Atajando “quirinazos”

La pugna interna del PRI incluye la posición del partido ante Morena

Arturo Rodríguez García

La convicción entre priístas de que Quirino Ordaz favoreció a Morena en la pasada elección sinaloense, se extendió en ese partido con el vocablo “quirinazo”,  indicativo de una reeditada concertasesión entre los Ejecutivos federal y estatal ahí donde aun gobierna el PRI.

Evitar la repetición de quirinazos ha servido de justificación abierta para que el comité nacional del PRI tome el control de sus procesos de selección de candidatos en los seis estados donde habrá elecciones este año, entrando así al 2022 en conflictiva disputa, para empezar, en Hidalgo donde el gobernador Omar Fayad, confronta a su dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, acusándolo de exclusión y autoritarismo.

Moreno Cárdenas, por su parte, acusó a Fayad de “entregarse de rodillas con el gobierno de Morena”, es decir, del presidente López Obrador. 

Como se sabe, López Obrador suele ser implacable en sus críticas a gobiernos de oposición, salvo en casos muy específicos que, para los partidos de la alianza PRI-PAN-PRD, son excepciones por traición.

La declaración del dirigente nacional del PRI, hace público lo que de por sí se reclama en corto, cuando menos al mencionado Quirino Ordaz, así como a la sonorense, Claudia Pavlovich: que a cambio de impunidad y consideración presidencial, entregaron y se sumaron a la autonombrada “cuarta transformación”.

Como se sabe, Quirino aceptó la invitación presidencial como embajador en España, cargo que sigue pendiente de aceptarse por el gobierno de aquel país, y que en el seno del PRI se percibe como contraprestación a los servicios electorales que internamente se documentaron con informes por anomalías inexcusables remitidas por los delegados electorales del comité nacional.

Es el caso tanto de Sinaloa como de Sonora, estado que gobernó Claudia Pavlovich por quien se espera el anuncio de su incorporación como embajadora en los próximos días, concretamente en torno al tradicional mensaje presidencial con el cuerpo diplomático de inicio de año, para terminar de cerrar la hipótesis de que ahí también hubo quirinazo.

Con esos antecedentes, el caso de Hidalgo es, según se desprende de los dichos de Moreno Cárdenas, una previsión frente a la conducta de Fayad que en su infructuoso afán de construirse cacique hidalguense, se quedó solo.

Y es que Omar Fayad ha sido poco ortodoxo como priísta desde que asumió la gubernatura hace cinco años: a nivel local, rompió con los grupos políticos de Miguel Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam, aun en el sexenio peñista; se conflictuó hasta la fractura con el llamado “Grupo Universidad”, cuyo cacique histórico hoy en prisión, Gerardo Sosa Castelán, tomó el control de Morena en 2018…ahora le queda sacrificar a su alfil, Israel Félix Soto. Empero, el acto sacrificial quedó frustrado por la decisión del comité nacional.

La irremediable crisis de Marko Cortés

Hoy, a través de Morena, Julio Menchaca Salazar, se perfila candidato a gobernador y alternativa para Fayad. Político encumbrado en el sexenio de Osorio Chong, cuando fue presidente del Poder Judicial local, rompió en torno a 2015 cuando renunció a su militancia en el PRI. Anduvo como independiente hasta 2017 cuando fue reclutado por el lopezobradorismo y convertido en senador, par distante y receloso de quien fuera su jefe político.

Evidentemente, el movimiento ejecutado por Alejandro Moreno tiende a dejar a la secretaria general del PRI nacional, Carolina Viggiano Austria como candidata de la alianza “Va por Hidalgo”. Descendiente de dos clanes políticos centenarios, casada con el coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, el problema que enfrenta la hidalguense será cómo resolver el desagaste y los desencuentros entre grupos priístas, empezando por el gobernador Fayad, en un estado que como en todos excepto quizás Aguascalientes, se presenta dificil de ganar frente a Morena.

No es el único caso aunque si el más público: la alianza PRI-PAN-PRD tiene situación conflictiva también en Durango; el PAN en solitario, enfrenta el conflicto hidrocálido expuesto en la entrega anterior de esta columna mientras que ningún quirinazo es más claro como el de Oaxaca aunque, quizás por el resultado inevitable o por simple compadrazgo, no importa la intervención del comité nacional.

Este 2022 que inicia, será otra vez un año difícil para las oposiciones en México por sus escasas posibilidades de victoria y su reducción adicional por previsibles rupturas. Un 2022 en el que por mi parte, deseo sucedan cosas buenas a quienes amablemente siguen este espacio.

Con in formación de El Heraldo de México

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