México quiere prohibir el greenwashing

Maleny Navarro

En México avanza un plan para prohibir la publicidad engañosa o abusiva que utiliza términos ecológicos sin justificación científica. En los últimos días de mayo, la Comisión de Defensa del Consumidor del Senado aprobó una iniciativa para sancionar a las empresas que incurran en el llamado “greenwashing”.

ClientEarth define el “greenwashing” como el uso de publicidad y mensajes públicos para que una empresa parezca más amigable con el medioambiente y más sostenible de lo que es. Con esa práctica distrae a los consumidores de estas actividades que dañan al planeta.

La iniciativa fue presentada el 27 de marzo por el senador Luis Armando Melgar Bravo para regular el uso de términos como “verde”, “eco” o “biodegradable” en productos y propone añadir un párrafo a la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), en materia de publicidad engañosa ambiental.

La intención es que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) sea más rigurosa en la supervisión y sanción de empresas que incumplan esta normativa, además de que los consumidores podrán denunciar prácticas engañosas.

“Lo que implica es que con esto, con esta iniciativa, se va a regular que el consumidor no esté comprando ni consumiendo ni sea engañado por productos que dicen que son sustentables, que dicen que no contaminan, que dicen que no dañan el medio ambiente y sí lo están haciendo”, cuenta en entrevista la senadora Cynthia López Castro, quien preside la Comisión de Defensa de los Consumidores.

    El informe Greenwashing Hydra, de Planet Tracker, publicado en enero de 2023, aborda este fenómeno y desglosa las estrategias de las empresas con las que intentan mostrarse más respetuosas con el medio ambiente de lo que realmente son.

    “Muchas veces un consumidor compra, por ejemplo, un popote biodegradable o compra bolsas biodegradables y piensa que no está dañando el medio ambiente y en realidad es greenwashing, es decir, es un lavado verde donde las empresas están mintiendo. Por ejemplo, en los cosméticos de mujeres aparece que se hicieron sin ningún maltrato animal y que nunca fueron vinculados con animales y al final no es cierto, entonces bueno, pues todo eso es lo que se regula esta iniciativa”, agrega López Castro.

    Basura y plásticos
    La autoridad será más rigurosa en la supervisión y sanción de empresas que incumplan la normativa / CANVA

    El informe de Planet Tracker detalla que las empresas pueden incurrir en greenwashing debido a la ignorancia, pero a menudo están incentivadas por hacer sus productos más atractivos, aumentando ventas y con ello los precios. Sin embargo, advierte que hacer que una empresa parezca más sostenible ambientalmente obstaculiza el desarrollo de la economía verde.

    “Las alegaciones (de las empresas y sus productos) deben de sustentarse en certificaciones oficiales, porque hoy vemos productos presuntamente biodegradables. Por ejemplo, en campañas normalmente no permiten a los candidatos sus lonas o pendones si no son biodegradables y muchas veces los que imprimen solo ponen un sello verde y no están cumpliendo con esa normatividad. Lo mismo con algunas bolsas, muchas veces con el papel, entonces con esto es que no estén engañando al consumidor”, agrega la senadora Cynthia López Castro.

    Muchas veces solo ponen un sello verde y no están cumpliendo con la normatividad

    Para que esto sea una realidad aún faltan un par de pasos más. La iniciativa debe ser aprobada por la Comisión de Estudios Legislativos Segunda y posteriormente irse a pleno.

    López Castro insiste en que tratarán de dictaminarla lo antes posible y posteriormente al pleno. “La verdad es que estas son las iniciativas que van a proteger al consumidor, por eso nos urge que se apruebe para que se empiece a sancionar a todas las empresas que están engañando a los ciudadanos”, añade.

    Etiquetado verde, enjuague verde, etcétera

    Según el informe de Planet Tracker, el greenwashing se expande y ubica seis prácticas que se repiten entre las compañías. En inglés sus nombres son: “greencrowding”, “greenlighting”, “greenshifting”, “greenlabelling”, “greenrinsing” y “greenhushing”.

    Greencrowding” se basa en la idea de que una empresa puede esconderse entre otras con las mismas prácticas para evitar ser descubierta. Planet Tracker explica que este tipo de estrategia puede ser adoptada por diversos grupos, incluyendo gobiernos y alianzas de empresas, que se unen para abordar problemas ambientales.

    El ‘greencrowding’ permite a las compañías esconderse entre otras con las mismas malas prácticas

    El “greenlighting” ocurre cuando una empresa resalta una característica verde de sus operaciones o productos, sin importar qué tan pequeña es, para desviar la atención de sus prácticas que sí dañan al medio ambiente.

    El “greenshifting” traslada la culpa al consumidor y el “greenlabelling” sucede cuando las empresas engañan a través de sus etiquetas. El informe ejemplifica esta práctica con un producto de Windex, pues la empresa SC Johnson anunciaba su botella hecha 100 por ciento de “plástico oceánico”, pero sus letras chiquitas se referían a “plástico con destino al océano”. El “greenrinsing” es cuando una empresa cambia regularmente sus metas ambientales antes de alcanzarlas. Planet Tracker observó esta estrategia en Coca-Cola y PepsiCo, que ajustaron sus metas de reciclaje varias veces.

    Finalmente, el informe ubica al “greenhushing” como la práctica más sofisticada de este tipo de engaños, pues las empresas deciden no reportar sus resultados de responsabilidad ambiental y corporativa para no ser blanco de críticas por ello.

    En este último concepto, el análisis retoma un trabajo de South Pole, proveedora de soluciones climáticas, que encuestó a más de mil 200 ejecutivos globales de sostenibilidad de 12 regiones.

    “Encontramos una tendencia sorprendente: casi una cuarta parte de los líderes climáticos globales encuestados no darán a conocer sus logros e hitos más allá del mínimo indispensable o según lo exija”, lamentó South Pole

    “A todas las empresas que hacen un mal uso y engañan a los consumidores diciendo que es un artículo sustentable, que no contamina, que no daña al medio ambiente y al final lo está haciendo, las vamos a obligar a que cuando pongan la palabra biodegradable o reciclable, pues realmente esté sustentado. Pediremos a los consumidores que no se dejen engañar”, finaliza la senadora Cynthia López Castro.

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