Los fallidos cálculos de Rocha en el PRI-Sinaloa
Álvaro Aragón Ayala
Rubén Rocha Moya extendió su círculo de ataques a los dominios del exgobernador Mario López Valdez y planea alcanzar también al PRI, PAN y PRD, como una estrategia de deshonra contra sus militantes y dirigentes en la víspera del “destape” de los candidatos de Morena a la presidencia de la República, Senadurías, diputaciones federales y locales y alcaldías. El gobernador actúa como propietario plenipotenciario de Morena en Sinaloa.
Bajo la tesis de que “el partido soy yo”, el mandatario se convirtió en un verdadero “porro”, en un golpeador de personajes políticos que brega desesperado por la lectura que arroja el alineamiento de figuras de la oposición, del PRI, PAN, PRD y el Partido Sinaloense, partidos que, de concretar una alianza, lo orillarían a perder la elección del 2024. Los ataques directos son la herramienta con los que Rocha pretende desplazarlos y desarticularlos.
Desde la toma de posesión como gobernador de Sinaloa, Rocha Moya entró en pánico al percatarse de que en un futuro cercano el PAS le podría arrebatar espacios de poder político electoral. Así, no solo no cumplió con el pacto de la alianza Morena-PAS que lo llevó al poder, sino que rompió totalmente relaciones con Héctor Melesio Cuén Ojeda y emprendió una intensa cacería en su contra.
Simultáneamente, se dedicó a “atraer” a su gobierno, con la categoría de “morenistas por contrato”, a figuras del PRI y del PAN, dándoles cargos de importancia desde donde pudieran operar en la elección del 2024 con dirigencias del PRI y del PAN domadas, compradas, que facilitara, como en el 2021, el triunfo de Morena en las urnas. Le apostaba volver a usar al PRI y al PAN como apéndices de Morena.
Únicamente que el plan fracaso. La dirigencia nacional del PRI descubrió que Rocha Moya maniobraba, con el cuento de la democracia interna del tricolor, para que uno de los suyos, priista traidor a la causa, ligado a los intereses de Morena y del gobierno del Estado, resultara electo dirigente del PRI-Sinaloa para ejercer su control y repetir la dosis del 2021, año en el que una franja del PRI operó para Morena-PAS.
El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, decidió instalar en la presidencia del partido a Paola Garate, ligada a Mario Zamora Gastélum y Alvaro Ruelas Echave, y en la secretaria general a Bernardino Antelo, del establo político del exgobernador Mario López Valdez. Para cerrar el candado a la intromisión morenista, designó a Ruelas Echave delegado especial del PRI en Sinaloa.
En el PAN, Roxana Rubio, quien venía actuando como el brazo azul de Morena-Rubén Rocha cambió ya radicalmente su postura y, aunque aún no denuncia del todo las tropelías del gobernador y su equipo político, comenzó a desvincularse de cualquier lazo que la pudiera calificar como una dirigente partidista con “contratos” con Morena y el mandatario estatal. La voz de Roxana ha sonado fuerte en los últimos días.
Así, pues, agarrada in fraganti la jugada del gobernador y cerradas las puertas a cualquier intento de querer manipular al PRI a favor de Morena-Rubén Rocha en el 2021, el gobernador opera el ingreso de los priistas traidores a las filas de Morena, sembrando la impresión de que el tricolor se está quedando hueco, sin nada, sin militancia, maniobra mediática que causa hilaridad en la ciudadanía. En el PRI se defecan de la risa.
Sin más opciones para desmembrar o sepultar al PRI que está dando muestras de que regresó de ultratumba, el gobernador seleccionó a que personajes atacar para causar deshonra pública y tratar de minar la avanzada de la oposición que se viene contra él y Morena en modo de frente político dispuesto a arrebatarle el control del Congreso Local y quitarle las Senadurías, las diputaciones federales y las alcaldías.
En lo que ya se avizora como un fuerte respaldo en las elecciones del 2021 para el PRI-PAN-PRD y PAS, las fuerzas vivas de Sinaloa- agricultores, ganaderos, mineros, comerciantes, constructores, amas de casa, universitarios, etc.,- están alzando la voz en repudio de la política del insulto, regresiva y persecutora de Rubén Rocha, y rechazan su gobierno por ser un fracaso, por no dar resultados en materia de seguridad pública, rescate al campo, la pesca, y otros sectores productivos y por la nula generación de empleos.
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