El video de Inzunza y el “chivo en cristalería”
Álvaro Aragón Ayala
El gobierno de Rubén Rocha Moya actúa como “chivo en cristalería”, con una estrechez mental que genera la risa de los sinaloenses, al pretender vender la idea de que el funcionario que aparece en un video desnudo en “éxtasis sexual”, masturbándose, sería una falsificación o montaje de la identidad del secretario general de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, pero sin aportar ninguna prueba, ningún peritaje técnico forense. La grabación es fidedigna, sin marca registrada.
Las mentiras ya no le funcionan y no le sirven a Rubén Rocha para defender a su desacreditado gabinete, deshonrado por sus amigos y parientes incrustrados en el gobierno -porque Enrique Inzunza es su familiar, aunque lo niegue-. Francamente es imposible a estas alturas, por más dinero que le pague a la prensa, ocultar la pestilencia que emana de la administración rochista, llamada de la Cuarta Transformación. Es insostenible cualquier versión de honorabilidad gubernamental.
Este lunes en La Semanera el gobernador amaneció con la daga clavada en busca de venganza, buscando culpables y en quien descargar su furia, destilando atropelladas piezas de “oratoria” que, por su bajo léxico geriátrico, enanizan y denigran la figura del Ejecutivo Estatal. La ira de Rubén Rocha nació nada más y nada menos porque en la semana pasada circuló en las plataformas digitales un video de su pariente, amigo, funcionario y protegido Enrique Inzunza Cázarez.
En ese video que, a juicio del gobernador fue “inventado” por sus enemigos, aparece la figura de Enrique Inzunza Cázarez sentado en una silla, desnudo, masturbándose. Un estudio sobre el video establece que es auténtico. Que no está adulterado. Que no es un montaje. Un diagnóstico antropométrico descriptivo precisa que la imagen es del secretario general de Gobierno. No hay lugar a dudas.
Pero el gobernador alegó y alegó en la Semanera, como “chivo en cristalería”, que el video sexual, en donde nítidamente aparece su operador y brazo derecho, fue editado. O sea que, según él, es falso con la imagen del funcionario y dijo que fue creado por sus opositores para hacerle daño a su gobierno y a Enrique Inzunza. Linda palomita, pues, el secretario general. Le falto decir que Inzunza no practica el onanismo.
Porque en su desesperada defensa, el mandatario estatal señaló que el video fue fabricado ya que “le pusieron la cabeza (de Enrique Inzunza) en un cuerpo diferente”, pero no presentó ninguna pericial, ningún estudio técnico-científico-forense para avalar su versión. Es más. No se atrevió a presentarles el video a los periodistas para explicarles en donde se notaba el montaje y de que cabeza se trataba. Nada más le faltó argumentar que los cabellos del pecho del masturbado no son los de Inzunza.
Pero resulta que, al ser sometido el video a las técnicas forenses sobre detección de montajes, basadas en algoritmos de comprensión, una con los estándar H.264-MPEG4 y la otra la JPEG, ese film donde aparece la figura de Enrique Inzunza Cázarez no tiene ninguna presencia de recompresión ni tampoco alteraciones tipo “empalme”, por lo que es original, fidedigno. El gobernador volvió entonces a mentirle al pueblo de Sinaloa y como “chivo en cristalería” dio de topes tratando de justificar lo injustificable.