Banxico recortó el pronóstico de crecimiento de la economía mexicana a 2.8%

Juan Carlos Cruz Vargas

El Banco de México (Banxico) recortó, para el 2024, su pronóstico de crecimiento de la economía mexicana a 2.8% desde el 3.00% previsto anteriormente, impactado por el proceso electoral.

Al dar a conocer los Informes Trimestral de Inflación, el organismo encargado de la política monetaria del país señaló:

“En particular, se mantiene la expectativa de que la actividad productiva muestre un crecimiento sesgado hacia el primer semestre. Se espera que el mayor gasto público en relación con el año previo resulte en un mayor gasto interno en general, considerando tanto los efectos directos como los de derrama hacia el consumo e inversión privados”.

Para el segundo semestre del año, añadió, se prevé una desaceleración de la actividad productiva, en congruencia con la evolución que se ha observado en episodios de años electorales previos. En cuanto a la demanda externa, se espera que presente debilidad en el año.

Mientras que para el 2025, el banco central anticipó un crecimiento económico del 1.5% ante el esfuerzo de consolidación fiscal previsto se refleje en un menor gasto interno.

En cambio, se anticipa que la demanda externa cobre mayor peso ante el mejor desempeño esperado para la economía de Estados Unidos en ese año relativo al anterior.

Entre los principales riesgos que pueden entorpecer el crecimiento, el Banxico destacó que a pesar de la resiliencia que ha mostrado la economía de Estados Unidos, su crecimiento sea menor a lo esperado, en detrimento de la demanda externa de México.

Que un escalamiento de diversos conflictos geopolíticos en distintas regiones del mundo repercuta adversamente en la economía global o en los flujos de comercio internacional.

Por otra parte, se pueden materializar condiciones financieras más astringentes a lo esperado y/o episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales que afecten los flujos de financiamiento para las economías emergentes.

Asimismo, que el gasto público provoque un menor impulso sobre la actividad económica que el anticipado.

Que el gasto en inversión en nuestro país sea menor a lo previsto o insuficiente para apoyar el crecimiento de la economía, particularmente en el largo plazo. Ello podría ocurrir, entre otras razones, debido a que los numerosos procesos electorales alrededor del mundo podrían generar una mayor incertidumbre que afecte la inversión global.

Por último, que fenómenos meteorológicos tales como temperaturas extremas o ciclones impacten adversamente la actividad económica nacional.

Inflación dentro del objetivo del Banxico

Por el lado de la inflación, el Banco de México elevó su pronóstico de 3.4% a 3.5% para el presente año.

“La revisión al alza de la inflación general durante 2024 refleja los niveles ligeramente más elevados que se anticipa registre la inflación subyacente durante ese año respecto a lo estimado en el Informe anterior. También considera niveles más altos de la inflación no subyacente en los primeros dos trimestres de ese año”, explicó.

Los principales riesgos para la inflación son los siguientes:

La persistencia de la inflación subyacente, ante la magnitud, alcance y duración de los choques que se han enfrentado y que la han llevado a niveles elevados; episodios de depreciación cambiaria, posiblemente ante eventos de volatilidad en los mercados financieros internacionales.

Mayores presiones de costos que pudieran traspasarse a los precios al consumidor, que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada que incida en una reducción de la inflación más gradual de lo previsto.

También afectaciones climáticas que pudieran impactar los precios de algunos productos y una profundización de los conflictos geopolíticos que pudiera generar disrupciones en las cadenas globales de producción.

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