Un gobernador que mata y que además se burla

Juan Manuel Partida Valdez

De locos, pero real: en Sinaloa tenemos un gobernador que mata y que además se burla.

La orden de quitarle la protección de la guardia nacional a Héctor Melesio Cuén Ojeda hace a Rubén Rocha Moya corresponsable del crimen.

Por decir lo menos, pues para muchos es el autor intelectual del asesinato.

En mi columna del pasado 10 de julio advertí que Rubén Rocha quiere muerto a Melesio y que por eso exigió que le quitaran la protección federal.

Cuén Ojeda se convirtió en un dolor de cabeza permanente para el gobernador.

Por eso sus ataques tan despiadados contra el maestro, contra su familia y contra los principales mandos de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Rubén Rocha es inhumano y muy cruel, capaz de cualquier cosa.

Ahí están sus amenazas para someter a varios de sus adversarios.

El secuestro de algunos de ellos, y muy probablemente también el asesinato.

Por lo que le queda de vida, cargará con el estigma de ser un matón despiadado.

Si alguna duda quedaba sobre un crimen cometido por el gobierno, quedó completamente despejada con el montaje operado casi de inmediato por la fiscalía estatal “de justicia”.

Ahora resulta que no fue un homicidio premeditado, sino un intento de robo de la camioneta.

Los “raterillos” le dispararon cuatro balazos a Cuén, destrozándole la femoral.

Rocha y su fiscal vendida nos vuelven a tratar como si fuéramos retrasados mentales.

No sólo mataron a Cuén, sino que además se burlan de su familia, amigos y todos los sinaloenses de bien.

Hasta dónde es capaz de llegar el narco gobernador asesino, debemos decir que ningún límite hay.

Con su poder y sus controles, hace lo que se le pega la gana.

Sin consecuencias, porque oficialmente todo termina con el “ay mamá que yo no fui”.

Un gobierno asesino y cínico, encabezado por los pervertidos Rocha y su queridísimo chaquetas Enrique Inzunza Cázarez.

Quién sigue de ser atacado y/o morir, es pregunta inevitable.

Somos muchos los que estamos en peligro -me incluyo-, porque al igual que Héctor Melesio no nos arrodillamos ante don Rubén y sus cómplices.

Como manifestó en su momento el maestro, quien esto escribe hace responsable al gobierno estatal de lo que me pueda pasar a mí y a mi familia.

Sinaloa perdió a un gran hombre que entre sus muchas virtudes fue artífice de una UAS renovada y mejor.

No permitamos que su asesinato quede impune.

Toca seguir luchando, como Melesio lo hacía.

Urge un pronunciamiento contundente por parte de la Universidad Autónoma de Sinaloa en contra de este crimen, como el de la ANUIES.

ANUIES y Cuén

Se necesitan también acciones más contundentes y enérgicas, pasando el duelo y la velación.

Si Cuén Ojeda siguiera con nosotros, nos diría esa frase que con mucho fervor repetía a cada rato: ¡claro que se puede!

LA CORRESPONSABILIDAD DEL PERIÓDICO NOROESTE

Repetidamente he señalado a la cadena de periódicos Noroeste como un medio de comunicación que sin recato se coludió con el gobierno en los despiadados ataques contra Héctor Melesio, la UAS y otros adversarios del “héroe” del tercer piso.

A cambio de mucho dinero, mintieron descaradamente en sus notas “informativas”.

Lo siguen haciendo hoy, prestándose al montaje del “intento de asalto” en la gasolinera en la que balacearon a Cuén.

Un detalle curioso que nos revela la carga de culpa que comienzan a sentir es el hecho de que el director de Noroeste, Adrián López, comenzó tras el homicidio a borrar algunas de sus publicaciones contra el asesinado.

Como si pudiera eliminar de nuestras memorias sus deleznables infamias.

Hay que decir con tristeza que Noroeste termina en la ignominia por traicionar la verdad y la justicia.

El estigma es imborrable, con muchos que los consideran cómplices del asesino al que lambisconean sin descanso.

Es una pena, porque tiene a muchos trabajadores honestos y comprometidos.

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