“Vamos a dejar los cimientos para crear el Sistema Nacional de Cuidados”

Blanca Juárez

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dejará listo el diagnóstico para poner en marcha el sistema nacional de cuidados y un avance para su financiación, que incluye proyectos de incentivos fiscales, detalla Nadine Gasman Zylbermann, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

Un sistema de cuidados implica un conjunto de políticas públicas coordinadas para cuidar a las personas y para ayudar a quienes realizan estas tareas. Participan el Estado, las comunidades y el mercado. Pueden ser servicios, como las guarderías, o iniciativas de reforma, como las licencias de paternidad.

El final del sexenio ya se aproxima y todavía no hay claridad del proceso legislativo para la creación del sistema nacional de cuidados, ya que la reforma constitucional que le da vida está congelada en el Senado de la República desde hace tres años.

Pero lo que sí tendrá el país es una “mayor claridad sobre lo que tiene el Estado mexicano (para proveer y acompañar el trabajo de cuidados) y cómo podemos mejorarlo. Vamos a dejar bases bien cimentadas”, dice en entrevista Nadine Gasman.

Este año, por primera vez dentro del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) hay recursos económicos para la construcción de centros de cuidado para las infancias, así como para centros de día que atiendan a personas adultas mayores.

El presupuesto total de dicho programa para 2023 fue de más de 112,388 millones de pesos. Financia obras públicas de carácter social y es operado por la Secretaría de Bienestar. “Ahora los estados de la República podrán pedir esos fondos para hacer centros infantiles o de cuidados de adultos mayores”, apunta la funcionaria.

“Estamos trabajando en diferentes ámbitos al mismo tiempo”, dice. Lo mismo han llevado el tema a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al Poder Legislativo, a la academia y organismos como la Comisión para América Latina y el Caribe (Cepal) y ONU Mujeres, a gobiernos locales, a la sociedad y hasta en las bases de Morena, para colarlo en el proyecto de nación 2024-2030.

El desafío de entender el trabajo de cuidados

Las economistas feministas llevaban décadas señalando que el cuidado es un trabajo y no un trabajo cualquiera, sino el que “sostiene la vida y la sociedad”, el cual es realizado en su mayoría por las mujeres, subraya Nadine Gasman.

“Las mujeres subsidiamos al mundo. Lo que producimos, en términos de cuidado en México, equivale al 27% del Producto Interno Bruto (PIB)”, lo que representa 6.8 billones de pesos, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

Esto es como todo el sector secundario junto. No hay nadie que produzca más que nosotras, sólo que a nosotras no nos dan el dinero. Hay que pensar en esto, en que dejemos de subsidiar con nuestros cuerpos, nuestros tiempos a toda la sociedad”.

Es un tema de corresponsabilidad, lo dice enfatizando cada sílaba. El compromiso no es sólo de las mujeres, es también de los hombres, del Estado y de las empresas. El sector privado debe mejorar prestaciones, salarios, licencias y cultura interna para que los trabajadores se involucren en sus obligaciones de cuidado, apunta.

La construcción de un sistema nacional de cuidados comienza haciendo comprender lo anterior. “Yo creo que en estos años hemos avanzado mucho en el reconocimiento público de que el tema de cuidados hay que ponerlo en la agenda pública nacional e internacional”.

No ha sido con la prontitud deseada, pero es un proceso en el que se ha tenido que trabajar en México, en la región y a nivel mundial, señala.

Incentivos fiscales en el tintero

“La verdad es que hay que decirlo, las autoridades de Hacienda han sido grandes aliados. Primero, en poner en su propia agenda el tema de los cuidados como una estrategia esencial para incorporar a las mujeres en el mercado formal de trabajo”, y en crear alternativas de financiamiento, señala Gasman.

En 2021, la SHCP, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Inmujeres y Cepal presentaron “un programa multidimensional para impulsar el empleo, ingreso y desarrollo de las mujeres”. Entre las ocho acciones anunciadas, se incluyó la creación de mesas de trabajo para armonizar los sistemas de cuidados. De ahí surgió la Mesa de Coordinación Interinstitucional.

“Si la participación de las mujeres en México fuera igual a la de los hombres, el PIB per cápita del país sería un 22% más alto”, señalaron en ese momento las autoridades de Hacienda, citando un estudio del Banco Mundial (BM).

Mientras que un estudio realizado entre Cepal, ONU Mujeres y la SHCP, indica que la inversión para crear el sistema sería de entre 1.2 y 1.4% del PIB.

Las alternativas que está buscando Hacienda, informa la funcionaria son “incentivos fiscales para la inversión en centros de cuidado de niños y niñas en los espacios de trabajo, buscando vías en la economía social y solidaria. Estamos de la mano buscando opciones para que esto sea una realidad”.

Inversión es la palabra, apunta, no gasto, porque “hay un retorno importante en impuestos directos e indirectos, en la creación de empleos. También en la industria de los cuidados, porque es una industria no tradicional”.

Como parte de las Mesa de Coordinación Interinstitucional, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral para la Familia (DIF) están participando y presentando “propuestas viables de servicios”.

De esos esfuerzos también derivó el levantamiento de la primera edición de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (Enasic). De la cual se revela que 58.3 millones de personas son susceptibles de recibir cuidados y que hay 31.7 millones de personas cuidadoras, de esta población el 75% es mujer.

Otro insumo logrado es el Mapa de Cuidados de México (Macu), por el cual se conoce ahora que existen 96,000 lugares de cuidados y que de ellos el 80% son indirectos, como las escuelas.

El sistema de cuidados, enfatiza Nadine Gasman, no es un edificio desde donde se dictan políticas, no es una clínica que abre sus puertas a recibir a pacientes y tampoco es un tema sólo de servicios. “Pensemos en cuidar y ser cuidados, tener tiempo propio y cuidar a seres vivos, al medio ambiente; es parte de lo que nos toca a todos y todas”.

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