La Unión “28 de Octubre” cumple medio siglo y entra en crisis
Gabriela Hernández
La Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) “28 de Octubre”, referente nacional en la defensa del derecho al trabajo, la lucha social y la resistencia al control y cooptación tanto del gobierno como de partidos políticos, cumplió 50 años. Pero después de sobrevivir a los embates gubernamentales para destruirla o someterla, hoy enfrenta su peor crisis.
El pasado 28 de octubre, tras una marcha para celebrar el medio siglo de la agrupación, Rubén Sarabia Sánchez, mejor conocido como Simitrio, anunció que dejaría de ser el “líder histórico” y su hijo Xihuel Sarabia Reyna quedaría al frente como “dirigente fundamental”.
El mensaje de Simitrio desconcertó a activistas, agrupaciones, académicos y medios de comunicación, que consideraban democrática a la organización, cuya larga historia se basa, entre otras cosas, en una dirigencia horizontal y la toma de decisiones en asambleas.
El anuncio fue precedido de otros cambios, no sólo en los principios y fundamentos de la UPVA, sino que alertan sobre riesgos mayores, como el acecho del crimen organizado en los mercados que forman parte de la “28 de Octubre”, incluido el Hidalgo, su principal bastión.
El 23 de agosto, el periodista Edmundo Velázquez, especializado en nota policiaca, alertó que en dicho mercado existen 10 puntos de narcomenudeo “que proporcionan jugosas ganancias” a los grupos delictivos y a integrantes de la agrupación que permiten sus actividades. “Están a nada de perder el mercado Hidalgo a manos de los narcomenudistas”, advirtió Velázquez.
También hizo referencia a una presunta confrontación con el grupo de “El Caimán” por espacios en el mercado La Cuchilla, cercano al Hidalgo, donde recientemente fue localizada una tumba clandestina con los cuerpos de una pareja que estaba desaparecida.
Sarabia Sánchez ha denunciado que la organización de “El Caimán” es utilizada para aterrorizar a las bases de la UPVA que trabajan en La Cuchilla, y que incluso lo han amenazado de muerte a él y a su hijo Xihuel.
En los años recientes, los mercados de Puebla se han convertido en puntos de operación de grupos del crimen organizado. Apenas este 31 de octubre fueron asesinadas cinco personas en el mercado Morelos, que no es parte de la “28 de Octubre”.
Otras decisiones que preocupan a la izquierda poblana son las expulsiones de la dirección colegiada de la UPVA de Rita Amador y Tonatiuh Sarabia, quienes por años fueron fundamentales para la defensa de la organización y para la vinculación y solidaridad de ésta con la academia, además de otras luchas sociales no sólo de Puebla, sino nacionales e internacionales.
Ambos se han abstenido hasta ahora a dar entrevistas sobre la crisis de la agrupación. Igual postura asumien otras organizaciones y activistas que dicen no querer contribuir a la “autodestrucción” a la que se puede encaminar la UPVA si Simitrio no rectifica.
Por otro lado, también se han desatado en redes sociales acusaciones de comerciantes contra dirigentes de la UPVA, en particular contra Xihuel, a quien acusan de usar grupos de choque para apropiarse de espacios en otros mercados, además de amenazar o golpear a los integrantes que no cumplen las cuotas que les imponen, manifiestan inconformidad o se niegan a participar en marchas.
“Los que algún día estuvimos en la lucha y en los años más críticos de la organización vemos con una gran decepción en lo que se convirtió al que un día lo llamamos nuestro líder y maestro”, escribió un integrante de la “28 de Octubre”.
Herencia
El periódico La Jornada de Oriente dedicó su editorial del 30 de octubre, titulado “UPVA: Perplejidad”, a cuestionar este supuesto desvío en el discurso histórico de Simitrio, al “heredar” la agrupación a su hijo.
“Quienes se están viendo beneficiados por esta situación provocada por decisiones erróneas de quienes llevan actualmente el timón de la 28 de Octubre son las fuerzas que siempre han combatido: los políticos corruptos, sobre todo los de derecha, y, actualmente, incluso, grupos de la delincuencia organizada que están a la caza de condiciones para expandir sus negocios”.
Una semana después, Sarabia Sánchez rebatió a La Jornada de Oriente, al negar que esté “heredando” la organización a su hijo, pues aseguró que la designación de éste como dirigente y “posible nuevo asesor general” fue aprobada por órganos colegiados de la agrupación como el Consejo General de representantes y el Congreso General de Dirección.
Sin embargo, integrantes de la UPVA consultados por Proceso rechazaron que el nombramiento de Xihuel haya seguido los procesos democráticos que han prevalecido en la unión de vendedores desde finales de los años setenta.
Explicaron que el órgano competente para elegir a la dirigencia –de tres integrantes– es la Asamblea General de Elecciones, conformada por representantes definidos en asambleas que se realizan por giro, sector, zona, área de trabajo y mercado.
De acuerdo con esto, la última Asamblea General de Elecciones en la que se votó el nombramiento de la dirigencia fue en septiembre de 2022, pese a que este proceso debía realizarse cada seis meses.
En marzo pasado, cuando sesionó la asamblea, Simitrio como asesor general decidió “congelar” a Rita y Tonatiuh, quienes con Xihuel integraban la dirigencia colegiada, pero ya no sometió a votación la renovación de esa directiva.
En septiembre pasado, cuando correspondía un nuevo proceso electivo, Simitrio canceló no sólo la definición de dirigentes centrales, sino las asambleas para nombrar representantes de giro, sector, zona, etcétera. De hecho, sus críticos señalan que en el aniversario 49 de la UPVA Sarabia Sánchez ya había presentado a Xihuel como su sucesor.
En cuanto a la conformación de grupos de choque, Simitrio calificó de falsa esa denuncia al señalar que los cuerpos de seguridad de la UPVA son “las masas”.
Historia de luchas
El 28 de octubre de 1973 el Frente de Activistas Revolucionarios (FAR), una agrupación estudiantil de tendencia maoista, dirigió la formación de la UPVA. Rubén Sarabia Sánchez, entonces recién ingresado a la Preparatoria Popular Emiliano Zapata y miembro del FAR, fue uno de sus fundadores.
Miguel Rosas Burgess, exintegrante de ese frente, recuerda que la unión de vendedores tomó el nombre porque justo el 28 de octubre de 1973 el gobierno realizó un violento operativo para desalojar a ambulantes que, con el apoyo de los estudiantes, tomaron las calles aledañas al mercado La Victoria, en el centro de Puebla. En lugar de amedrentarlos, eso fortaleció su lucha por los espacios de trabajo.
Desde su fundación, la UPVA ha denunciado represiones y hostigamiento de los gobiernos estatales. En los años ochenta se vinculó con otros movimientos sociales como taxistas, colonos e inquilinos y llegó a tener casi 10 mil integrantes, el doble de los 5 mil estimados actualmente.
Desde esos años, se propuso elevar el nivel de conciencia ideológica de sus miembros, definida como marxista-revolucionaria, a través de círculos de estudio y foros, además de vincular a la organización con otras de lucha nacionales e internacionales.
De 1989 a 2019 fueron encarcelados 127 miembros de la organización, entre ellos el propio Rubén Sarabia Sánchez, tres veces: en 1979, de 1989 a 2001, y la tercera durante el gobierno de Rafael Moreno Valle, de 2014 a 2017, cuando lo aprehendieron junto a sus hijos Rubén Atl y Xihuel, y con otros dos integrantes de la “28 de Octubre”.
Entonces Sarabia Sánchez aseguró que el motivo de su detención fue negarse a poner a disposición del mandatario panista el control político de la unión de vendedores.
Durante esos años Rita Amador, entonces esposa de Simitrio, quedó al frente de la UPVA, y contra ella y otros agremiados se iniciaron decenas averiguaciones previas y se desataron persecuciones.
Siete integrantes de la “28 de Octubre” han sido asesinados: Juanita Arenas, Catarino Ministro, Vicente Hernández, Lidya González, José Rosales, Francisco Molina, y Meztli Sarabia, hija de Simitrio, atacada el 29 de junio de 2017 en las oficinas del mercado Hidalgo. El crimen sigue impune.
La necesidad de controlar a la UPVA deriva de la capacidad de organización y movilización de sus integrantes –que marchan más de 30 veces al año– así como de su independencia económica y de colores partidistas, lo cual muchas veces ha servido para fortalecer a otros movimientos sociales.
Los contingentes de la UPVA han nutrido muchas marchas, como en 2014, cuando los pobladores de Chalchihuapan protestaron por el asesinato del niño José Luis Tehuatlie Tamayo. La solidaridad de los puesteros de mercados también se hace presente con alimentos en diversos plantones, entre otras contribuciones.
La activista Carolina González Barranco, quien dirigió por años el Comité por la Libertad de los Presos Políticos de Puebla, refiere que la “28 de Octubre” ha sido el bastión donde otras organizaciones sociales, no sólo de Puebla sino también otras del país, encontraron un apoyo y fuerza fundamental para sus causas.
Los integrantes de la organización, agrega, no sólo han luchado por su derecho a espacios de trabajo, sino que su labor de formación ha generado una conciencia solidaria con otras causas justas.
En los últimos años han dictado conferencias ante los comerciantes Andrés Barreda, coordinador de Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces) del Conahcyt; el escritor Paco Ignacio Taibo II, el historiador Fritz Glockner, el padre Alejandro Solalinde, el obispo Raúl Vera, la feminista Silvia Federicci, los periodistas Dawn Marie Paley y Luis Hernández Navarro, así como los embajadores de Venezuela, Bolivia y Cuba, Francisco Arias Cárdenas, José Crespo Fernández y Marco Rodríguez Costa, respectivamente.
La organización obtuvo la medalla Roque Dalton. A finales de los noventa, Rita Amador se entrevistó con Kofi Annan, en ese entonces secretario general de la ONU; la UPVA participó en el Foro de São Paulo y en la visita in situ que hizo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a México en 2015.
En 2013, el Tribunal Permanente de los Pueblos definió a la “28 de Octubre” como “la columna vertebral del movimiento social en Puebla” y en 2018 el grupo sobre detenciones arbitrarias de la ONU concluyó que ésta era perseguida por el entonces gobernador Moreno Valle por sus posiciones políticas.
El giro
Desde su excarcelamiento en 2017, Sarabia Sánchez empezó a tomar decisiones que desconcertaron a las bases. En las elecciones de 2018 y 2019, de manera unilateral, decidió invitar a los candidatos a la presidencia municipal y a la gubernatura para acudir al mercado Hidalgo, lo cual se opone a uno de los principios de la agrupación de mantenerse al margen del régimen electoral y de partidos.
González Barranco considera especialmente “grave” el giro que Simitrio ha dado al designar como sucesor a su hijo, cuando él mismo ha advertido sobre los riesgos del autoritarismo, del corporativismo y de eludir procesos democráticos.
“Personalmente aprecio mucho a Simitrio –expresa–, me queda la duda sobre en qué momento da este giro, donde estos ideales que él enarbola se vuelven de alguna manera en su contra”. Y advierte que este anuncio equivale a colocar la “espada de Damocles” sobre la organización que él mismo fundó, pues la organización se convertiría en la antítesis de lo que ha venido luchando por 50 años.
“Hago un llamado a Simitrio para que esta situación interna la puedan conversar. Lo que no logró Rafael Moreno Valle… cómo es posible que esté ahora en peligro por decisiones que no son las más acertadas. Con este resquebrajamiento interno ¿a quién va a favorecer? Esto no va a ayudar a los movimientos sociales, es colocar a la organización a merced de intereses oficiales y extra oficiales que desde su origen han querido y persisten en intentar destruirla”, puntualiza la activista.