Cuentas bancarias del Centro Fox acumulan 86 millones de pesos
Una de las empresas más lucrativas del expresidente Vicente Fox es su centro de negocios, constituido bajo el modelo de asociación civil. Este régimen fiscal especial le permite no pagar impuestos y que los ingresos que recibe de sus “benefactores” tengan el carácter de donativos deducibles al ciento por ciento. Aunque las AC deben contribuir al bienestar de la sociedad, el Centro Fox se especializa en convenciones empresariales, eventos políticos y sociales. Sus labores “asistenciales” incluyen el programa “presidente por un día”, que consiste en que estudiantes de educación básica visiten la copia de la oficina presidencial de Los Pinos que en su momento ostentó el político de ultraderecha. La rentabilidad de ello se refleja en sus abultadas cuentas bancarias: al cierre de 2022, guardaban 86 millones de pesos; pero también en la especulación financiera, a la que le destinó 18 millones de pesos
Bajo el pretexto de formar “líderes sociales” y “contribuir a la consolidación de la democracia y la libertad en México y Latinoamérica”, Vicente Fox Quesada creó su centro de negocios en 2006, bajo el amparo de un régimen tributario especial: el de las asociaciones civiles sin fines de lucro. No obstante, mantiene un cochinito de 86 millones 153 mil 425 pesos y ha destinado parte de sus ingresos provenientes de donativos a la especulación.
El último año de su gobierno, sus propios subordinados en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entonces encabezada por Francisco Gil Díaz, autorizaron la constitución del Centro de Estudios, Biblioteca y Museo Vicente Fox Quesada, AC, bajo el rubro de “organizaciones civiles y fideicomisos propietarios de bibliotecas privadas con acceso al público en general”.
Y a pesar de que en esencia siempre ha operado como empresa con objetivos rentables, en 2011 –ya en el sexenio de Felipe Calderón, cuando el secretario de Hacienda era Ernesto Cordero– le autorizaron operar en el rubro de “organizaciones civiles y fideicomisos autorizados para recibir donativos deducibles en los términos de los convenios suscritos por México para evitar la doble tributación”.
Desde su nacimiento, este régimen fiscal especial ha permitido al Centro Fox no pagar impuestos y que los ingresos que recibe de sus “benefactores” tengan el carácter de donativos deducibles al ciento por ciento. En aquel 2006, el negoció arrancó con un capital de 38 millones 376 mil 987 pesos, revelan sus estados financieros consultados por Contralínea.
Las documentaciones internas indican que en aquel momento los asociados del Centro Fox no sólo fueron Vicente Fox Quesada y su esposa Marta Sahagún Jiménez –quien entonces se ostentaba como primera dama y titular del DIF nacional–, sino también el empresario ya fallecido Federico Sada González (Grupo Vitro) y su ahora viuda Liliana Margarita Melo de Sada –también asociada en la Fundación Vamos México–, Arturo Sánchez de la Peña –accionista de la empresa de autobuses Estrella Blanca– y Gabriel Ortiz Gómez, socio del despacho Ortiz Abogados Tributarios. Esto también consta en el acta constitutiva.
Ahora, además del expresidente Fox, su esposa y el abogado Ortiz Gómez, el órgano de gobierno de la asociación civil está integrado por la hija mayor Ana Cristina Fox de la Concha, José Fernando Luis Magaña Araujo (del Club Campestre de León, SA de CV), María Gómez Fox y Arturo Torres Fox.
Aunque la justificación para que las asociaciones civiles se mantengan en un régimen tributario especial es no tener por vocación el lucro, el Centro Fox ha destinado millones de pesos a la especulación financiera, revelan sus archivos contables consultado por Contralínea.
Por ejemplo, en 2020 destinó 14 millones 476 mil 16 pesos a un fondo de inversión de deuda. En ese año, obtuvo ingresos ajenos a donativos de las siguientes fuente: intereses, por 351 mil 25 pesos; rendimientos obtenidos de acciones u otros títulos de crédito colocados entre el gran público inversionista, 613 mil 610 pesos; y utilidad cambiaria, por 1 millón 125 mil 941 pesos.
Respecto de las donaciones, ese año recaudó 13 millones 477 mil 645 pesos de una persona moral extranjera; 83 mil 856 pesos de una persona física nacional; y un donativo de persona moral nacional, por 524 mil pesos.
Además, en 2021 el Centro Fox volvió a especular en un fondo de inversión de deuda, con 4 millones 649 mil 490 pesos. Los ingresos adicionales a donativos que obtuvo fueron: por intereses, 811 mil 118 pesos; rendimientos obtenidos de acciones u otros títulos de crédito colocados entre el gran público inversionista, 373 mil 977 pesos; y ganancia cambiaria, 329 mil 902.
Ese año, la asociación civil de Vicente Fox obtuvo donaciones de una persona moral extranjera por 5 millones 129 mil 325 pesos, y de una persona moral nacional, por 782 mil 836.
Archivos contables
Consultados por Contralínea, los archivos contables del Centro Fox revelan que en 2022 registró donativos de una persona moral extranjera por 3 millones 443 mil 397 pesos; de una persona física nacional, por 412 mil 820; y de una persona moral nacional, por 1 millón 860 mil pesos. Con el registro federal de contribuyentes CEB061011US7, también registró otros ingresos: 760 mil pesos por uso o goce temporal de bienes inmuebles; 840 mil 833, por intereses; 599 mil 433, por ganancia cambiaria; y 995 pesos por ingresos contables no fiscales.
Respecto de sus gastos, las documentaciones indican que el Centro Fox registró depreciaciones y amortizaciones por 5 millones 823 mil 778 pesos; pérdida cambiaria y gastos financieros, por 384 mil 492; gastos para realizar el objeto social, 9 millones 564 mil 861. A mantenimiento y conservación, por 1 millón 672 mil 595 pesos, entre otros gastos.
Respecto de la nómina, indica que cuenta con 40 voluntarios que trabajan sin salario, y otro 20, cuyos salarios implicaron erogaciones totales por 2 millones 567 mil 349 pesos.
En el cumplimiento de sus objetivos altruistas, sus reportes internos indican que se atendió a población vulnerable de San Francisco del Rincón y León, Guanajuato, mediante los programas; escuela de música, “presidente por un día”, biblioteca presidencial y sistema nacional de educación a distancia.
Labores supuestamente altruistas
Para el expresidente de la República, entre las labores altruistas que “justifican” pertenecer al régimen fiscal de las asociaciones civiles sin fines de lucro destaca su programa presidente por un día. De éste, indica en sus documentos que inició en marzo de 2010, “concebido como un programa de impulso al liderazgo dirigido a estudiantes desde el tercer año de primaria hasta el tercer año de preparatoria”.
Su objetivo, señala, es “formar líderes socialmente responsables, que generen acciones que provoquen un impacto positivo en la sociedad, dirigido a niños de preescolar hasta universidad. Es posible vivir esta experiencia en tres modalidades: presencial, virtual y PPUD dentro de la escuela”.