Especies comunes que pertenecen a la selva baja son halladas ahora en la sierra de Sinaloa, alejándose de las altas temperaturas para desarrollarse

Nuevos hallazgos en el área de la Herpetología se han registrado en la zona de sierra de Sinaloa, especies comunes que pertenecen a la selva baja, una condición que hace interesante estos descubrimientos que indican que el cambio climático está haciendo que las especies transiten hacia hábitat más frescos para desarrollarse, lejos de las altas temperaturas, compartió Héctor Alexis Castro.

El licenciado en Biología con especialidad en Zoología, quien recientemente se encuentra realizando una maestría en el Centro de Estudios Justo Sierra en Surutato, Badiraguato, compartió que estos hallazgos han surgido de prácticas realizadas por estudiantes de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

“Son tres serpientes; la serpiente perico de la costa del Pacifico, ojo de gato y la serpiente ratonera verde, que normalmente encontramos en la selva baja especies totalmente adaptadas a hábitat arborícolas y que los hemos encontrado en estas zonas templadas de bosques de pino encino”, citó. 

Estos descubrimientos, dijo, son importantes no solo en relación al cambio climático, sino también en el contexto de comportamiento, puesto que la movilidad de una especie que pertenece a una selva baja es muy diferente a una movilidad en un bosque con un tipo de vegetación que es más abierta, como es el bosque alto de pino.

El especialista expresó que el rango de distribución de estas especies es poco estudiado, lo que lo hace interesante para el estudiante. 

“Registros de ampliación, un ejemplo es la ranita esmeralda que dentro de los registros históricos se encontraban en el sur de Sinaloa en Concordia y nosotros la encontramos hasta la sierra de Badiraguato y extendimos el rango de distribución de la especie a nivel nacional, como especie endémica hasta trescientos kilómetros desde donde se conocía”, detalló. 

La explicación de encontrar estas especies en una zona templada indica que están en busca de zonas húmedas, un refugio que pueden dar las zonas altas. 

“También hemos encontrado a la ranita ladradora, especie común de la selva baja y la hemos encontrado en zonas templadas; lo interesante es que requiere de ambientes muy húmedos para desarrollarse ya que esta pasa de una fase larvaria como lo es en la mayoría de los anfibios, por lo que requiere de un ambiente bastante húmedo”, comunicó.

Un registro más a nivel estatal que no estaba dentro de los inventarios faunísticos del estado es el sapo chihuahuense o de macoy, la cual también fue encontrada justamente en la zona templada de la sierra de Badiraguato y las montañas de Chihuahua.

Otro registro, agregó, es el caso de la tortuga pecho quebrado sonorense, la cual había estado identificada bajo otro nombre dentro de esta distribución, la cual gracias a las investigaciones morfológicas de revisión de literatura se pudo identificar con exactitud a la especie.

Castro Bastidas compartió la existencia también de una especie emblemática y que en Sinaloa existe, se trata del ajolote tarahumara, una variedad de los casi treinta ajolotes que hay en Norteamérica. Es un género que se piensa que es exclusivo del centro de México, específicamente en el lago de Xochimilco, pero Sinaloa tiene esta salamandra.

Sin embargo, es una de las especies que está recibiendo una presión importante, al igual que muchas otras que están en categoría de riesgo.

“Las presiones son niveles altos de temperatura, la sequía, aunado a la demanda extrema de agua que puede haber en un ecosistema, la tala de vegetación que suele no retener la precipitación y la contaminación antropogénica”, finalizó.

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