Los tres candidatos de la 4T

Ernesto Hernández Norzagaray

El Gobernador Rubén Rocha, quien en los hechos es el responsable de la 4T en Sinaloa, como jefe político de Morena, no parece actuar en consecuencia y a los aliados históricos del morenismo, los trata con menosprecio como sucedió en 2021 cuando prefirió al PAS

¿Ruptura?, ¿desprecio?, ¿ninguneo?, ¿rechazo?, ¿exceso de confianza?, ¿qué es lo que explica que la otrora coalición Morena, PT y Verde, por segunda ocasión, no prospera en Sinaloa, al menos, en lo que se refiere a la fórmula para el Senado de la República? y, entonces, los tres partidos de la 4T en esta elección tendrán el mismo número de candidatos a la Cámara Alta y ya veremos, si sucede lo mismo, en las alcaldías y diputaciones locales.

Imelda Castro y Enrique Inzunza; Jesús Estrada Ferreiro y Yolanda de la Cruz y Jesús “Chuy” Valdez y Nubia Carvajal, respectivamente, serán los que cada uno de los partidos se ofrecerán al electorado sinaloense.

En el caso, de los candidatos a diputados federales, las cosas son medianamente diferentes a despecho del propio Gobernador, ya que de los seis candidatos conocidos hasta ahora dos corresponden al casi inexistente Partido Verde y otro más al PT -aunque, en lo que se refiere al Verde hay una jugada que seguramente se repetirá en otros estados y que consiste en promover candidaturas de Morena en los otros partidos para llegado el triunfo luego alinearse en la fracción morenista y de esa forma impulsar el llamado Plan C.

El Gobernador Rubén Rocha, quien en los hechos es el responsable de la 4T en Sinaloa, como jefe político de Morena, no parece actuar en consecuencia y a los aliados históricos del morenismo, los trata con menosprecio como sucedió en 2021 cuando prefirió al PAS.

Y hoy, lo refrenda, en la fórmula al Senado de la República, aunque la dirección nacional le ha corregido la plana y a Enrique Inzunza lo ha pasado a la segunda posición y, todavía, habrá que esperar que resuelve el INE si lo veta por el tema que lo acusa la jueza Ana Karina Aragón Cutiño y tiene que ver con acoso sexual y violencia de género.

Si el fraccionamiento de la otrora coalición de izquierda no se corrige en las candidaturas locales de alcaldes, diputados y síndicos procuradores, se habrá confirmado que cada uno de estos partidos llevaran a sus candidatos y eso terminaría por fragmentar la oferta política cuatroteísta y potenciar, si hacen un buen trabajo, a los candidatos de la coalición Corazón y Fuerza por México y Sinaloa y a Movimiento Ciudadano por un simple ejercicio de suma cero (lo que pierde uno, o dispersa, lo gana otro).

Los duros, los jacobinos de la 4T, están felices, de que eso suceda porque como me lo decía uno de ellos, el Gobernador le aplica aquello de “quien siembra vientos recoge tempestades”, y a su juicio, eso abre la posibilidad de que los “verdaderos cuatroteístas” estén en la boleta electoral y hasta lleguen a ocupar posiciones de representación política para servir de contrapeso a quien consideran un “inconsecuente, un traidor, con el proyecto de la 4T”.

Ahora bien, ¿cómo les fue separados a Morena, PT y al Verde en la elección federal intermedia de 2021?, para intuir meridianamente lo que puede pasar en este 2024, la participación ciudadana en esta elección estuvo por debajo de la de Gobernador, pues sólo votaron en ella 411 mil 883, que representó el 37.6 por ciento de la lista nominal contra el 49 por ciento de la de Gobernador. Ya sé que cada elección es distinta, no es la misma atmósfera, ni el mismo ánimo, ni los mismos candidatos, pero eso está por verse y seguramente lo que de ella derive se reflejará en el nivel de participación y el sentido del voto popular.

Bien, pues en esa elección, Morena obtuvo 150 mil 052 sufragios, mientras el PT escasamente logró 8 mil 728 votos, y el Verde, 11 mil 185 votos, es decir, sumado es el piso que tienen cada uno de los partidos de la 4T y a primera vista se ve difícil que puedan remontar la diferencia.

Y en el mejor de los casos, con esos números, el hoyo que podrían hacer el PT y el Verde es en número redondos alrededor de 20 mil votos, que es de donde van Jesús Estrada y Jesús Valdez, en su búsqueda por llegar al Senado de la República.

Se dirá a favor de estas cabezas de fórmula que el primero en su estatus de víctima del Gobernador habrá de crecer porque así lo ven muchos culichis y éstos habrán de apoyar al ex Alcalde de Culiacán, y en otro sentido, es el caso del segundo, quien al igual que Estrada fue Alcalde de la capital del estado y dirigente estatal del PRI, que hará esfuerzos por atraer el voto de los priistas inconformes con la dirigencia nacional o la local, como también con los aliados en Sinaloa.

Sin embargo, la cosa no es tan sencilla, sobre todo si continúa polarizándose la intención de voto dando paso a lo que se conoce como voto útil y, pudiera suceder, que las restas en Morena favorezcan a los candidatos por la coalición opositora.

Es decir, Paloma Sánchez y Eduardo Ortiz estarán felices de esta fractura en la coalición Sigamos haciendo historia.

En definitiva, la 4T tiene un problema de suma coalicional en Sinaloa que se llama Rubén Rocha Moya y que, sin duda, habrá de afectar el posible margen de victoria o derrota de los candidatos cuatroteístas. Pero hay que esperar y ver que empiecen las campañas y se acomoden las calabazas, esperemos, sólo, que no se repita la experiencia criminal de 2021 que vendría a echar abajo los mejores esfuerzos institucionales.

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