Encumbramiento de expriistas y panistas y un par de portazos marcaron la selección de candidatos en Morena
Arturo Rodríguez García
Inédita, la jornada de decisión de candidatos de Morena a las gubernaturas de nueve entidades federativas se complicó.
Prevista para concluir a las 19 horas de este viernes 10 de noviembre, el proceso se prolongó hasta la madrugada de hoy sábado 11, con dos expriistas y dos expanistas que se quedaron con cuatro candidaturas, así como un exmilitante del Verde que solía ir a elecciones en alianza con el PRI. Apenas cuatro de los elegidos corresponden a trayectorias con militancia en la izquierda partidista.
Alrededor de las 3:30 horas de hoy sábado el presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carillo, anunció el resultado final, luego de que a lo largo del viernes se dieron a cuentagotas los resultados de las encuestas para finalmente aplicar la regla de equidad de género –impuesta por la autoridad electoral– y quedar con el siguiente resultado:
Por regla de género, la más disputada y compleja de las designaciones fue la Ciudad de México, donde resultó virtual candidata Clara Brugada, pese a que la encuesta daba la mejor posición al exsecretario de Seguridad Ciudadana de la capital del país Omar García Harfuch.
En Guanajuato Alma Alcaraz Hernández asumirá la nominación, dejando atrás al mejor posicionado, Ricardo Sheffield; mientras que en Jalisco el triunfo fue para Claudia Delgadillo.
Las dos mujeres que ganaron directo por encuesta fueron Margarita González Sarabia, virtual candidata en Morelos, y Rocío Nahle, abanderada en Veracruz.
Las nominaciones que recaen en hombres corresponden a Yucatán, donde el ganador de la encuesta fue Joaquín Díaz Mena; en Tabasco lo será Javier May; en Puebla, Alejandro Armenta, y en Chiapas, Eduardo Ramírez.
En su mensaje, Mario Delgado encomió la metodología del partido que dirige, insistió en la aceptación de los resultados de parte de todos los aspirantes y aseguró que Morena marcha en unidad a las elecciones del próximo año, que, sin embargo, reconoció un reto por no tener en la boleta al presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que llamó a cerrar filas.
Asimismo explicó la regla de género, es decir, los ajustes necesarios para designar a las mujeres que, aun sin ser las mejor posicionadas, tengan el lugar más próximo al primer lugar.
Desde el pasado jueves 9 de noviembre Morena dio a conocer que había alcanzado un acuerdo para que, aquellos aspirantes que quedaran en el segundo lugar, pero no fueran elegidos para la Coordinación de Defensa de la Transformación –eufemismo para la candidatura a alguna gubernatura–, lo serían de la “Defensa del Federalismo”, una nueva figura para optar por algún escaño al Senado.
La decisión final sobre las nuevas candidaturas implica reacomodos en las facciones internas del morenismo y sus partidos aliados que, sin embargo, en un primer momento no han representado amagos de ruptura, excepto por la molestia del poblano Ignacio Mier y del jalisciense Antonio Pérez –padre del piloto mexicano de Fórmula 1, Checo Pérez–, quienes abandonaron el hotel Camino Real de Polanco, en la Ciudad de México, convertido desde la mañana del viernes 10 en epicentro de la cúpula del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Gatopardismo político
El encumbramiento de figuras procedentes de otros partidos políticos marcó la selección de coordinadores estatales de Defensa de la Cuarta Transformación, pues cinco de los nueve elegidos tuvieron carreras políticas destacadas en el PRI, PAN y Partido Verde.
Es el caso de Puebla, donde será candidato Alejandro Armenta Mier, hombre de extensa trayectoria en el PRI, partido en el que inició su participación en los ochenta, vinculado al grupo político del exgobernador Mario Marín.
En 2017 asistió a un acto de Morena, lo que motivó un procedimiento disciplinario en el PRI cuyo resultado no esperó. Armenta renunció a su militancia y se adhirió al partido guinda que lo abanderó candidato a senador en 2018. Desde su escaño, ha sido de los más radicales senadores lopezobradoristas.
En segundo lugar en la encuesta interna, pero excluido por la norma de género, que desde el corte del viernes subió a Claudia Rivera Vivanco, resultó Ignacio Mier, el líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, hombre procedente también del PRI, primo del propio Armenta y relacionado desde hace décadas con el grupo político de Manuel Bartlett.
Otra expriista es la virtual candidata en Jalisco, Claudia Delgadillo, otrora colaboradora cercana a Aristóteles Sandoval durante su gubernatura en la que protagonizó una vertiginosa carrera política. El mejor posicionado conforme a encuestas era Carlos Lomelí, el médico y empresario que terminó sacrificado por regla de equidad.
En Yucatán la postulación fue para Joaquín Díaz Mena, el Huacho, quien como militante del PAN fue alcalde de San Felipe y dos veces diputado federal. Contendió por la gubernatura en 2012 pero resultó derrotado. Lo intentó nuevamente en 2018, pero el PAN postuló a Mauricio Vila. Díaz Mena buscó ser postulado al Senado y, ante su exclusión, se fue a Morena, partido por el que contendió por la gubernatura ese año, pero resultó derrotado y fue nombrado superdelegado en la entidad.
La candidatura se la disputaba la expriista Verónica Camino Farjat.
Además, en Guanajuato la decisión se encontraba entre dos expanistas: Ricardo Sheffield Padilla, quien resultó el mejor posicionado en la encuesta, y Alma Alcaraz, favorecida por la regla de equidad de género aun cuando en la medición obtuvo el tercer lugar de las preferencias, detrás de Ernesto Prieto, quien se quedó en el camino.
Alcaraz fue diputada local, desarrolló una amplia carrera política en el PAN tanto en Sinaloa como en Guanajuato hasta que, en medio de disputas internas en dicho partido, renunció para ser reclutada tiempo después por Yeidckol Polvensky.
Un caso más es el de Eduardo Ramírez, el senador que había tenido una larga militancia en el Partido Verde durante el tiempo en que dicho partido se presentaba en alianza con el PRI.
Ramírez fue alcalde de Comitán, luego diputado federal de 2012 a 2013 cuando asumió la Secretaría de Desarrollo Social en Chiapas con Manuel Velasco, quien en 2015 lo postuló diputado local y lo hizo líder del Congreso hasta 2018.
Hace seis años Ramírez era considerado el delfín de Velasco, pero se pasó a Morena como candidato a senador, acompañado en fórmula por Sasil de León, una política con trayectoria similar que fue derrotada en preferencias. Ambos ganaron su escaño y, en el caso de Ramírez, su construcción morenista ocurrió de la mano de Ricardo Monreal.
Las maoístas al centro
La tensión entre el morenismo de la Ciudad de México se patentó desde el desaire del Estado Azul, el 24 de octubre último, cuando la militancia fue convocada al Acuerdo de Unidad que la virtual candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, realiza en la mayoría de los estados.
El asunto fue ampliamente expuesto: un estadio semivacío patentó el fracaso en la convocatoria que obligó a Sheinbaum a cancelar su asistencia. Ahí, Mario Delgado hizo un severo llamado a la unidad. Sin embargo, el encuentro se aplazó hasta el jueves 9 de noviembre pasado, un día antes de darse a conocer los resultados de las encuestas, pero esta vez en la Arena México, un espacio mucho más reducido en comparación con el inmueble de la colonia Nochebuena.
El acto en la Arena México fue todo menos de reconciliación. Con la idea persistente de que Sheinbaum apoya a Omar García Harfuch, la movilización predominante fue notoriamente de Clara Brugada, exalcaldesa de Iztapalapa, cuyos simpatizantes coreaban “Utopías”, el grito de batalla brugadista que se repetía mientras la aspirante presidencial trataba de imponer el coro de “unidad” hasta que se dio por vencida.
Durante la jornada del viernes que se extendió a esta madrugada del sábado, el hotel Camino Real de Polanco, epicentro de la rebatinga morenista de las nueve entidades, tuvo en su exterior a los simpatizantes de Brugada con mariachi y vivas.
El partido fundado por López Obrador registró así un trajín no visto hasta ahora, ni siquiera en la definición de Claudia Sheinbaum Pardo como coordinadora nacional de Defensa de la Cuarta Transformación, el cargo creado para evadir los tiempos de la ley electoral.
De hecho, desde su fundación, Morena no había tenido un episodio tan prolongado en la selección de candidatos a gubernaturas que, además de una media de cinco aspirantes por estado sometidos a encuesta, debió acatar una regla de equidad de género para asignar a mujeres cinco de las nueve postulaciones.
Con el exsecretario de Seguridad capitalino y policía de carrera Omar García Harfuch en la cima de las preferencias, la regla de género operó en favor de Clara Brugada, quien había conseguido un distante segundo lugar del puntero.
Los dos perfiles no podían ser más contrastantes: García Harfuch, policía federal de carrera e implicado en la construcción de la “verdad histórica” del Caso Ayotzinapa, es hijo del extinto Javier García Paniagua, quien fue director de la Dirección Federal de Seguridad y luego secretario de Gobernación en los tiempos más álgidos de la llamada Guerra Sucia. Su abuelo, Marcelino García Barragán, fue secretario de Defensa con Gustavo Díaz Ordaz y, por lo tanto, titular de la dependencia durante las represiones de ese sexenio, incluido el 2 de octubre de 1968.
Brugada, por su parte, inició su participación política en los barrios pobres del oriente de la ciudad, es decir, en la zona de Iztapalapa. Militó en el movimiento social, destacadamente en el Frente Popular Emiliano Zapata y fue activa integrante de OIR Línea de Masas, una organización maoísta muy destacada en el centro del país en los ochenta.
En los noventa se integró al PRD, después acompañó a López Obrador en la Jefatura de Gobierno y más tarde fue diputada y entonces delegada de Iztapalpa, aunque con la famosa jugada de Juanito, el hombre de barrio que accedió a contender y ganar para luego dejarle su lugar a Brugada. Ella es fundadora de Morena.
En tanto, la única que ganó indiscutiblemente la encuesta y se convirtió en la primera designación segura fue Margarita González Saravia, quien hasta hace poco estuvo al frente de la Lotería Nacional.
Ingeniera de profesión, empresaria originaria de Cuernavaca, tiene una amplia militancia, primero como militante de OR Compañero, otra organización maoísta asentada en Morelos, luego como fundadora del PRD y finalmente como fundadora de Morena.
El posicionamiento de Margarita González dejó en la lona las pretensiones del gobernador Cuauhtémoc Blanco por imponer sucesor.
En tanto, en Veracruz, otro desplazamiento de facciones morenistas se advierte con el triunfo de Rocío Nahle, la ingeniera química que fue activa opositora a las reformas energéticas de los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, con escasa relación con el gobernador Cuitláhuac García, quien también trató de imponer sucesor.
La caída del “Grupo Tabasco”
Aunque el activismo lopezobradorista de Clara Brugada es temprano, ninguno como el de Javier May, el candidato a gobernador de Tabasco, que inició su vida pública en las tempranas luchas de López Obrador en su estado de origen, es decir, en 1989 cuando el hoy presidente fundó el PRD en la entidad.
Sin embargo, estaba en abierta disputa con otro lopezobradorista coterráneo, Adán Augusto López Hernández, quien intentaba impulsar a Raúl Ojeda, quien quedó abajo en las preferencias, incluso tras el editor y empresario Óscar Cantón Zetina.
Ahí la final se decidió entre May y Yolanda Osuna, una antigua funcionaria priista: fue secretaria de Turismo en Tabasco durante la gestión de Andrés Granier; en la administración de Adán Augusto López fue secretaria de Cultura y desde 2021 alcaldesa de Centro, cargo al que solicitó licencia para contender por la candidatura al gobierno de la entidad.
El llamado Grupo Tabasco, que encabeza el exsecretario de Gobernación Adán Augusto López, resultó derrotado también en Chiapas, donde intentaba impulsar a Pepe Cruz, exmilitante del Verde que fue secretario de Salud con el cuñado de Adán, Rutilio Escandón. Excluido desde el viernes, la decisión estaba entre el puntero en las encuestas Eduardo Ramírez y quien obtuvo el tercer lugar, Sasil de León.
Premios de consolación
La definición de quienes serán candidatas y candidatos en las nueve entidades federativas implicó el ya mencionado premio de consolación que posibilita al segundo lugar optar por la Coordinación de Defensa del Federalismo, es decir, la antesala para ser candidatos al Senado.
Con esa previsión para evitar fracturas, serán candidatas al senado: Verónica Camino Farjat en Yucatán, Yolanda Osuna en Tabasco, Claudia Rivera Vivanco en Puebla y queda pendiente la reelección de Sasil de León en Chiapas.
Además podrán optar a la candidatura al Senado Manuel Huerta en Veracruz, Omar García Harfuch en la Ciudad de México, Ricardo Sheffield en Guanajuato, Víctor Mercado en Morelos y Carlos Lomelí en Jalisco.