Rocha Moya desafía a Mario Delgado
Álvaro Aragón Ayala
Prepotente, con la creencia de que en Sinaloa solo sus chicharrones truenan, Rubén Rocha Moya, quien encabeza un gobierno fallido, lanzó una amenaza directa al Comité Ejecutivo Nacional de Morena, la cual se interpreta de que destruirá toda candidatura 2024 que él no autorice, desafiando al propio Mario Delgado, dirigente de ese partido, y a las “corcholatas” que andan en plena campaña interna.
El gobernador Rubén Rocha Moya, quien todo lo que toca destruye, desenterró el hacha de guerra contra el ex gobernador Mario López Valdez (Malova), que lo apoyó en la campaña del 2018 y en la del 2021.
ocha llegó al Senado con el respaldo del malovismo, que lo apoyó también en su proyecto a la gubernatura. Ahora, a juicio de Rocha que reconoció que se reunió en varias ocasiones con Malova, esa ayuda política “no se sintió”.
El mandatario estatal vetó, también, en su estrecho territorio morenista, una posible o probable alianza nacional de Héctor Melesio Cuén Ojeda con Morena, que a juicio de analistas de primer nivel le garantizaría a cualquier “corcholata” arrasar en las elecciones del 2024 en Sinaloa. El PAS de Cuén Ojeda es una aplanadora electoral. Los antecedentes son de que sólo le ganan con fraudes electorales.
En modo dictador, Rocha Moya asaltó a Morena-Sinaloa, ofreciendo la lectura de que Merary Villegas, la hipotética dirigente estatal, es una pieza de hornato, sin ninguna autoridad para participar en el toma y daca, en el juego que definirá las candidaturas: el gobernador proyecta despachar o arbitrar todas, incluyendo las Senadurías y las diputaciones federales.
El mandatario estatal intenta cerrar cualquier margen de operación al CEN de Morena y al virtual o posible candidato o candidata presidencial para que negocien con los grupos de poder en Sinaloa con la clásica cesión de las candidaturas a las alcaldías, diputaciones locales y federales y Senadurías, que abonen al triunfo electoral del 2024. Rocha lo quiere todo. Y lanza desafíos.
Rubén Rocha Moya llegó a la candidatura de Morena gracias a una “operación bisturí” realizada en la Ciudad de México por el PAS que condicionó su apoyo y su alianza con Morena únicamente si Rubén Rocha Moya era designado candidato. Las encuestas favorecían a Gerardo Vargas Landeros y a Guillermo –El Químico- Benítez.
En la jornada electoral, Rocha destacaba la fuerza y la fidelidad al proyecto de Morena del Partido Sinaloense y de su líder Héctor Melesio Cuén Ojeda, pero luego en funciones de gobernador lo traicionó.
En el proceso electoral, recibió el apoyo del grupo Malova. El día de las elecciones, únicamente el PAS protegió la totalidad de las urnas y un poderoso clan delictivo secuestró a activistas y “acarreadores” del PRI.
A diferencia del CEN de Morena, que calcula que Sinaloa será uno de los estados más difíciles electoralmente por el gobierno importamadrista de Rubén Rocha y de que requerirá del apoyo de otras fuerzas políticas, el gobernador cree poder conducir la elección morenista del 2024 con priistas y panistas traidores con quienes cogobierna Sinaloa.
El PAS se prepara para ir solo o en alianza con Morena o con el PRI-PAN-PRD o bien el MC; el PRI, PAN y PRD entraron en una etapa de reconstrucción de su tejido político preparándose para actuar como partidos de oposición al régimen rochista, en tanto el gobierno estatal de la Cuarta Transformación se hunde por las alocadas confrontaciones del gobernador.
Rocha no ha recibido ninguna autorización de Morena para dictar vetos políticos ni para actuar por encima de su Comité Directivo Estatal. El gobernador rechaza anticipadamente acuerdos librando ya una lucha contra Mario Delgado y el futuro candidato o candidata morenista a la presidencia por el reparto de las candidaturas al Senado, las diputaciones federales, locales y las alcaldías.
En el juego interno de Morena, el candidato presidencial y Morena Nacional eligen a los candidatos al Senado de la República y sus candidatos a diputados federales y en el plano estatal, también, les toca autorizar a que grupos políticos se le asignarán candidaturas locales y presidencias municipales, sin embargo, Rocha Moya se quiere quedar con todo.
