Abrirán en medio de la nada, en el desierto de Chihuahua, nueva estación migratoria
Mario D. Camarillo
A un año de la tragedia que cobró la vida de 40 migrantes en el albergue del Instituto Nacional de Migración (INM) en el Puente Lerdo, en Ciudad Juárez, Chihuahua, tras un incendio y sin que hasta el momento se conozca de un castigo para todos los responsables de ese suceso, la dependencia anunció este sábado que ya tienen el lugar donde estará su nueva estación migratoria, misma que se encuentra en medio del desierto y lejos de la civilización, y que era lo que albergó por décadas la aduana en Juárez.
Fue el comisionado del INM, Francisco Garduño, quien está bajo la lupa de una investigación sobre la tragedia y sobre quien se sigue proceso por ser señalado como uno de los principales responsables, quien comunicó con bombo y platillos la próxima puesta en marcha de este nuevo albergue migratorio.
Las instalaciones de la nueva estación migratoria cuenta con un predio de 20 hectáreas, un edificio principal de 800 metros cuadrados de construcción y que antes eran oficinas aduanales. Además, hay un edificio secundario de unos 350 metros cuadrados donde se albergaba al personal y se resguardaba equipo, así como seis cobertizos, donde los vehículos particulares y de carga esperaban las revisiones aduaneras.
“Estamos en la integración de un albergue en el kilómetro 72, lo que era la garita, para poder tener un espacio adaptado para la habitabilidad de los migrantes”, señaló Francisco Garduño, durante su reporte quincenal ante las autoridades que llevan a cabo el proceso judicial en su contra por su responsabilidad en la tragedia ocurrida hace un año.
De acuerdo con las autoridades migratorias, la nueva estación de atención a migrantes quedará instalada en donde alguna vez se encontraba la aduana interna de Ciudad Juárez, sobre la carretera Panamericana y que dejó de operar desde el 28 de noviembre del 2013, luego de que el entonces presidente Enrique Peña Nieto decidió transferir a otros sitios de la frontera con Estados Unidos oficinas aduanales de revisión fiscal.
Durante un año el Instituto Nacional de Migración ha tenido que improvisar para atender a migrantes que llegan a esta parte de la frontera con EU, donde principalmente se atiende a familias completas que después de miles de kilómetros de peregrinar llegar a la zona norte de México, ya sea para tratar de seguir su camino en busca de encontrar el milagro de cruzar al vecino país, o para solicitar asilo en México.
Las dos estancias que dan servicio de manera provisional son las del Cruce Internacional Zaragoza y una carpa-albergue que da techo y descanso a no más de 300 personas en Ciudad Juárez, cerca del cruce internacional Lerdo-Stanton.
Activistas defensores de los derechos de los migrantes subrayan que mientras la estación que se incendió y que dejó 40 migrantes muertos se encontraba en el centro de la ciudad, y a unos metros del cruce Lerdo-Stanton, este nuevo albergue se encuentra a 72 kilómetros de la ciudad, en medio de la nada y en pleno desierto.
El Comisionado no dio más detalles sobre las adecuaciones que se necesitarán hacer en las viejas instalaciones de la aduana y solo señaló que buscan a la empresa que hará la reconstrucción para dar atención a un número cada vez mayor de migrantes que cruzan por el país para llegar a esta frontera norte.
“Es evidente que el flujo migratorio es históricamente extraordinario, no se había dado este fenómeno en el mundo, están caminando 102 millones de migrantes en el mundo, en el continente americano 17 millones, han pasado por México hacia Estados Unidos 12 millones de migrantes”, concluyó.
Sobre el proceso que se sigue a Garduño como uno de los principales responsables, defensores de los derechos de los migrantes confían en que la justicia se impondrá y éste y otros funcionarios del Gobierno Federal reciban el castigo ejemplar por esta tragedia.