Campus: el proceso “interno” de Morena

Jaziel Trasviña Osorio 

El sábado y domingo -30 y 31 de Julio- se celebrarán las asambleas de Morena en cada uno de los 300 distritos del país. Es el primer paso del proceso de elección de integrantes de los 32 Comités Ejecutivos Estatales que se desarrollará el 6 y 7 de agosto, y de los dirigentes del Comité Ejecutivo Nacional, posiciones que se disputarán el 17 y 18 de septiembre. 

A lo largo y ancho del país miles de morenistas y no morenistas, incluso cientos de priistas transformados o “purificados” aspiran a esos cargos ya que, al ser electos para el Tercer Congreso Nacional, estarían en la posibilidad de formar parte del Comité Ejecutivo Nacional y del Consejo Nacional de Morena. 

BIENVENIDOS SEAN 

Las reglas de participación en este proceso de elección han causado inconformidad por lo laxo de su rigurosidad, ya que la dirigencia morenista decidió que todo el ciudadano que quiera, e incluso menores de 15 a 17 años –como permite el Estatuto- podrán afiliarse en cada uno de los 300 distritos y participar de las decisiones al igual que los militantes ya afiliados. 

Sin duda alguna que los órganos de decisión del partido en el poder son codiciados por las fuerzas vivas dentro y fuera de morena; gozar de los privilegios presupuestales que implica pertenecer al “movimiento” ha seducido a los actores políticos de antaño que hoy se quitan la camiseta azul o tricolor para ponerse la guinda y envolverse en la imagen de defensores de la patria. 

Si a esto se le suma que todas las tropelías que se cometan serán borradas por el halo presidencial, y los millones de seguidores no replicarán siempre y cuando tengas el membrete del movimiento; esto ha desencadenado una lucha encarnizada y sin cuartel por acceder a estos puestos de poder. 

MISMOS ACTORES, MISMAS MAÑAS 

Al viejo estilo del régimen priista al que dicen combatir, el proceso de renovación de la dirigencia de Morena está repleto de “irregularidades”, por decir lo menos. 

Por ejemplo: la lista de abanderados validados sería dada a conocer el día 22 de julio, sin embargo, tras una “caída del sistema” durante ese día y de manera intermitente los días 23 y 24, los listados no pudieron ser consultables de manera íntegra hasta la noche del domingo, pasadas las 21 horas. 

Emulando las prácticas de Manuel Bartlett del ‘88, las listas de aspirantes eran unas antes de la caída del sistema y otras después del regreso del mismo. Sin duda alguna que en ese lapso se revisaron los listados y se eliminaron a los “incomodos”, ¿Por qué?, pues simplemente porque se puede. 

NO HAY RESPETO PARTIDISTA 

Posterior a la publicación de los nuevos listados, inició una ola de juicios ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para impugnar que hayan sido borrados del listado, por ejemplo: René Bejarano (el señor de las ligas), y Alejandro Rojas Díaz Durán, exaspirante a la dirigencia morenista y Senador suplente de Monreal. 

Ambos cuestionaron que la lista fue modificada fuera del plazo previsto para ello en las bases de la convocatoria y que sus nombres fueron eliminados indebidamente, sin motivo ni fundamento alguno. 

Otros “rasurados” que acudieron al TEPJF fueron el diputado federal Martin Sandoval Soto, del distrito 4 de hidalgo, Oscar Jovany Portillo Reyes, del distrito 15 de Ciudad de México y Ericka Levi Hernández, todos alegaron que la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) no justificó las razones para negarles el registro como abanderados.  

“Mientras se comportan de esta forma con militantes fundadores del movimiento, registran como elegibles a sus compadres panistas y priistas” acusó Gibrán Ramírez fundador de morena y crítico de la gestión de Mario Delgado, el cual también fue eliminado de las listas. 

En cambio, quedó como candidato a congresista el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, del distrito 1 de Tabasco, José Ramiro López Obrador (hermano del presidente), o el secretario de Gobierno de la Ciudad, Martí Batres, además de diputados federales como Aleida Alavez o alcaldes de la ciudad de México como Francisco Chiguil, de Gustavo A Madero. 

EN SINALOA ¡ARREBATINGA! 

En Sinaloa, por su enclenque estructura partidista Morena se encuentra en la categoría de movimiento. Los puestos de elección y actualmente la gubernatura los han conseguido por la popularidad el presidente de la República o por andamiajes ajenos provenientes de alguna negociación electoral. Existen más generales que soldados y el partido no tiene pies ni cabeza. 

Más allá del brazo operador gubernamental como lo son los “servidores de la nación”, no hay liderazgos reales ni un verdadero entramado electoral que les permita operar, pero sobre todo ganar una reñida elección. 

Los cientos de morenistas que todavía no despiertan del sueño del 2018 y que aún viven la novedad del presupuesto gubernamental, no se han percatado que los tiempos son distintos de aquel tsunami electoral que llevó a “desconocidos” a cargos de poder. 

Hoy son estructuras ajenas, la mayoría emanadas del PRI o del PAN, las que controlan la vida interna del partido y que han tomado por asalto los cargos de decisión. 

¿Podrá el partido del Presidente encontrar su identidad y llevar a su dirección a verdaderos morenistas o seguirán siendo un reciclaje de políticos y costumbres propias del arcaico régimen priista? 

Con información de Universitarios Praxis Política 

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