2024, un año marcado por la crisis en el sector automotriz
Reuters y EFE
El 2024 fue un año en que el sector automotriz sufrió una crisis marcada por el cierre de plantas, recortes en los empleos, manifestaciones, amenazas de huelga y aranceles.
El pasado 9 de diciembre, trabajadores de Volkswagen en Alemania, ante los recortes salariales, amenazaron a la dirección en comprometerse o arriesgarse a huelgas a una escala nunca antes vista para el 2025.
El personal de VW bajó las herramientas en nueve plantas alemanas, mientras miles de personas marchaban con banderas y silbatos a una plaza en Wolfsburgo, donde la compañía tiene su sede.
Las negociaciones con los trabajadores se dan en el momento en que VW busca formas de recortar sus costos en Alemania para competir con las empresas asiáticas que han entrado en la industria.
Este es un ejemplo de los problemas que enfrenta el sector automotriz; además, varias empresas han anunciado recortes y cierre de plantas como respuesta a la baja de la demanda, altos costos y la competencia con China.
Stellantis anunció el 26 de noviembre su intención de cerrar su fábrica de furgonetas Vauxhall en Luton (Inglaterra), poniendo en peligro más de mil puestos de trabajo.
La estadounidense Ford anunció el 20 de noviembre que suprimirá 4 mil puestos de trabajo, sobre todo en Alemania y Reino Unido, lo que representa el 14% de su plantilla europea.
El fabricante francés de neumáticos Michelin cerrará dos plantas en el oeste de Francia, lo que afectará a unos mil 250 trabajadores, según anunció el 5 de noviembre.
La empresa alemana de maquinaria y piezas para automóviles Schaeffler, afectado por la escasa demanda de clientes industriales y de la industria automotriz, anunció el 5 de noviembre su intención de suprimir 4 mil 700 puestos de trabajo, la mayoría en Alemania.
Fusión estratégica
Las empresas, no sólo las europeas y estadounidenses, han buscado formas de afrontar la creciente competencia. En diciembre las empresas japonesas Nissan Motor y Honda Motor señalaron que que “exploran posibilidades” para profundizar su cooperación, tras las informaciones de medios locales que apuntan a conversaciones entre ambas firmas para una posible fusión.
Las dos empresas estarían preparando el inicio de unas negociaciones dirigidas a la creación de una compañía conjunta que supondría el tercer mayor fabricante mundial del automotriz por volumen de ventas, por detrás de Toyota Motor y Volkswagen AG, según publicaron el diario económico nipón Nikkei y la agencia nipona Kyodo.
Por otra parte, Donald Trump, luego de ganar las elecciones en Estados Unidos, ha amenazado a México con imponer aranceles si no se frena el flujo de migrantes en la frontera, algo que ha alertado a la industria automotriz en México.
En octubre el presidente del Bloque Empresarial Fronterizo, Thor Salayandía, alertó que el aviso de Trump de imponer un arancel de al menos 100% a los autos hechos en México “pone a temblar a toda esta cadena de valor del país, incluyendo armadoras, maquiladoras y las pocas empresas nacionales que surten a las automotrices”.
“Una de las industrias más importantes para México es precisamente la automotriz y es un medidor muy importante para la economía en Estados Unidos y en México”, señaló.