Las excepciones en medicina

Gerardo Gamba

En biología y en medicina todo puede pasar. Se pueden ver las situaciones o variaciones más raras e improbables. Lo que no pasa en la física. Las leyes físicas se respetan siempre. Si suelto una moneda se cae, 100% de las veces. En biología no es así. En los fenómenos biológicos hay variaciones y eso la hace muy complicada. Por eso, en medicina dependemos de la estadística para describir los fenómenos. Tenemos que saber cuál es la probabilidad o porcentaje en la que va a ocurrir un fenómeno y todo el tiempo debemos tener presentes las excepciones. Por eso, de enfermarse, es mejor que sea de algo frecuente, porque tenemos mejor idea de qué hacer, que cuando es algo raro.

Escribo esto porque al final del año hubo dos reportes de situaciones gineco-obstétricas extremadamente raras que vale la pena comentar. La primera de ellas fue un caso reportado en la sección de imágenes en medicina clínica del New England Journal of Medicine (Doi: 10.1056/NEJMicm2120220) de una mujer de 37 años, que vive en una isla muy remota que pertenece a Francia, llamada “La Reunión”, al este de Madagascar. La isla tiene una extensión territorial de 2,500 Km2. Para referencia, la ciudad de México tiene 1,495 y el estado de Tlaxcala 4,016. La paciente se presentó a urgencias por dolor abdominal de 10 días de evolución. Lo que tenía era un embarazo extrauterino de 27 semanas de evolución, con la placenta adherida al peritoneo. Fue trasladada a la ciudad de Lyon, en Francia, en donde a las 29 semanas fue sometida a cirugía abdominal para extraer el producto y, al mismo tiempo, fue embolizada por vía arterial la placenta, ya que quitarla en ese momento produciría un sangrado mortal. Doce días después fue operada de nuevo para remover el resto de la placenta ya sin riesgo. El bebé prematuro estuvo dos meses en incubadora. Madre y bebé regresaron con bien a La Reunión.

Los embarazos fuera del útero son poco frecuentes, pero no son raros. Sin embargo, generalmente resultan en sangrado adentro del abdomen durante el primer trimestre, que representa una emergencia médica y el producto se pierde. Lo extraordinariamente raro en este caso es el de un bebé que logró nacer de un embarazo extrauterino.

El otro caso reportado, es el de una mujer en Alabama que nació con dos úteros, condición que de por sí es rara. Cuando esto sucede, cada útero queda asociado con un ovario. En general, durante la edad reproductiva, los ovarios toman turnos en la ovulación, de tal manera que ocurre en un mes de un lado y un mes del otro. Ocasionalmente, puede ocurrir una poliovulación, es decir, que ambos ovarios ovulen al mismo tiempo y así es como nacen los gemelos dicigotos (lo que llamamos cuates). Esto le ha de haber sucedido a la paciente, ya que al poco tiempo de saber que estaba embarazada, se observó en el ultrasonido que se trataba de dos bebés diferentes, en dos úteros diferentes. Todo esto en conjunto es muy raro y, encima de eso, cuando los bebés llegaron a término, uno nació por parto natural y al día siguiente, el otro nació por cesárea. ¿Cuántas mujeres en la historia de la humanidad habrán tenido un parto natural y en menos de 24 horas, una cesárea?

La medicina está llena de sorpresas y excepciones. Es ahí en donde los especialistas muy bien entrenados y que han leído mucha medicina hacen la diferencia.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM

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