La cancelación del NAICM fue una decisión con sustento técnico, financiero y social, asegura Jiménez Espriú

Verónica Santamaría

Con datos y documentos, el ingeniero y extitular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) Javier Jimenez Espriú defiende una de las primeras decisiones polémicas de Andrés Manuel López Obrador: la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Esa defensa se materializa en el libro La cancelación. El pecado original de AMLO (editorial Grijalbo, 2022), que presenta información técnica, financiera y social en la que el gobierno de López Obrador se basó para tomar la determinación de poner fin a un megaproyecto de infraestructura iniciado en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), a pesar de las críticas que generó y de la resistencia de empresarios.

En el libro, Jimenez Espriú reitera estar convencido de que la cancelación del NAICM fue un acierto y un beneficio para el país, que este lunes verá entrar en operaciones la obra que López Obrador propuso como sustituto de la terminal ubicada en Texcoco: el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), también conocido como aeropuerto de Santa Lucía.

De acuerdo con Jimenez Espriú, su libro es un testimonio que quiso hacer público sobre “lo que se hizo y a lo que se llegó, tanto para tomar la decisión de cancelar el NAICM como para llevar a cabo la propia cancelación”.

En entrevista, el exfuncionario asegura: “Pretendo aportar toda la información tanto a favor como en contra de la cancelación, que fue analizada en la forma más objetiva y sencilla que pueda leer cualquier persona que no sea especialista en el tema”.

El libro —según su autor— pretende presentar toda la información que llevó a determinar la cancelación del proyecto de Peña Nieto en el antiguo lago de Texcoco.

La cancelación

FOTO: Penguin Random House

La intención con la que nació ese proyecto aeroportuario era buscar una solución que resolviera los problemas con las operaciones aéreas en el Valle de México, ante las advertencias por la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

En el libro, Jimenez Espriú habla del uso de suelo del antiguo lago de Texcoco, un punto que describe como “el sitio más inadecuado posible, el peor lugar que había en la República mexicana para hacer un aeropuerto”.

La zona —argumenta el exsecretario— se compone por arcillas que integran el vaso del lago de Texcoco, a las que llamaron “arcillas vírgenes” y que son muy difíciles para trabajar ya que, para construir encima de ellas, se necesitan grandes cimentaciones que se pueden hacer y resolver, pero solamente a través de un elevado costo.

“Era un aeropuerto enorme y costosísimo. Además, puesto en un sitio en donde la construcción aumentaba considerablemente el precio. Todo lo que se perdió de dinero se gastó en los cimientos de lo que iba a ser el aeropuerto”, señala.

Los argumentos de la cancelación

En La cancelación, Jimenez Espriú presenta documentos y opiniones técnicas, como la de José Luis Luege Tamargo, quien fuera director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) durante la administración de Felipe Calderón (2006-2012).

En ese documento, Luege señaló que la construcción del NAICM en Texcoco resultaba riesgosa para la ciudad por ser una zona propensa a las inundaciones.

Durante los últimos meses de 2018, ya como presidente electo pero antes de asumir el poder, López Obrador promovió una consulta ciudadana sobre la continuidad del NAICM, que tachaba de costoso y de ser un campo fértil para la corrupción. 

En esa consulta, la gran mayoría de los participantes se pronunció a favor de cancelar la terminal de Texcoco y, aunque no fue un ejercicio con carácter vinculante, López Obrador se basó en él para poner fin a esa megaobra y más tarde iniciar los trabajos para edificar el AIFA.

A más de tres años de esa polémica decisión —que sigue siendo criticada por sus detractores—, este 21 de marzo el presidente inaugurará el AIFA en el municipio de Zumpango, en el Estado de México.

Al respecto, Jimenez Espriú afirma en entrevista que el AIFA absorberá las operaciones aeronáuticas ante la saturación del AICM.

Con la inauguración, de acuerdo con el primer secretario de Comunicaciones y Transportes de este sexenio, en esta primera etapa el AIFA comenzará a atender una buena cantidad de operaciones: al principio serán pocas, pero se prevé que irán aumentando para el desahogo operativo del aeropuerto capitalino.

Aunque no se tiene claro con qué velocidad sucederá este desahogo operativo, el extitular de la SCT en la actual administración ve una capacidad de crecimiento con el AIFA y de desaturación paulatina para las próximas décadas. 

Esta semana, López Obrador fue cuestionado en su conferencia de prensa matutina sobre en qué tiempo prevé su gobierno tener los primeros resultados en la disminución de la saturación aérea del AICM.

El mandatario contestó que no lo sabe y agregó: “Va a depender sobre todo del crecimiento económico, de que se siga recuperando la economía y de que vayan comprobando lo importante que va a ser viajar a través o por el Aeropuerto Felipe Ángeles, porque como hay mucha desinformación, están muy molestos los que tenían el negocio ya armado del aeropuerto de Texcoco”.

Publicado en Animal Político

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