Abogado de Quirino Ordaz defendió al alcalde Jesús Estrada Ferreiro
Álvaro Aragón Ayala
Los juicios políticos encauzados contra Jesús Estrada Ferreiro tocaron la puerta del Embajador de México en España, Quirino Ordaz Coppel, al incorporarse, por unos días, como defensor o “procurador judicial” del alcalde de Culiacán el abogado de cabecera del ex gobernador, generando desconcierto político en Sinaloa y en la Ciudad de México.
El presidente municipal de Culiacán contrató para que lleve su defensa legal al abogado Simón Rafael Betancourt Gómez, asesor jurídico de los negocios hoteleros de Quirino Ordaz Coppel. Betancourt fungió como secretario general de la JuCoPo del Congreso Local y fue el coordinador del despacho jurídico de Quirino en funciones de gobernador.
En los círculos políticos se identifica a Simón Rafael Betancourt, al ex secretario general de Gobierno, Gonzalo Gómez Flores, y al ex Fiscal General de Justicia, Juan José Ríos Estavillo, como los cerebros de las conspiraciones jurídico-políticas que tuvieron como propósito destituir de la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia a Enrique Inzunza Cázarez que actualmente despacha como secretario general del gobierno de Rubén Rocha Moya.
Sobre la contratación de Betancourt Gómez como “procurador judicial” de Estrada Ferreiro hay dos versiones: 1.- Que fue el abogado quien por indicaciones de Quirino buscó al alcalde de Culiacán para ofrecerle sus servicios jurídicos. 2.- Que fue el presidente municipal quien buscó y le pidió al jurista que lo defendiera. Estrada Ferreiro aclaró que pagaría de su bolsa los servicios de Betancourt.
Hoy en la mañana, trascendió en el gremio de los abogados que Simón Rafael Betancourt había retirado sus servicios de abogado a Jesús Estrada Ferreiro tras recibir, se dijo, una llamada del embajador Quirino Ordaz en la que le comentó que lo estaba confrontando con el Congreso Local, cuya Auditoría Superior del Estado le revisa sus cuentas públicas.
La injerencia de quien por 15 años ha sido el abogado de cabecera de Quirino Ordaz “pegó como patada de mula” en el Congreso Local y convulsionó a la dirigencia nacional de Morena. La noticia llegó a Palacio Nacional en donde se “valoró” la disciplina del ex gobernador y su equipo de colaboradores, algunos investidos de diputados locales del PRI que trabajan “sincronizadamente” con los legisladores del partido guinda.