Ahí viene Rocha ¡Ave María Purísima! ¿con que cuento saldrá?
José Luis López Duarte
Ya estoy convencido que cuando lleguen los lunes y el gobernador Rubén Rocha Moya salga en su “semanera”, hay que apretar el cuerpo para esperar la nueva barbaridad con la que otra vez nos sorprenderá, por que aunque parezca imposible, ya esta comprobado que su creatividad no tiene límite y aunque parezca imposible, saldrá con otra expresión para Ripley.
Ya que resultando algo tan delicado por la tragedia que encierra, uno no se explica como es posible, como si fuera un niño, pedir a la Fiscal Sara Bruna Quiñónez que adopte “su hipótesis”, sobre la desaparición del candidato a regidor de Culiacán, perteneciente al PAS, en el sentido de que se trató de un “autosecuestro” después de que el Partido Sinaloense mostró las evidencias que recogió de la escena del “levantón ” de Luis y Francisco, que sugieren la posible participación de autoridades de gobierno en las sucesos. El gobernador, insisto, sale con la ocurrencia del “autosecuestro”.
Lastimosamente el gobernador, desde hace ya algunos meses, se ha convertido en nota nacional y en escarnio público por sus declaraciones, no por lo que ocurre y se hace en su ejercicio de gobierno, sino por lo que dice el gobernador de los sucesos que nos acontecen.
Si se trató de la servidumbre política con el presidente, el escarnio se lo llevo “la curvita” a la ley para que se reeligiera, en otra ocasión; ante hechos lamentables, como el “Culiacanazo silencioso” (como lo bautizo el periodista Álvaro Aragon), aquellos “levantones” de familias completas una madrugada de marzo, con aquella frase, “son cosas que ocurren”.
Tanto así, que un viernes, en su habitual programa de televisión a nivel nacional, los periodistas Joaquín López Doriga y Carlos Marín, dedicaron siete minutos para el escarnio del gobernador Rubén Rocha, de varios dislates de los que estuvieron burlándose.
Ayer de nuevo el gobernador en la “semanera”, “recomienda” a la Fiscal Sara Bruna que adopte también como hipótesis “el autosecuestro”, pretendiendo reducir y desvirtuar la información que resultó de la investigación que realizaron en el lugar de los hechos, que apunta hacia las autoridades.
Podemos cualquiera, incluido el gobernador Rubén Rocha, coincidir con los argumentos y pruebas que presenta el PAS, pero por simple ganas de decir algo distinto y contrario, hay que decir cualquier cosa que se les ocurra, ya es un desatino mayor y peor aun, que el propio gobernador, como si no fuera la principal autoridad en el estado, como un menor de edad desata una discusión de este nivel.
Los afectados, sus amigos, familias y compañeros de trabajo, tienen todo el derecho del mundo a presentar los testimonios que ellos consideren y sean útiles para la investigación que la Fiscalía deberá llevar a cabo y será esta y nadie más, quien los valorará y calificará si son útiles como material de trabajo de las investigaciones, pero el gobernador no tiene ningún derecho a descalificar nada por que de hecho invade espacios que no son de su competencia, tan sencillo como eso.
Y si las cosas fueran como dice el gobernador, también tiene su elementos, pero no se puede con sus diferencias descalificar a nadie y ojalá se tratará del daño menor, que bueno que fuera un “autosecuestro”, pero los casos, en ninguno de los casos hipotéticos se debe y merece tratar como lo propone el gobernador. Eso no es ni división de poderes, ni trabajo policial adecuado, si no un pleito caprichoso que el generó y está teniendo desastrosas consecuencias para su gobierno.