¿Qué pendientes nos deja la reciente elección?

Fernando Díaz Naranjo

Nos encontramos en la recta final del proceso electoral federal y será tiempo de múltiples reflexiones sobre los resultados y, sobre todo, las lecciones que nos dejó la elección más grande que se haya registrado en nuestro país.

De entrada, e independientemente de lo que defina el Legislativo en el mes de septiembre, apunto varios temas en los que debemos reflexionar:

• El Legislativo más que pensar en la posibilidad de desaparecer a los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE), debe pensar en la necesidad de conservarlos en virtud, entre otras consideraciones, a las especificaciones particulares de cada entidad, por ejemplo, los ejercicios de participación ciudadana que llevan muchos de ellos.
• Debe pensarse que el buen desarrollo de las elecciones tanto federales como locales deben en gran medida su éxito a que cuenten con los recursos óptimos en beneficio de la participación ciudadana para elegir los diversos cargos de elección en disputa.
• Es necesario analizar con detenimiento una reforma al marco normativo que valore la conveniencia de utilizar, al interior de la República, el voto por internet como actualmente las y los mexicanos residentes en el extranjero lo utilizan para emitir su derecho al sufragio.
• De igual forma, sugiero que el legislativo analice la conveniencia del uso de urnas electrónicas que, en diversos ejercicios vinculantes han demostrado su eficacia y confiabilidad para recibir el voto de la ciudadanía.
• Sugerimos dotar al Instituto Nacional Electoral (INE) de las herramientas necesarias para que pueda dar seguimiento y, en su caso, llevar a cabo por procedimientos correspondientes para aquellas instancias que no cumplan con la paridad en la integración de los gobiernos en sus tres niveles, en los órganos autónomos y en los sistemas normativos.
• Sería conveniente, establecer en la legislación la obligación hacia los partidos políticos para que verifiquen que las personas que postulan no hayan cometido violencia contra las mujeres en razón de género para que, además de que no se les permita su participación, se multe al partido por no llevar a cabo una verificación estricta y adecuada.
• Sugerimos que el Legislativo analice la conveniencia de maximizar, aún más, las acciones afirmativas con la finalidad de incluir a un mayor número de personas en cargos de elección popular a segmentos de la población históricamente discriminados.
• Toda vez que las y los jóvenes, principalmente entre los 20 y 29 años son los que menos participan en elecciones, sugerimos se establezcan en la normativa electoral la obligación de las autoridades electorales de focalizar diversos programas a dicho segmento de la población para que registren una mayor participación.
• Consideramos conveniente que en la planeación estratégica que el INE establezca para un próximo proceso electoral federal, se considere una tipología de la complejidad electoral por distrito electoral federal, como la que en su momento realizó, para focalizar estratégicamente las necesidades de cada entidad y de cada distrito para optimizar recursos y resultados.
• Debe reforzarse las manos del INE para alcanzar una fiscalización más robusta que, con la obligación de la colaboración de otras autoridades, se permita una auténtica rendición de cuentas por parte de los actores políticos que buscan obtener el poder público.

Éstos y otros temas quedan pendientes para que el próximo Legislativo los considere y, de ser el caso, establezca en una próxima reforma electoral el análisis de estos con el único objetivo de velar por los derechos políticos y electorales de la ciudadanía, de la transparencia y la rendición de cuentas.

Estaremos atento a las definiciones que se tomen en su oportunidad.