El “cuarto de guerra” de Rocha: atentado contra el PAS y el PRI

Álvaro Aragón Ayala

Rubén Rocha Moya envía lecturas de que en Sinaloa “no ha cocido el arroz” y de que, para hacer ganar a sus candidatos de Morena, tiene que cometer un megafraude y desactivar o intentar desaparecer al Partido Sinaloense e inmovilizar al Partido Revolucionario Institucional.

Las jugadas, ya conocidas, se supieron por las propias filtraciones del “cuarto de guerra” del gobernador, quien es monitoreado por agentes de la DEA tomando como base el secuestro masivo de cientos de activistas del PRI en el 2021 y las versiones de entrega de dinero sucio en aquella elección para favorecer a Rubén Rocha.

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El “cuarto de guerra” es operado por el propio gobernador, el hijo del mandatario, José -Clever- Rocha Ruiz, el secretario general de Gobierno con licencia y candidato de Morena al Senado de la República, Enrique Inzunza Cázarez, acusado de delitos sexuales, y Luis Alonso García Corrales, ex secretario de Organización del Partido Sinaloense.

Con datos de la plataforma digital del PAS robada por Luis Alonso García, quien habría de ser secuestrado o fingido su secuestro para consumar el plan de traición contra los directivos del partido estatal, se intenta perpetrar un atentado contra miles y miles de militantes del PAS.

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Desde el “cuarto de guerra”, el gobernador compra encuestas para “publicitar” que los candidatos de Morena ya ganaron, lo que indica la preocupación de la derrota anticipada, y organiza de un megafraude electoral con falsos sondeos electorales para justificar que sus abanderados ganaron “porque iban muy adelante”. Ordenó también a los rocha-periodistas a sembrar el sonsonete de que el PAS va a desaparecer.

Bajo amenazas, Enrique Inzunza intenta “mandar”, “girar instrucciones” a la estructura operativa del PAS, advertencias que son grabadas para cursar demandas penales y electorales contra el candidato senatorial de Morena. Inzunza ejerce presión para que los estrategas se retiren de la contienda o no acudan a respaldar a los candidatos pasistas el día de la elección.

Con los datos proporcionados por Luis Alonso García, los operadores son llamados o visitados para forzarlos a que ya no participen en política. Como la jugada del gobernador ya fue captada no es remoto que recurra a la violencia, secuestrando y amenazando, como lo hizo en el 2021, o intente comprar a los liderazgos pasistas territoriales a los que tratan de convencer los traidores que ya operan en Morena.

Contra el PRI la operación es casi similar: el gobernador penetró el tricolor y giró indicaciones para que no designen representantes de casilla para la elección de diputados locales y alcaldes y que el día de la elección no se presenten a las urnas los comisionados de los candidatos a diputados federales y al Senado de la República. Que abandonen también a Xóchitl Gálvez.

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