Asume Sedena control del Tren Maya; se evitarán intentos de privatización: AMLO
Alonso Urrutia y Angélica Enciso
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asumió ayer el mando de la empresa Tren Maya, a través de la cual operará uno de los principales proyectos sexenales que se heredarán a las próximas generaciones. En la conferencia presidencial, el general Óscar David Lozano Águila fue designado director general de la empresa de participación estatal mayoritaria, lo cual coincidió con la renuncia del responsable del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Javier May, que operó la construcción de la obra.
“¿Por qué vamos a dejar en custodia esta obra en la Secretaría de la Defensa?”, se preguntó el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Porque esta obra, como otras, se están financiando con inversión pública. No es deuda, no son esos mecanismos de asociación público-privada. Es presupuesto público, dinero del pueblo el que se está invirtiendo. Son obras de la nación, del pueblo. Queremos cuidarlas, que no vaya a suceder lo que hicieron los neoliberales corruptos, con dinero de todos los mexicanos se trasladó a particulares”.
Explicó que ya hay un decreto de transferencia de la empresa que involucra trenes, estaciones, cocheras, talleres, todo lo que es el Tren Maya, “es un programa integral”, que permitirá revertir el abandono del sureste durante el periodo neoliberal, en el cual, a diferencia de las tasas de crecimiento en el norte y centro del país, había crecimiento cero o decrecimiento, dijo López Obrador, quien precisó que excepto Cancún, en el resto no hubo oportunidad de inversión pública.
Mencionó que se despoblaron muchos municipios del sureste del país porque la gente tuvo que salir a buscarse la vida a otras partes, tanto a estas islas de crecimiento rodeadas de un mar de pobreza y de abandono como al extranjero. Este proyecto significa la posibilidad de un crecimiento en esa región a través del turismo.
“El Tren Maya va a permitir que haya progreso con justicia. Es la modernidad, que nosotros sostenemos, forjada desde abajo y para todos, porque esto significa beneficios para mucha gente, para los más olvidados, los más pobres, los más marginados. Es producir, crear riqueza, pero distribuir la riqueza, y el turismo ayuda mucho a eso”, expresó el mandatario.
Adelantan transferencia
Aunque la inauguración del Tren Maya será en diciembre, se anticipó el traslado por diversos factores, pero destaca la renuncia de May al frente de Fonatur. El Presidente comentó que lo conoce desde hace 30 años que han estado en el movimiento y aspira a ser gobernador de Tabasco. Ya fue dos veces alcalde de Comalcalco y ha sido senador, “es un hombre con principios y con ideales”.
En una breve intervención, May dio el informe semanal del avance de la obra, en esta ocasión del tramo tres, Calkiní-Izamal, en el cual se concluyeron 159 kilómetros de vía, y las estaciones y paraderos continúan conforme al programa.
“Como usted, señor Presidente, constató el fin de semana, el Tren Maya funciona y recorrió la vía de Campeche a Cancún; el Tren Maya será inaugurado, sin duda, en diciembre de este año”, señaló.
Velocidad, poco a poco
Después del trayecto que hizo el primer tren este fin de semana, la directora general de Alstom (empresa que fabrica las unidades), Maite Ramos, sin mencionar incidente alguno en el recorrido, expuso que se utilizó un tren modelo Chumbal, que es el estándar de cuatro coches y emplea diésel.
Sin embargo, dijo que al final de cuentas es un tren eléctrico, “completamente eléctrico”. Explicó que tiene un depósito de diésel de azufre, el cual en el momento en el que llega al PowerPack, “que es un motor que transforma ese diésel en una energía eléctrica, a través del cual pasa por un rectificador y estabiliza la energía, el voltaje de la energía en mil 400 voltios, se alimenta todo el tren y se convierte en un tren completamente eléctrico”.
Ramos subrayó que en el trayecto de Campeche a Mérida y posteriormente de Mérida a Cancún con una parada en Chichén Itzá se probaron dos aspectos centrales: el sistema de tracción y frenado, con la puesta a punto. Es decir, se empieza a baja velocidad, “no podemos esperar que en el primer recorrido vayas a 160 kilómetros de velocidad porque no funciona así, se va probando poco a poco y se van incrementando las velocidades; empieza con una velocidad más baja y poco a poco se va probando el tren, sobre todo en la dinámica ferroviaria”.