Golpe de Estrada al proyecto electoral del gobernador y Enrique Inzunza
Álvaro Aragón Ayala
Estratégicamente, el abanderado al Senado de la República por el Partido del Trabajo, Jesús Estrada Ferreiro, le pegó en la línea de flotación y sacudió el proyecto electoral del gobernador Rubén Rocha Moya al demostrar la desarticulación de Morena y la desbandada masiva de militantes inconformes con la imposición de Imelda Castro Castro y Enrique Inzunza Cázarez como candidatos del partido guinda al Senado.
Miles de morenistas de Guasave, Badiraguato, Mazatlán, Ahome y otros municipios de Sinaloa, a través de los originales y reales fundadores de este partido, decidieron mandar al demonio a Imelda Castro y sobre todo a Enrique Inzunza por las acusaciones que existen en su contra por acoso, hostigamiento sexual y amenazas, y darle el apoyo a Jesús Estrada Ferreiro, encolerizados por la injerencia del gobernador en la designación de candidatos y el control que ejerce sobre Morena-Sinaloa.
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La respuesta de Rubén Rocha al golpe electoral provocado por la desbandada de los morenistas que se fueron a activar y fortalecer la campaña de Estrada Ferreiro fue inmediata, mediática. Ordenó sembrar la falsa narrativa periodística de que en esta contienda Imelda Castro y Enrique Inzunza van arriba en las encuestas, que van solos, que ya ganaron y de que no tienen competencia, ya que, dicen los comunicadores rochistas, los otros candidatos no se ven, no se sienten, no han despegado.
Los amanuenses de Rubén Rocha difundieron que es “asombrosa la manera en que Jesús Estrada se consigue ‘seguidores’ que van contra los intereses del gobernador”, pero “para nada debilita a Morena que le den la espalda algunos amigos de Estrada, pues ya tienen muchas reservas de elementos con varios priistas que se unieron, pero sí es relevante apuntar que Estrada es personaje y en el partido correcto a lo mejor si se llevaba el Senado, pero desde el PT es muy difícil que eso ocurra”.
En la demostración de la adhesión masiva a la candidatura del PT de Estrada Ferreiro que desató la furia de Rubén Rocha, Lucio Antonio Tarín Espinoza, quien fue precandidato a la presidencia de Ahome por Morena en 2016, dijo que “el partido de Morena ha sido secuestrado por el gobernador. No hay posibilidad de obtener una candidatura, todo es por designación del propio Rocha, quien entregó una lista al Consejo Estatal del partido. Es mentira eso de que hubo encuestas. Estamos en contra del sometimiento y el ‘dedazo’”.
Jaime Cázares, militante de Morena desde 2016, lamentó que no se haya tomado en cuenta a la base militante del partido para designar a los candidatos. “Hemos visto cómo se ha desdibujado Morena; hay una mano perversa, la mano de Rocha, quien metió las manos en el proceso y no ha tomado en cuenta a la base del partido”, en tanto, Enrique Amarillas, militante de Morena originario de Badiraguato, precisó que “es el pueblo el que debe mandar y designar a candidatos, no el gobernador”.
