VIH en México: estos son los síntomas más comunes que se presentan después del contagio

En México, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) sigue siendo un tema de salud pública relevante. Si bien los avances médicos han mejorado significativamente el tratamiento y la calidad de vida de quienes lo padecen, es crucial reconocer los síntomas tempranos para buscar atención médica a tiempo. Aunque la única manera confiable de confirmar un contagio es mediante una prueba especializada, hay señales que podrían alertarte.
Algunas personas pueden experimentar manifestaciones físicas pocas semanas después del contagio. Sin embargo, otras podrían pasar años sin presentar signos evidentes, lo que refuerza la importancia de hacerse la prueba si existe alguna sospecha o situación de riesgo reciente.

Síntomas frecuentes tras el contagio de VIH
Durante la llamada infección aguda, que ocurre de dos a cuatro semanas después de adquirir el virus, muchas personas presentan síntomas similares a los de una gripe. Esta es una reacción natural del organismo al detectar el virus en el cuerpo.
De acuerdo con información de HIV.gov, entre los síntomas más comunes en esta etapa destacan:
- Fiebre y escalofríos
- Dolor de garganta
- Fatiga persistente
- Dolor muscular
- Inflamación de ganglios linfáticos
- Sarpullido
- Sudores nocturnos
- Úlceras bucales
Estas molestias pueden durar solo unos días o extenderse por semanas. No obstante, hay casos en los que no se manifiesta ningún síntoma durante esta fase inicial.
Cómo evoluciona el VIH si no se trata
Posterior a la infección aguda, el virus entra en una etapa conocida como latencia clínica. Aunque el VIH sigue presente en el organismo y continúa replicándose, puede pasar desapercibido, ya que no causa síntomas evidentes. Esta fase puede durar más de una década si no se inicia tratamiento.

Sin atención médica, el VIH puede avanzar hasta convertirse en síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), la fase más grave de la enfermedad. En esta etapa pueden aparecer síntomas como:
- Pérdida rápida de peso
- Fiebre recurrente
- Diarrea prolongada
- Neumonía
- Manchas inusuales en piel o mucosas
- Problemas neurológicos

Afortunadamente, los tratamientos antirretrovirales permiten que las personas con VIH mantengan una carga viral indetectable, lo que evita la progresión a SIDA y elimina el riesgo de transmisión por vía sexual. El diagnóstico temprano y el seguimiento médico regular siguen siendo las herramientas más efectivas para vivir con VIH de forma saludable.