra población- siguen ocupando un espacio marginal, sin poder político, mercados laborales ni empleo digno. Tampoco podemos tolerar los altísimos niveles de pobreza e inseguridad alimentaria de nuestros pueblos originarios y afro-descendientes”, explicó.

La presidenta electa Claudia Sheinbaum también anunció que integrará al gabinete, como su secretario de Economía, a Marcelo Ebrard; Juan Ramón de la Fuente, coordinador de la transición gubernamental, será el próximo canciller. Ernestina Godoy, exfiscal de la Ciudad de México, será la Consejera jurídica de la Presidencia. Con perfil más técnico, Rosaura Ruiz se encargará de la Secretaría de Ciencias, Humanidades y Tecnología.

De los seis primeros funcionarios, cuatro, uno de ellos ya candideateable al gobierno de Sinaloa, tienen relación con personajes ligados al sector económico, universitario y político de Sinaloa: Julio Berdegué, que capta todos los reflectores de Sinaloa; Juan Ramón de la Fuente de Relaciones Exteriores, que cuenta con amigos al interior de la Universidad Autónoma de Sinaloa; Marcelo Ebrard Casaubón, de Economía y Rosaura Ruiz, que estará al frente de la Secretaría de Ciencia y que también mantiene amistad con distinguidos sinaloenses.

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