Sinaloa: reactivar el comercio ¿un ejercicio prometedor o de temeridad?

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

La crisis de seguridad ha maltratado seriamente la economía del comercio en Culiacán. Pretenden reactivarlo ¿se podrá?

El programa Culiacán en movimiento muy justificado, por cierto, permitirá que los comerciantes gradualmente regresen a la actividad comercial nocturna. La inseguridad desatada desde el pasado nueve de septiembre obligó a cerrar un buen número de restaurantes y la actividad nocturna se fue a cero porque los ciudadanos no quisieron exponerse a sufrir daños a su seguridad personal después de las siete de la tarde, prefirieron quedarse en sus casas.

¿Pero será posible que el programa funcione? Los hechos violentos siguen produciéndose y de manera particular poco después de iniciado ese ejercicio de reactivación comercial nocturna. Ocho casas dañadas por disparos de arma de fuego, dos incendiadas y cinco asesinados ¿se recuperará la confianza aun con esos hechos?

El programa tiene que ser evaluado y registrar las condiciones de funcionalidad. Las autoridades y los comerciantes deben ser realistas y reconocer que la incidencia delictiva grave todavía persiste.

Todos le deberíamos de apostar a que el programa funcione. Inversión, fuentes de trabajo, y el recreo social son componentes necesarios para que el tejido social se fortalezca y sane. Debe reconocerse también que no habrá policía suficiente para apoyar el programa.

La verdad debe prevalecer sobre los hechos. Deberá evitarse politizar el programa. La seguridad de todos debe ser primordial. Los sectores elegidos para implementar el programa son los que concentran el más alto número de visitantes. Cuando menos la selección es atinada.

No descuiden que los grupos en pugna son dos posturas muy polarizadas y peligrosas. Sus relaciones son irreconciliables. La beligerancia con la que actúan seguirá atemorizando a los ciudadanos ya que en cualquier momento harían sonar sus armas sin importar la presencia policial.

Los puntos de reacción policial deben estar muy bien localizados para que en cualquier emergencia puedan intervenir con inmediatez y resolver los disturbios. Los policías municipales serán insuficientes para apoyar el programa, los elementos militares pueden ser la diferencia.

Distraer la funcionalidad del programa por los grupos delictivos será una constante, ya que es parte de sus actitudes vengativas por los hechos ocurridos el pasado 25 de julio. Los actos ocasionados este pasado domingo y lunes es una muestra de lo que son capaces. Planear el dispositivo de seguridad no sería complicado, lo complicado sería la sorpresa con la actúen esos grupos criminales.

Un rayo de luz y esperanza a unos desesperados empresarios que tienen que hacer un esfuerzo y salir a recuperar sus espacios comerciales. La sociedad debe asumir su parte, reflexionar en los mejores términos si se suman a este interesante proyecto de participación ciudadana. Por un Culiacán y un Sinaloa en paz.

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