Dictamen de auditoría que causó malestar en el gobierno
Alfonso Carlos Ontiveros Salas
Salieron las notas periodísticas disparadas como misiles en los diarios de circulación estatal como Noroeste, el Debate, entre otros digitales como Línea Directa, etc. Dolió la verdad.
Mucha tinta y demasiado espacio para resaltar que la noticia informada por la Universidad Autónoma de Sinaloa en relación al resultado de la auditoría llevada a cabo por la Auditoría Superior de la Federación había sido exitosa.
Como la primicia no les fue concedida a los mencionados diarios noticiosos, por las autoridades estatales, sino directamente por la UAS en rueda de prensa convocada exclusivamente para esos fines, cayó como bomba en los ánimos gubernamentales.
La Auditoría Superior de la Federación dejó muy mal parados a los señores del gobierno que se han empeñado en deformar la información con fines políticos sin importarles el daño que provocan a la calidad educativa de la Universidad más importante de los sinaloenses, la UAS.
La Universidad Autónoma de Sinaloa ha demostrado que la transparencia y la rendición de cuentas es y será una fortaleza de la Institución rosalina como lo es también la educación que imparte y sus resultados en la formación integral de los jóvenes como se corrobora en los reconocimientos en las olimpiadas del conocimiento y en las competencias deportivas como son los Juegos Panamericanos y del Caribe de los que surgirán campeones universitarios que llegarán a los próximos juegos olímpicos que habrán de celebrarse en París, Francia.
El derroche de recursos millonarios que paga el gobierno del estado a algunos diarios periodísticos, columnistas, caricaturistas, entre otros, que se han prestado a la perversidad difamante gubernamental volviéndolos antiéticos e inmorales. La información se desfigura y la caricatura se deshonra.
Siempre será objeto de reconocimiento a todo aquel profesional de la pluma periodística, de analista político o de la versión que se difunde en figuras animadas con textos que le dan vida y fin a la información. Todo desvío a la objetividad y a la verdad de la información que se difunde será inmoral y de reproche porque se apara de sus fines.
La Universidad Autónoma de Sinaloa es el blanco de una autoridad política que se ha impuesto como objetivo denostarla recurriendo a la mediatización de sus odios por el rechazo que se le dio a una ley que atenta contra la autonomía de la UAS como es la Ley de Educación Superior de Sinaloa.
La Auditoría Superior de la Federación pone en claro que la competencia legal y constitucional para auditar a la Universidad Autónoma de Sinaloa es dicha entidad pública federal porque simple y sencillamente todos los recursos que recibe son de carácter federal.
En los procesos penales que se instruyen al Rector y otras autoridades universitarias descaradamente la Fiscalía General del Estado y el Juez de Control estatal, han desoído los argumentos y las demostraciones probatorias de que la competencia de dichas autoridades son violatorias del proceso y de los derechos fundamentales de los involucrados en esos procesos penales mismos que han dado lugar ilegalmente a la remoción temporal del cargo del Rector Jesús Madueña Molina y otras autoridades de la Institución.
Si los recursos que recibe y ejerce la Universidad Autónoma de Sinaloa son de origen federal es obvio que la Auditoría Superior del Estado es incompetente para proceder a la denuncia penal ante la Fiscalía Estatal por abuso de autoridad y ejercicio indebido de la función pública.
Ese proceder abusivo de las autoridades estatales tendrá que ser materia de denuncias ante las autoridades competentes porque sus acciones, sin duda, si constituyen abuso de autoridad y por tal motivo deberán responder por esos actos ilegales.
El mercantilismo de los medios de comunicación es el valor que desgraciadamente desnaturalizan la función periodística, la ética y la objetividad con la que se debe conducir el informador profesional. Ante esa inmoralidad periodística, deberán soportar el derecho de réplica que tiene la Universidad Autónoma de Sinaloa contra esos detractores pagados.