Reventó Rubén Rocha evento de Claudia Sheinbaum en Culiacán
Álvaro Aragón Ayala
La estrategia “nacional” del gobernador Rubén Rocha Moya para priízar a Morena reventó el acto de Claudia Sheinbaum Pardo en Culiacán. Al estridente grito de “¡fuera el PRI!”, ¡fuera el PRI!”, la base morenista de Sinaloa rechazó la incorporación de diputados locales, ex priistas, ex panistas y exdirigentes del MC y otras figuras contrarias a la 4T, a la que calificaron de “picaros”, “oportunistas”, “sinvergüenzas y “ratas” en pleno evento de la toma de protesta de los comités de la Cuarta Transformación.
Claudia Sheinbaum Pardo, virtual candidata de Morena a la presidencia de la República, estuvo en Culiacán este domingo 23 de septiembre para tomarle protesta a los comités de la Cuarta Transformación que serán claves en su campaña. Fue recibida en el aeropuerto por Rubén Rocha Moya y funcionarios del gobierno estatal, quienes la acapararon. Después de desayunar y dialogar en privado, Claudia, junto con el gobernador, se apersonó en el salón FigloSTASE, sede del evento morenista. En el lugar expriistas y ex panistas intentaban amalgamarse con los morenistas.
En el evento de toma de posesión de los comités de defensa de la Cuarta Transformación, la base morenista, los activistas de este partido, al sonoro grito de “¡fuera el PRI” ¡, “¡fuera el PRI!” rechazaron la adhesión al morenismo de expriistas y expanistas, a quienes Paola Garate, dirigente estatal del PRI y Roxana Rubio, presidenta del PAN estatal, han acusado de abandonar el barco en una actitud de oportunismo político.
El gobernador Rubén Rocha Moya, en un vano intento por calmar los ánimos, atropelladamente intentó explicar la suma de los traidores del PRI y del PAN y del MC obedece a una estrategia nacional” para fortalecer al movimiento, pues no solo se trata de políticos de otros partidos sino a personajes de la cultura, el deporte, la academia y el ámbito científico.
“Pongo en riesgo mi condición política, pero estoy convencido de que esta es la vía, la de ser incluyentes. Vamos a salir bien”, arengaba desesperado el gobernador del estado quien llamó al presidium a los 17 alcaldes morenistas para que subieran al escenario, donde ya estaba atestado de ex priistas, ex panistas y de emeceistas, que victoriosos, jubilosos, le sonreían a la base morenista.
Los gritos de “¡fuera el PRI!” “¡fuera el PRI” subieron de intensidad cuando el mandatario mencionó a cada uno de los políticos que dejaron sus partidos. La multitud los abucheó y descalificó: Fernando Pucheta Sánchez, Ricardo Madrid Pérez, Connie Zazueta Castro, Cinthia Valenzuela, Adolfo Beltrán, Feliciano Valle Sandoval, Gloria Himelda Félix, Roberto Cruz, Faustino Hernández, Jesús Antonio Valdez, Marco Antonio Osuna, Celia Jauregui, Maribel Vega, Martín Heredia y Antonio Castañeda Verduzco.
Se incorporaron también a Morena, Arturo Santamaría, columnista de Noroeste, pieza clave de Rubén Rocha para desacreditar periodísticamente a sus opositores; el escritor Élmer Mendoza, y el ex campeón mundial de boxeo Julio César Chávez y otras figuras ajenas a la política.
Mario Delgado, presidente de Morena, pidió no olvidar que este movimiento se tiene que fortalecer y robustecer, por lo que no se debe confiar ante una derecha que está empecinada en arrebatar el triunfo. “Que nada ni nadie nos divida, tenemos que demostrar que somos la generación que está lista para hacer que el legado de López Obrador trascienda muchas generaciones”.
Al salir del evento, el gobernador lució un rostro avejentando, enojado, mientras Claudia Sheinbaum se miraba preocupada. La estrategia rochista de priízación de Morena “reventó” el espectáculo de la virtual candidata presidencial y generó ira, cólera, entre los morenistas que hace fila en espera de una oportunidad a ser postulados candidatos a puestos de elección popular, coyuntura o posibilidad que ahora ven más lejos con los apapachos de Rubén Rocha a personajes que traicionaron al PRI, PAN y al MC.
A principios del mes, el 9 de septiembre para ser exactos, Rubén Rocha Moya encabezó en Cosalá un homenaje póstumo al ex gobernador del PRI, Jesús Aguilar Padilla, del que fue coordinador de asesores, al que calificó de “un hombre plural, un demócrata y un servidor público que nunca fue acusado de nada”, pese a que al término de su administración fue acusado por los dirigentes del PAN de corrupción, de construir mansiones propias y de mantener relaciones con el narco.
El gobernador Rubén Rocha Moya ha sido señalado de desplazar a militantes y fundadores de Morena para dar paso en su gabinete a figuras del PRI, principalmente a ex colaboradores de Jesús Aguilar Padilla y Quirino Ordaz Coppel. También se le acusa de perseguir y criminalizar a los morenistas Jesús Estrada Ferreiro y Guillermo -El Químico-Benítez, a quienes les quitó las alcaldías de Culiacán y Mazatlán.