Por la soberbia del gobernador agricultores tomaron el aeropuerto
Álvaro Aragón Ayala
Rubén Rocha Mota acosó a los agroproductores de Sinaloa y tras mostrar su perfil caprichoso y soberbio los orilló a tomar por dos días el Aeropuerto Internacional de Culiacán para después, una vez liberadas las instalaciones de la terminal aérea, sentarse a dialogar con los líderes del movimiento agrario para buscar una salida salomónica a la demanda de pago generalizado de 7 mil pesos la tonelada de maíz.
En su viacrucis en busca de pago puntual a todas las cosechas de maíz con una cobertura de 7 mil pesos la tonelada, los agricultores se manifestaron primero en Palacio de Gobierno, en donde no se les escuchó ni tomó en cuenta, y luego se manifestaron con un plantón-toma en el Aeropuerto lo que desencadenó la locura de funcionarios de la Cuarta Transformación.
En plena lucha por un mejor precio del maíz, los agroproductores fueron tratados como delincuentes, acosados y cercados por las fuerzas policiacas que intentaron bajo amenaza de la detención masiva disolver la marcha y toma del aeropuerto internacional, el cual fue “encapsulado” por la Guardia Nacional, la Policía Estatal Preventiva y la Policía Municipal para evitar la entrada de la ayuda alimenticia y agua a los manifestantes.
Desesperado por no poder doblegar a los maiceros, Rubén Rocha Moya primero culpó a los bodegueros, a los que calificó como una mafia, de los problemas de acopio y comercialización del grano y luego acusó a los industriales, haciendo un llamado a los agroproductores a tomar las instalaciones de Maseca, Cargill y Minsa.
“Gruma (Maseca), Minsa y Cargill están boicoteando nuestro programa y ellos son los responsables, no el presidente; ellos son los responsables de que tengamos problemas para que se venda a buen precio nuestro maíz. Y les digo a los que protestan, y se los digo en serio, más que buscar una cita con el presidente, los invito a que localicemos sus plantas y vayamos, yo voy con ellos, y vamos a tomarlas”, dijo.
El desfiguro de Rocha Moya obligó a Larry Rubín, presidente de American Society en México a exigir “una rectificación de parte del gobernador debido a que este acto claramente incita al delito. Resulta inconcebible que un funcionario de su posición respalde la ilegalidad y el crimen”, puntualizó.
En su mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a “potentes” productores y a un partido político de alentar la toma del aeropuerto internacional de Culiacán, y advirtió que no va a ceder ante chantajes de corruptos que no tienen llenadera porque añoran los subsidios.
El titular del Ejecutivo Federal afirmó que no caerán en provocaciones de politiqueros ni de organizaciones de productores, asociaciones -dijo- que no representan a los campesinos, sino que representan a los grandes empresarios que quieren tener los privilegios a costillas del erario público.
Cercados por las fuerzas policiacas, los agroproductores liberaron la mañana del jueves el aeropuerto internacional para sostener una negociación con el gobernador, la cual se hubiera podido realizar mucho antes de que se tomara la terminal aérea. La reunión arrojó resultados salomónicos, discursivos. Aún persiste problemas para el pago de 7 mil pesos la tonelada a todas las cosechas de maíz.
El encuentro con los agricultores no se desarrolló en una primera instancia por el capricho y soberbia del gobernador, quien los orilló primero a manifestarse en Palacio de Gobierno, marchar por varias calles de Culiacán y luego a tomar el edificio del aeropuerto internacional para ser escuchados y atendidos. Solo bajo la presión los agricultores pudieron lograr que el gobernador les abriera las puertas de Palacio de Gobierno.