El Partido Sinaloense ¿Con el PRI, PAN y PRD en el 2024?

Álvaro Aragón Ayala

Con la fuerza de su militancia que es superior a la de Morena, el PRI, el PAN y el PRD juntos, la presidencia del Partido Sinaloense explora algunas opciones y se acerca a los dirigentes nacionales de algunos partidos políticos con los que podría ir en alianza en las elecciones del 2024 en busca de diputaciones locales y presidencias municipales. El PAS no ha roto su compromiso de apoyo con el morenista Adán Augusto López si resulta candidato a la presidencia de la República.

Sin embargo, dado el escenario ríspido y los choques que ha sostenido con el gobernador Rubén Rocha Moya, a quien apoyó en las elecciones del 2021, el PAS valora que se estrecha la posibilidad de ir en alianza con Morena en Sinaloa y va en busca de otras alternativas. Al ganar las elecciones, Rocha Moya traicionó al dirigente del partido estatal, Héctor Melesio Cuén Ojeda, y echó al cesto de la basura los pactos políticos convirtiéndose en némesis del PAS.

Ahora, bajo la óptica ciudadana de que Morena-Rocha Moya alimentan un gobierno estatal fallido que golpea a la sociedad participativa y que no resuelve ningún problema social de alto calado, el PAS va al encuentro de Alejandro -Alito- Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, Marko Cortez del PAN y el dirigente nacional del PRD Jesús Zambrando Grijalva.

Se trata de plantear y localizar coyunturas para alcanzar acuerdos políticos por la vía de las concordancias políticas. El PAS emerge en Sinaloa como partido de oposición y busca una especie de alter ego, un partido con el cual se identifique en la lucha por lograr un cambio radical en el modo y forma de hacer política. El PAS está dispuesto a plantear un proyecto político-electoral de gran calado.

Los acercamientos de Cuén Ojeda con los liderazgos nacionales, incluso con Mario Delgado de Morena, arrojan la necesidad de civilizar, no judicializar la participación política en Sinaloa, quehacer que esta atorado por las ansias monopólicas de Rubén Rocha Moya quien ejerce el Poder Ejecutivo en modo dictatorial. El gobernador ya compró una corte de adulación periodística que le sirve a la vez para criminalizar a actores políticos y universitarios.

La radiografía rumbo al 2024 refleja a un PAS fuerte, con amplia presencia territorial, en alianza con otras fuerzas opositoras interesadas en democratizar el Congreso Local, en convertir el Poder Legislativo en un verdadero poder autónomo que sirva de contrapeso al ejercicio de las fallidas políticas públicas y los abusos de poder del gobernador de Sinaloa.

En los diálogos con las dirigencias nacionales de los partidos políticos de oposición al régimen de la Cuarta Transformación, Cuén Ojeda deja claro que es hombre de palabra y que tiene un compromiso con el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López, pero que, de no ser el tabasqueño el candidato a la presidencia, el “pacto” quedaría sin efecto.

Sobre el Partido Sinaloense el gobierno de Rubén Rocha Moya desencadenó una serie de ataques olvidando los apoyos que le brindó este partido en las elecciones pasadas. La embestida gubernamental tiene como propósito desarticular y desaparecer del mapa político electoral al PAS, su ex aliado, pero tiene efectos contrarios: el pasismo se consolidó como la segunda fuerza política en Sinaloa.

Contra el PRI, el gobierno de Rubén Rocha alienta un proceso de emigración de su rancia militancia hacia Morena, su partido, lo que en vez de debilitar al tricolor lo ha fortalecido porque han presentado la renuncia a su afiliación los responsables de su cadaverización. Es decir: han desertado quienes hundieron al PRI. Paola Garate, dirigente estatal del tricolor ya no trae cargando ese lastre.

Con el Partido Acción Nacional, el gobernador Rubén Rocha Moya mantiene una discreta relación de complicidad política. Aunque las estructuras municipales del PAN ejercen presión para trabajar como oposición al gobierno de Rubén Rocha, la dirigente estatal Roxana Rubio Valdez se mueve como si fuera una extensión de Morena o como si recibiera indicaciones del Tercer Piso hasta para hablar.

Oner Lazcano López, del Partido de la Revolución Democrática, trabaja para consolidar a ese partido como un verdadero frente opositor de cara al gobierno rochista, al que le critica sus programas fallidos en seguridad pública, comercialización de maíz y mal trato a los agroproductores, el fracaso de la política de atención a las familias desplazadas, pero sobre todo le censura al gobernador el ejercicio abusivo y rabioso con que ejerce el poder.

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