El director plagiario e ilegal del CIDE es ahora emérito del SNI

Isaac Torres Cruz

A pesar de la documentación de plagio de artículos académicos y la gestión ilegal que se cierne en torno a José Romero Tellaeche, director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), este año resultó premiado con el máximo grado que otorga el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Ahora es investigador emérito.

El académico que persiguió a un joven por los pasillos del CIDE por decirle “espurio”; que desmanteló la sede en Aguascalientes; que orilló a la renuncia de raudales de profesores de la institución; uno de cuyos plagios correspondió a un Premio Nobel y que fue retirado posteriormente por la revista; el mismo que no pudo comprobar junto con Conahcyt la legalidad de su elección al frente del CIDE –incluso denunciadas por, el ahora ex candidato presidencial, Jorge Álvarez Máynes–, ahora es un “emérito” nacional, lo que lo acredita ante los ojos de la institución que le otorgó dicha dirección –aunque no entre sectores de la comunidad académica– como uno de los máximos científicos sociales de México.

Denuncia interpuesta por Jorge Álvarez Máynez en 2023 ante la ASF.
Denuncia interpuesta por Jorge Álvarez Máynez en 2023 ante la ASF. X

En grupos digitales de investigadores destaca la incomodidad que significa el nombramiento, donde se expone que el mayor mérito que tiene Romero Tellaeche es su cercanía y lealtad a la dirección de Cona(h)cyt, dirigida –por tres meses más– por Elena Álvarez-Buylla. Si bien, el tema administrativo ha sido documentado por “Crónica” y otros medios, así como por la misma comunidad del CIDE, el mérito –o ausencia de éste– de Romero Tellaeche tendrá que cargar consigo las exposiciones de plagio.

“DESCARADO AL FINAL DEL DÍA”.

En junio de 2022, estudiantes del CIDE se manifestaban frente a Palacio Nacional contra las ilegalidades por las que atravesó –hasta hoy sin resolver– la elección de Romero Tellaeche, pero con la novedad de que se habían dado a conocer los plagios en su registro académico. “¡Un plagiador no será mi director!”, gritaban.

El primer plagio, documentado por “El Universal”, fue en el artículo “Determinants of Sectoral Import in Manufacturing Industry: A panel Data Analysis”, escrito por los economistas turcos Caner Colak, Selman Tokpunar y Yasin Uzun.

Pero “el que plagia, rara vez lo hace una sola vez”, escribió académico del ITAM Mauricio Romero, quien dio a conocer el plagio del director del CIDE a un Premio Nobel.

El plagio se registró en el artículo “La herencia del experimento neoliberal” firmado por José Antonio Romero, publicado en el volumen 97, número 345, de 2020, de la revista “El Trimestre Económico”, y que utilizaba indebidamente fragmentos del artículo “Is Nationalism a Boon or a Curse?”, del Nobel Amartya Sen, publicado en “Economic and Political Weekly”, de 2008; también plagió –o el ahora emérito no supo citar– el artículo “Origins of Ethnic Nationalism in Germany and Repercussions in India”, de Michael Dusche, publicado en 2010.

Aunque forma parte de su índice en la versión digital, al día de hoy se puede leer que el artículo “fue retirado debido a un incumplimiento de las normas de citación de la revista”. Irónicamente al párrafo siguente un recuadro de la revista apunta cómo se debe citar el artículo fantasma: “Romero, J. (2022). La herencia del experimento neoliberal. El Trimestre Económico, 87(345), 13–49. https://doi.org/10.20430/ete.v87i345.1029”.

La revista retitó el artículo de Romero.
La revista retitó el artículo de Romero.

“Pero le tienes que admirar su actitud, descarado al final del día”, escribió entonces Catherine Andrews, académica del CIDE, quien fue destituida de la Secretaría Académica por Romero, en el entonces Twitter. “Plagiar a Sen –un premio Nobel y vaca sagrada– es señal de que piensas que nadie te va a cuestionar”.

Tras estos plagios, la misma Comisión de Ética del CIDE determinó que su director había cometido plagio, no obstante no sumó los votos necesarios para su sanción y remitir la recomendación de su destitución a Conacyt.

“El doctor José Antonio Romero Tellaeche incurrió en una falta a la ética en los dos artículos académicos de su autoría presentados por la parte denunciante, misma que consistió en la presentación intencional de ideas ajenas como propias y sin dar el crédito debido a las fuentes utilizadas. Esta conducta configura un plagio según la definición del artículo 4º, fracción I, del Código de Ética del CIDE”, señaló el Acta de la Comisión de Ética.

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