La coartada de Enrique Inzunza. Rubén y su presión contra Claudia. La “solidaridad” con El Debate

Álvaro Aragón Ayala

La publicación en tres ocasiones de un pronunciamiento/desplegado de los gobernadores de Morena en torno a la Reforma Judicial y las “limitaciones”, según los mandatarios, del propio Poder Judicial para vetarla, desató especulaciones demoniacas en Sinaloa porque en uno de ellos no aparece el nombre de Rubén Rocha Moya.

La primera fue difundida poco después del mediodía del sábado por Luisa María Alcalde Luján, dirigente nacional de Morena, en su cuenta de X (Twitter) y en Facebook. No insertó al gobernador Rubén Rocha. Luisa María bajó (borró) de X el desplegado y colocó otro con la “firma” del gobernador de Sinaloa en el quinto lugar. Rocha subió una más ubicándose en el lugar número 26 de los 28 gobernadores. 

Pero a Acalde Luján se le olvidó limpiar su Facebook y la publicación que hizo el sábado todavía estaba viva a las 9: 47 de la mañana de la mañana del domingo. El reporte del Facebook con el desplegado sin la firma de Rubén Rocha cumplió a esa hora, 20 horas en la plataforma digital y tenía 330 comentarios y un informe de 345 veces compartidas y mil 569 vistas. 

ROCHA MOYA NO ES QUERIDO EN PALACIO NACIONAL

Rubén Rocha sigue recibiendo señales de que no goza de las simpatías de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a quien, junto con su equipo de primer nivel -incluyendo a Mario Delgado, entonces dirigente nacional de Morena-, desafió y amenazó con no apoyarla si no metía como candidato al Senado a Enrique Inzunza Cazarez y como aspirantes a diputados locales y federales a varios jubilados uaseños.

Lo peor es que las advertencias de la inmovilidad de Morena si Claudia Sheinbaum no aceptaba la lista de candidatos rochistas, las hacía llegar por conducto de sus hijos, principalmente Rubén Rocha Ruiz, metido hoy por hoy en escándalos similares o peores a los de su padre, el gobernador. La molestia de la presidenta de la República escala a niveles extremos porque el mandatario intenta usarla, a ella y a Omar García Harfuch, para “limpiar” su imagen.

¿DEL POR QUÉ FALLAN LOS OPERATIVOS?

En el balance de las incursiones militares en Culiacán, existe la plena certeza de que están fallando porque existe en Sinaloa una “célula” gubernamental, municipal y estatal, que alimenta con información a los grupos delictivos que están enterados de los movimientos de las tropas.

Lo del desarme de la Policía Preventiva culichi es sólo un pretexto para proceder a su desmantelamiento. Después seguirá la Policía Ministerial. Inteligencia militar localizó en la nómina de ambas dependencias agentes “fantasmas”, una lista de policías y ministeriales que nadie identifica. Las autoridades federales esperan que los municipales suelten información, al ser concentrado en la Ciudad de México, para saber cómo “operan” los cuerpos policiales en Sinaloa.

LA “SOLIDARIDAD” DE ANA LUZ RUELAS

Desbordada en su lambisconería, la activista -jubilada de la UAS- Ana Luz Ruelas Mojardín, hizo una acalorada defensa del gobernador Rubén Rocha Moya en los instante en que el “operativo poroso” de seguridad facilitó a un grupo delictivo balear las instalaciones de El Debate, colocar un mensaje intimidatorio en el edificio de esta casa editora en Guasave y “levantar” a uno de sus repartidores del periódico.

La definición pro-rochista de Ana Luz Ruelas y su coraje con los columnistas y analistas nacionales que critican al gobernador, no tuviera trascendencia si no hubiera sido porque la hizo en El Debate, periódico contra quienes se dirigieron los atentados. “A pesar de lo escandaloso y de las víctimas provocadas por los enfrentamientos, la muerte de civiles, las fuerzas policiales tienen el control y han evitado que escalen los conflictos”, escribió para denunciar “el asedio a Rocha Moya”.

No se sabe que motivó la agresión y las amenazas a El Debate, pero, según el analista político Osvaldo Villaseñor, no fue dirigida a los periodistas, sino a la empresa en sí, y se registró en el contexto de la publicación que hizo para validar el viaje a los Estados Unidos de Rubén Rocha el día que fue detenido Ismael -El Mayo- Zambada.

LA COARTADA DE ENRIQUE INZUNZA

Para el equipo jurídico y los analistas de la presidencia de la República -que se apoyan en información de la Sedena y del Centro Nacional de Inteligencia para emitir sus diagnósticos-, Enrique Inzunza Cazarez es también corresponsable de los graves conflictos políticos y la generación de violencia que se vive en Sinaloa.

El actual Senador de la República, en funciones más allá de secretario general de Gobierno, actuaba como Factótum y Alter Ego de Rubén Rocha Moya, a tal nivel que se regodeaba cuando la corte de adulación periodística -pagada con el erario público estatal- lo calificaba como “el poder atrás del trono” o de que manipulaba a su antojo al gobernador.

En la Fiscalía General de la República y en el CNI existen versiones de que Enrique Inzunza “le calentaba la cabeza” al gobernador y deslizaba sugerencias de que había que deshacerse de Héctor Melesio Cuén Ojeda mediante una jugada maquiavélica que no lo involucrara a él como secretario general de Gobierno ni como aspirante 2027 a la gubernatura de Sinaloa.

No se sabe a ciencia cierta si Rubén Rocha le hizo caso o no, lo cierto es que Enrique Inzunza subió una fotografía a su Facebook donde, según él, se encontraba en la sierra de Batequitas, Badiraguato, el 25 de julio, día en que se registró el asesinato de Cuén Ojeda. Esa es su coartada para que no se le mencione como sospechoso en el complot que fraguó, no se sabe todavía quien, para cometer el homicidio. No se sabe, pero hay líneas de investigación que apuntan al Tercer Piso.

Esa fotografía coloca bajo sospecha al entonces secretario general de Gobierno y actual Senador. Si Rubén Rocha estaba en Estados Unidos, según alega y jura el mandatario, y él, Inzunza, en la sierra de Batequitas ¿Quién carajos estaba al frente del gobierno de Sinaloa? ¿Quedó un día sin gobierno el Estado de Sinaloa? Qué curioso y a la vez sospechoso haya sido precisamente el día en que mataron a Cuén.

Enrique Inzunza le apostaba al exterminio del ex Rector y promovía la desaparición del Partido Sinaloense y llamaba a los militantes y dirigentes de este partido “lacras” y “enemigos de Estado”. El Senador proyecta convertirse en candidato de Morena a la gubernatura de Sinaloa en el 2027 y consideraba un serio rival político a Héctor Melesio Cuén Ojeda.

La investigación del crimen apunta al “móvil político”. Cuén Ojeda era considerado un estorbo para los planes políticos de Enrique Inzunza y también para el gobernador Rubén Rocha Moya en su proyecto de tomar por asalto la Universidad Autónoma de Sinaloa. Les molestaba el liderazgo natural y dinamismo político del fundador del PAS.

Héctor Melesio Cuén, en sus podcasts, denunció que el verdadero crimen organizado, no estaba en las calles, sino que operaba en el Tercer Piso del Gobierno Estatal. A su vez, furiosos, Inzunza Cázarez y Rocha Moya acusaban de ser el autor de las revelaciones de corrupción y nepotismo que aparecen todavía en el portal cartelrocharuiz.com

El ex Rector también interpuesto en la Fiscalía General de la República y la Auditoría Superior de la Federación, desatando la ira del mandatario estatal, varias denuncias sobre el tráfico de obras públicas en el gobierno del Estado que calificó como “carrusel de obras”, que consistía en la triangulación de pagos en las que aparece la constructora Chocosa, propiedad de los hijos del gobernador. 

Enrique Inzunza, quien amenazó con desaparecer el Partido Sinaloense, acusaba a Cuén Ojeda de ser el responsable de la difusión de un video en el que se observa, al Senador, masturbándose, y también le echaba la culpa de que se hayan divulgado, en plena campaña electoral, las denuncias por delitos sexuales que le interpuso la Jueza de Control Ana Karina Aragón Cutiño. Las querellas están vivas.

Después de 22 días del asesinato de Héctor Melesio Cuén, la mañana del 16 de agosto Sara Bruna Quiñonez Estrada anunció su “renuncia voluntaria” al cargo de Fiscal General de Sinaloa, luego de que la FGR encontró una serie de inconsistencias en la “investigación” del homicidio.

Sara Bruna fue colocada en la Fiscalía Estatal después de que el gobernador Rubén Rocha procesó la “renuncia” de Juan José Ríos Estavillo en venganza porque recibió de la Jueza de Control Ana Karina Aragón Cutiño la denuncia por delitos sexuales contra Enrique Inzunza cuando fungía como presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Sinaloa.

En su tarea de “Fiscal carnala”, Quiñónez Estrada intentó consolidar la hipótesis de que Héctor Melesio Cuén fue asesinado en un fallido despojo de una camioneta en la que era trasladado. Recreó incluso su “teoría” con un video grabado en una gasolinería en donde falsamente dijo que se desarrolló el atentado criminal.

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