Pemex y sus socios extraen la menor cantidad de petróleo crudo en 13 años

Diana Nava

La extracción de condensados continúa salvando las cifras de la estatal Pemex a la par que la producción del resto de los hidrocarburos apunta una baja pronunciada, según los datos que la propia compañía muestra en sus reportes financieros. El Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) ha encontrado que, durante el primer semestre de este año, la estatal y sus socios extrajeron la menor cantidad de petróleo crudo –sin incluir los condensados– para un periodo similar en los últimos 13 años.

La compañía y sus socios extrajeron 1.599 millones de barriles de crudo sin incluir condensados, una clase de petróleo muy ligero que hasta hace unos años poco figuraba en la producción de la estatal, pero que durante este sexenio ha salvado la producción de la compañía, principalmente por la explotación de los campos Quesqui e Ixachi. Los especialistas chocan respecto a si los condensados deben sumarse o no en la producción total de crudo.

Al inicio del sexenio, Pemex los incluía en su suma total, sin especificar que se trataba de condensados para así sostener el discurso de que la producción de petróleo había logrado alzarse.

“El condensado es un crudo también, pero es uno más liviano, que tiene más producción de gasolina y naftas (hidrocarburos), y menos de aceite y diésel”, explica Fernando Valle, analista de Bloomberg Intelligence.

Sin tomar en cuenta los condensados –un hidrocarburo muy ligero– la producción de Pemex y sus socios registró en el primer semestre su cifra más baja para un periodo enero-junio en los últimos 13 años (2011-2023).

Pero, fuera de ello, la producción de crudos pesados y ligeros se redujo de manera significativa en los primeros seis meses del año. El seguimiento de estas cifras muestran que durante los primeros meses de este año Pemex dio revés a una racha –que comenzó desde 2019– en la que la producción de estos parecía estar estable. En un año, comparado con lo registrado en 2022, esta cifra disminuyó 95,000 barriles, equivalente a 5.6%.

Los analistas encuentran la principal explicación en la ausencia de nuevos desarrollos productores de petróleo. Hasta ahora, Pemex continúa centrando su apuesta en Ixachi y Quesqui, ambos campos productores de gas y condensados, pero no hay ninguno que supla a los grandes activos ya en declive. La estrategia basada en desarrollar campos maduros ha impedido una mayor producción petrolera.

La estatal dice en su última presentación de resultados financieros que durante el semestre logró una producción total de 1.888 millones de barriles, un aumento de más de 100,000 barriles respecto al año pasado. “Para asimilar de mejor manera por qué la producción petrolera de Pemex ha mostrado una tendencia creciente en los últimos once trimestres, es importante analizar la contribución que hacen los socios de Pemex y los productos condensados”, dice BBVA Research en un análisis.

No ha quedado claro cuál es el uso que da Pemex a los condensados, que tienen mayor rendimiento en las actividades de refinación, pero que no son tan demandados por el mercado internacional.

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