El alto costo de sobrevivir a la hepatitis en México

Elizabeth Santiago

En México, un tratamiento de hepatitis puede costar a un paciente, en promedio, hasta 200,000 pesos; dentro de esta cifra se deben considerar: pruebas de anticuerpos, perfiles completos de la enfermedad, biopsia y medicamentos costosos, señaló el doctor José Noé Rizo Amézquita, director de la sección técnica de Determinantes Sociales de la Sociedad Mexicana de la Salud.

Existen medicamentos con cobertura de 8 a 12 semanas, como el Ledipasvir para tratar la hepatitis C, que tienen costos de hasta 90,000 dólares, puntualizó el investigador en Salud y Seguridad Social en la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS).

Por lo cual, recalcó que el costo promedio de un tratamiento con Ledipasvir estaría “entre 1.5 millones y 1.8 millones. No es barato el tratamiento contra la hepatitis”.

Además, mencionó que se deben considerar otros gastos, como las pruebas de anticuerpos, que rondan los 300 a 1,000 pesos; perfiles completos de hepatitis, con un costo de 2,500 a 4,000 pesos; y, en caso de ser necesario, una biopsia con un costo promedio de 15,000 pesos.

Día Mundial contra la Hepatitis

Contexto: Este 28 de julio es el Día Mundial contra la Hepatitis, en un evento organizado en el auditorio Dr. Miguel E. Bustamante, el secretario de Salud, David Kershenobich señaló que en el país se está trabajando “para erradicar la hepatitis C como problema de salud pública antes del 2030. México ya comenzó el camino y no nos vamos a detener”.

Debemos recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2022 “La Estrategia Mundial del Sector Salud sobre el VIH, las Hepatitis Virales y las Infecciones de Transmisión Sexual (2022-2030)”.

En este se establecen objetivos claros para eliminar la hepatitis viral como problema de salud pública.

Con ello, se busca reducir los 520,000 casos anuales y las muertes relacionadas con la hepatitis a 450,000 para 2030, lo que representa una reducción del 90% en la incidencia y del 65% en la mortalidad en comparación con 2015.

De no lograrse esto, se prevé que la hepatitis viral cause 9.5 millones de nuevas infecciones adicionales, 2.1 millones de casos de cáncer de hígado y 2.8 millones de muertes para 2030.

La posibilidad de eliminar la hepatitis en 2030

La hepatitis A y B podrían ser totalmente prevenibles por vacunación, mientras que la tipo C se busca erradicar a través de una detección temprana, mencionó el doctor José Noé Rizo Amézquita, docente de la UNAM.

En México, se registraron 6,228 casos de hepatitis hasta el 12 de julio de este año; en contraste, en 2024 ya se habían registrado 10,883 casos, de acuerdo con la Secretaría de Salud.

Para La Silla Rota, Rizo señaló que esta baja en los casos es, precisamente, por el “esfuerzo del sector Salud, en particular la Secretaría por vacunar más a los grupos clave”.

“Hoy ya hay un gran avance, un gran avance con relación al corte de la transmisibilidad a partir de esta detección activa de casos” mencionó Rizo Amézquita.

En este 2025, los casos de hepatitis virales se componen de la siguiente manera: 2,209 casos de Hepatitis A, 508 de Hepatitis B, 2,430 de Hepatitis C y 1,081 de otras hepatitis víricas.

El 2024 cerró el año con 21,595 casos de hepatitis, lo que significó un aumento del 45.4% comparado con 2023, que registró 14,839.

Dentro de los datos actualizados de este año, la Hepatitis C mantiene los números más altos y, de acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA y Hepatitis (Censida) y el Comité Científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (Fundhepa), se calcula que en México hay 600,000 personas con Hepatitis C crónica.

¿Qué tipos de hepatitis hay?
La hepatitis se divide en cinco tipos: A, B, C, D y E. Cada uno de ellos puede tener puede ser leve o grave, en caso de llegar a este último se puede desarrollar cirrosis o provocar cáncer de hígado.

La hepatitis A se puede contagiar a través de ingesta de agua, restos fecales y alimentos contaminados y, en la mayoría de casos es leve, no presenta afectaciones hepáticas a largo plazo y desaparece por sí solo.

En el caso de la B se transmite por fluidos como sangre, bilis amarilla, bilis negra o flema infectadas. También son casos leves; sin embargo, existen los casos a largo plazo.

Al igual que la hepatitis B, la C se transmite por contacto con fluidos o, a través de las relaciones sexuales sin condón; sin embargo, solo un 25% de los casos presenta recuperación total y, otros pueden llegar a ser graves llegando a insuficiencia hepática y cáncer de hígado.

La hepatitis D se transmite a aquellas personas que ya portan el virus de la hepatitis B y, es a través de fluidos corporales de la otra persona.

En cuanto a la hepatitis E se transmite vía oral por alimentos, agua o restos fecales, esta puede ser leve y desaparecer de dos a seis semanas; sin embargo, puede llegar a hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda) la cual es mortal.

La detección ayuda a un tratamiento efectivo
Sobre la detección de la hepatitis, el docente e investigador resaltó algunos de los síntomas de la enfermedad, entre ellos:

  • Inflamación del hígado,
  • Cambio de coloración en la piel y en los ojos a amarillo (ictericia),
  • La orina se vuelve oscura o más amarilla densa.
  • Prurito, la sensación de comezón intensa, sobre todo en los pliegues, en los codos y en las axilas.
  • “Ante cualquier sospecha de hepatitis, tenemos que acudir inmediatamente y hacernos una prueba. Entre más rápido podamos tener el diagnóstico, más rápido iniciamos el tratamiento y menos efectos dañinos para la salud podemos desarrollar”, remarcó.

¿Por qué es importante hablar de la hepatitis?
El costo del tratamiento para la hepatitis representa un obstáculo económico que impide a miles de personas acceder a una cura efectiva, especialmente en el caso de la hepatitis C.

A pesar de los avances médicos y los esfuerzos de la Secretaría de Salud por erradicar esta enfermedad para 2030, los medicamentos siguen siendo inaccesibles para la mayoría, con precios que superan incluso los 90 mil dólares.

En un país donde más de 600 mil personas podrían vivir con hepatitis C crónica sin saberlo, visibilizar estos costos es fundamental para impulsar políticas públicas de cobertura universal, diagnósticos oportunos y negociaciones que reduzcan el precio de los tratamientos.

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