Ayotzinapa, migración, violencia, narcotráfico… temas que obispos mexicanos hablaron con el Papa
Irene Savio
El viernes 2 de junio, el Papa Francisco –que esta semana fue sometido a una delicada cirugía– se reunió con un grupo de 38 obispos mexicanos que viajó a Roma. El encuentro, que llegó tras una serie de reuniones con otros funcionarios vaticanos, ocurrió a puerta cerrada, duró más de dos horas y se llevó a cabo en la mañana dentro de la Ciudad del Vaticano.
Los obispos acudieron en tres grupos para ser atendidos por el sumo pontífice, de los cuales ya fueron recibidos dos: el primero a finales de abril y principios de mayo, el segundo del 27 de mayo al 3 de junio y faltaría por atender al tercer grupo, que está previsto para tener una reunión con el Papa en los últimos días de junio y principios de julio.
El pontífice argentino ya atendió a sus representantes en México, en una conversación en la que se colaron en más de una ocasión la crisis migratoria, la violencia y las violaciones de los derechos humanos que azotan el país.
Uno de los temas más significativos fue el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, uno de los más dolorosos de la historia reciente de México. El Papa, que ya abordó el asunto en el pasado, “citó” el caso y pidió a los obispos colaborar “por lo menos para ver dónde están, qué pasó. Eso es sacar la verdad. Nos animó a esto”, explicó Francisco Javier Acero Pérez, obispo auxiliar de Ciudad de México y miembro del Centro de Acompañamiento, Recuperación y Desarrollo Integral (Cardi).
El Papa ya conoce la situación de violencia y de inseguridad en México, y ha hecho un llamado directo para que la Iglesia en México se comprometa más en la construcción de la paz.
Francisco insistió en la importancia de “escuchar a la población, a las familias, sobre todo a los que sufren. Porque hoy también hay madres que buscan y luego aparecen asesinadas”, dijo Acero, quien subrayó que el fenómeno de las desapariciones forzosas fue también un tema del que se trató, junto al de la crisis migratoria que experimenta el país.
Por ello, los obispos le adelantaron que el próximo 18 de junio se llevará a cabo una misa por todas las desapariciones forzadas en la Basílica de la Ciudad de México con familiares de las personas desaparecidas.
Emergencia migratoria
Al hilo de esto, el Papa Francisco y los obispos también hablaron de lo ocurrido en Ciudad Juárez, la localidad donde el 27 de marzo murieron 40 migrantes en un centro de detención. La razón es que, “con todo lo que pasó en Juárez, ya no quieren ir a las casas del gobierno y los (centros) religiosos están desbordados”, puntualizó Acero.
La realidad es que “estamos en una situación de emergencia migratoria en la Ciudad de México y en todo el país. Está llegando gente, principalmente de Venezuela y Haití, por oleadas”, añadió en una conversación con Proceso.