La marcha de las contradicciones; Woldenberg, Gordillo y la iglesia

Carlos Ramírez

1.- Una lectura estratégica de la marcha organizada por el empresario ultraderechista Claudio X. González podría permitir la conclusión de que el presidente López Obrador debería estar agradecido con el exconsejero presidente del INE, José Woldenberg, porque su discurso desactivo el potencial político-electoral 2024 del evento y redujo su intervención a la defensa del INE, sin tomar en cuenta que el riesgo está en la reforma político-electoral.

La marcha del domingo 14 resultó un distractor. Mientras miles de personas se desgañitaban gritando #elINEnosetoca, la Cámara de Diputados ya aprobó un presupuesto para el Instituto electoral con casi 4.5 mil millones de pesos menos, la mayoría morenista se prepara para la designación o no designación de cuatro consejeros y la mayoría legislativa está decidida a terminar con el reinado Woldenberg-Córdova Vianello en el INE con el relevo inevitable de Edmundo Jacobo Molina como todopoderoso secretario ejecutivo del organismo electoral.

El discurso de Woldenberg fue anticlimático, careció de construcción de plaza pública y fue algo así como un artículo periodístico leído ante masas que no entienden el estilo de redacción para motivar al auditorio o para fijar un punto de vista para ser leído. Asimismo, el discurso de Woldenberg reiteró la exigencia de no tocará el INE, cuando el organismo electoral ha sido manoseado con decisiones que le están restando movilidad.

2.- La gran sorpresa –o no– entre los asistentes a la marcha fue la presencia de la maestra Elba Esther Gordillo, operadora de la alianza Fox-Calderón con el PRI de Roberto Madrazo en 2005 para imponer al gris académico institucional Luis Carlos Ugalde como consejero presidente del entonces IFE para utilizar al organismo como bloque de contención al avance del candidato opositor Andrés Manuel López obrador.

En ese cambio, ninguna fuerza política alzó la voz para exigir que “El IFE no se toca”. Y para corroborar el fraude electoral del 2006 habría que revisar el libro Basta de fraudes electorales 1988-2018, del especialista Jorge Alberto López Gallardo publicado en Plaza Valdés editores y en donde se narran todas las manipulaciones cibernéticas para apoderarse del padrón electoral mexicano y que la base de datos de los votantes llegó a manos del grupo de campaña de Calderón a través de su cuñado Hildebrando Zavala.

“Estudios de los datos oficiales del PREP sacaron a la luz la existencia de relaciones algorítmicas entre las supuestas votaciones recibidas por los diferentes partidos, ventajas de Acción Nacional sobre el PRD estadísticamente imposibles y consistentes con un inicio con votos negativos para los partidos de oposición”.

3.- La otra cereza del pastel de la marcha del domingo fue el involucramiento de la Iglesia católica conservadora a favor de la coalición ultraderechista del Señor X, violando los contenidos del artículo 130 constitucional cuyas reformas fueron el obsequio del presidente Carlos Salinas de Gortari a la jerarquía católica por su apoyo al fraude electoral de 1988 con la presencia de sacerdotes con vestimenta religiosa en su toma de posesión del primero de diciembre de ese año.

El semanario Desde la Fe, una carta del episcopado y monjas marchando el domingo con pancartas que las involucraban con vestimenta religiosa en un acto civil han violentado varias partes del 130 constitucional, pero de manera sobresaliente el inciso e): “los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna. Tampoco podrán en reunión pública, en actos de culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni de agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios”.

El intervencionismo de la Iglesia católica en política recuerda el activismo político-electoral en 1984-1985 cuando se dio la Santa Alianza PAN-iglesia católica-empresarios-Gobierno de Estados Unidos a través del activismo del entonces embajador estadounidense John Gavin. Fue tal la presión religiosa en política terrenal, que el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, amenazó con cerrar los templos como en los tiempos de la Guerra Cristera.

Estas tres perlas que estuvieron presentes en la marcha del domingo han revelado una disputa política adelantada por las elecciones presidenciales del 2024, pero dejando pasar la oportunidad de convertir la defensa del INE en una agenda electoral de mayor calado que hubiera podido ofrecer una propuesta social-opositora coherente y viable.

Política para dummies: La política se oculta en la política.

El contenido de esta columna es responsabilidad exclusiva del columnista y no del periódico que la publica.

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