Ya no quieren a Ricardo Monreal ni en Morena ni en el Congreso

Ricardo Monreal ha vuelto a encender las alarmas dentro de Morena. En un anuncio inesperado, el coordinador de la bancada morenista en la Cámara de Diputados declaró que su carrera política está llegando a su fin.

Sin embargo, en el ecosistema político mexicano, donde las palabras suelen tener múltiples lecturas, su anuncio fue recibido con escepticismo.

Durante su participación en el foro “Jóvenes dialogan por el segundo piso de la transformación”, Monreal dijo abiertamente: “El final se acerca ya… Estoy en el proceso final de mi vida pública. Ya no voy a disputar ningún espacio político”.

Pese a sus declaraciones solemnes, las dudas no tardaron en surgir. No es la primera vez que el político zacatecano habla de retirarse, y, por lo tanto, no todos lo toman en serio.

TENSIONES EN PALACIO NACIONAL

Con 47 años en el servicio público, Monreal presume una trayectoria libre de señalamientos por corrupción o abusos.

Él mismo subrayó ante los jóvenes asistentes que jamás ha sido denunciado por malversación de fondos, tráfico de influencias o violencia de género.

Sin embargo, esa imagen de “trayectoria limpia” contrasta con las tensiones que ha acumulado con Palacio Nacional y con la presidenta Claudia Sheinbaum.

La relación con Sheinbaum ha sido todo menos tersa. Desde 2018, cuando ambos aspiraban a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, las tensiones han sido evidentes.

Aunque Monreal asegura que dichas diferencias quedaron atrás y que ahora es un ‘colaborador leal y eficaz’, muchos dentro del oficialismo no olvidan su alianza con la oposición para frenar iniciativas clave o su cercanía con figuras como Sandra Cuevas.

Además, persiste el recuerdo de su fallido intento de convertirse en candidato presidencial en 2024.

Aunque fue incluido como una de las ‘corcholatas’ por AMLO, su presencia en el proceso interno fue interpretada más como una jugada de contención que como una posibilidad real de candidatura.

Cuando amagó con irse a la oposición, el chantaje fue evidente y poco efectivo.

ALFONSO RAMÍREZ CUÉLLAR, ¿POSIBLE SUCESOR?

En paralelo, las versiones sobre su relevo al frente de la bancada de Morena se intensificaron.

Mientras Monreal vacacionaba en Madrid, Alfonso Ramírez Cuéllar —vicecoordinador de la bancada— fue visto en una reunión con la presidenta Sheinbaum.

De inmediato surgieron especulaciones sobre un posible cambio de estafeta.

Sin embargo, Ramírez Cuéllar negó cualquier intención de sustituirlo.

‘Tiene todo mi apoyo’, dijo categóricamente.

A pesar de sus declaraciones de retiro, Monreal no parece dispuesto a desaparecer del mapa político.

De hecho, trabaja junto con el diputado Pedro Haces en la formación de un nuevo partido político.

Una estructura paralela a Morena, diseñada para sobrevivir a la 4T y colocarse estratégicamente en el escenario pos-AMLO.

Esta maniobra sugiere más una jugada de reposicionamiento que una verdadera despedida.

NO MÁS NEPOTISMO NI DOBLES JUEGOS

Desde Palacio Nacional, las señales han sido claras: no más nepotismo ni dobles juegos.

El poder que Monreal ha tejido en Zacatecas, donde su familia mantiene influencia, está bajo la lupa.

Su ‘retiro’, por tanto, se percibe más como una pausa estratégica, un intento por reagruparse y calibrar los nuevos liderazgos que surgen en el país con la presidenta Claudia Sheinbaum al mando.

Aunque el zacatecano insiste en que se apartará de la vida pública, su historia dentro del sistema político mexicano —marcada por su capacidad de adaptación y supervivencia— sugiere que aún tiene cartas que jugar.

La duda permanece: ¿es este realmente el adiós de Ricardo Monreal o sólo el comienzo de una nueva etapa bajo otras siglas y con nuevas alianzas?

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