Acuerdo gobierno-Iberdrola: seis puntos de la compra de 13 plantas de energía a la empresa española

Arturo Daen

La compra de 13 plantas de Iberdrola anunciada por el gobierno de México activó comentarios a favor y críticas.

Estas últimas recuerdan que en el pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador se había lanzado contra esa empresa española por su papel en el sector eléctrico del país. En contraste, voces que respaldan al mandatario coincidieron en la narrativa de que con esta operación, si se concretan los permisos de regulación correspondientes, se avanza en la “soberanía” y la “autosuficiencia energética”.

Lo anterior, ya que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pasaría de “39.6% a 55.5% en la generación de toda la energía del país”, según calculó el gobierno federal. 

¿Pero cuál fue el acuerdo? ¿Qué tipo de plantas involucra? ¿En verdad es una ‘nacionalización’ y con esto se va Iberdrola del país?

Aquí puntos clave: 

¿Qué se acordó?

El acuerdo anunciado es para que Iberdrola venda 13 de sus plantas de generación eléctrica en México y las opere la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Es decir, que la CFE se encargue de su funcionamiento, beneficios económicos y generación de electricidad.

En el informe de Iberdrola a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España se señala que el acuerdo de intenciones es para que un fideicomiso privado gestionado por el administrador de fondos de inversión Mexico Infrastructure Partners (MIP) sea el que haga la adquisición. 

De ahí que especialistas energéticos comentaran en distintos espacios que en realidad no se trata de una “nacionalización”, aunque el secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O explicó en el video difundido por el gobierno que será el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) “quien tendrá seguramente la mayoría del capital de esta transacción y será el vehículo especial para refinanciar la operación”.

Al respecto el economista Víctor Gómez Ayala comentó al medio Bloomberg que si bien habrá recursos públicos involucrados, y la operación de las plantas será de CFE, el titular de los activos no será el Estado mexicano, sino un ente privado mediante un vehículo de inversión conocido como Certificado Capital de Desarrollo.

En esto coincidió el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), al mencionar que “el contar con financiamiento del sector público no cambia que legalmente la propiedad de las centrales se mantendrá privada. Sin embargo, todavía no es público a cuánto asciende la participación de las entidades públicas, hasta el momento se desconoce la composición del capital del fideicomiso que gestionará estas centrales”.

Esta venta, insistió, “no representa una nacionalización de la industria, ni cambia la operación del Mercado Eléctrico Mayorista, únicamente cambia la propiedad de una canasta de centrales entre privados”.

“La operación contará con el apoyo del Gobierno de México a través del apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin) y otras entidades financieras públicas”, refirió Iberdrola.

¿Cuál será el costo de la operación?

El monto es de 5 mil 943 millones de dólares, estimó el gobierno mexicano, en una transacción que durará unos cinco meses; aunque, por otro lado, Iberdrola señaló que el monto “podría modificarse en función de la fecha de cierre de la transacción” y otros ajustes. 

“No va a agregar a la deuda pública presupuestal de México porque está fuera del balance del público y porque es un vehículo capaz de salir al mercado para refinanciar esta transacción”, prometió el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, sobre la operación en la que intervienen Fonadin y MIP.

Hasta el momento, refirió el IMCO, se desconoce el monto de los recursos con los que participará Fonadin y el resto de las entidades públicas

“Sin embargo, aunque estos no impacten la deuda pública ni la de la CFE, el costo saldrá de recursos públicos. A pesar de que en este momento no se ha desglosado a cuánto asciende el financiamiento público, es necesario cuestionar la conveniencia de asignar recursos, por definición escasos, en adquirir centrales eléctricas mayoritariamente ancladas en combustibles fósiles a costa de inversiones que aceleren la transición energética en el país”.

¿Qué tipo de plantas adquiere México?

Son 13 plantas de Iberdrola, que ahora serán operadas por CFE: 12 de ciclo combinado y un parque eólico.

Las plantas de ciclo combinado producen electricidad con gas natural y vapor de agua. 

Y si bien dentro de la producción con combustibles fósiles esta vía es la que tiene un menor nivel de generación contaminante, respecto del carbón, el combustóleo o el diésel, a fin de cuentas el ciclo combinado sigue representando cierto nivel de emisiones.

El ciclo combinado es uno de los principales métodos de generación de electricidad en México (33% de la generación de plantas de CFE de septiembre de 2020 a junio de 2021, mientras que con hidroeléctricas fue 22% y con solar y eólica menos del 1%).

Y la mayor parte del gas natural (80%) se compra a Estados Unidos.

¿Cuáles son las plantas de Iberdrola que adquiere México?

Las 12 plantas de ciclo combinado son: Monterrey I y II, Altamira III y IV, Altamira V, Escobedo, La Laguna, Tamazunchale I, Baja California, Topolobampo II y Topolobampo III, Monterrey III y IV, Tamazunchale II y Enertek, con una capacidad de generación de  8,436 MW.

A esto se suma un parque eólico, que al confirmarse la operación estará en manos de CFE, el de La Venta III en Oaxaca.

“Este parque eólico tiene una capacidad de 103 MW y está conformado por 121 máquinas Gamesa G52, siendo la instalación de este tipo con más aerogeneradores de Iberdrola México”, refiere Iberdrola.

“La operación de este parque ubicado en Santo Domingo Ingenio, Oaxaca, tiene una generación equivalente a suministrar 55 mil hogares y evita anualmente la emisión de 92 mil toneladas de CO2”.

¿Con qué esquema operaban estas plantas?

Diez de las plantas de ciclo combinado involucradas en la operación han funcionado como Productores Independientes de Energía (PIE).

Estas son plantas privadas que ganaron una licitación para generar cierta cantidad constante de electricidad y solo venderla a la CFE, durante 25 años y con un precio fijo.

Como señaló Reuters, este nuevo trato es con plantas cuya generación en su mayoría ya era vendida a la CFE, no es capacidad eléctrica nueva. 

Durante la discusión sobre la reforma energética, especialistas refirieron que los contratos a largo plazo, como los de PIE o subastas, resultaban benéficos para el país, por costos; sin embargo, voces de la administración federal y el propio presidente reclamaron por estos tratos, acusando incluso presunta corrupción.

Además de participar en el esquema PIE, Iberdrola obtuvo en sexenios pasados al menos nueve permisos de autoabasto, también criticados por el gobierno de López Obrador, tachados de ilegales.

Un permiso previo de autoabasto, en 2002, por ejemplo, dio a instalaciones de Iberdrola en Monterrey, Nuevo León, la posibilidad de dar electricidad a más de 150 socios, entre ellos, Coca Cola, Tec de Monterrey, Cemex, con tecnología de ciclo combinado (que usa gas natural).

Al informar sobre el nuevo acuerdo, no se detalló cuál es la situación de estos permisos de autoabasto obtenidos por Iberdrola.

¿Y con esto se va Iberdrola de México?

No. La operación de venta de las 13 plantas, según este reporte del diario El País, representa el 80% de los activos de generación de electricidad que tiene Iberdrola en México. 

Se quedará “con tan solo 2.427 MW de los casi 11.000 que tenía en el país. 1.166 MW de ellos se corresponden a centrales de ciclo combinado, 202 MW a cogeneración y 1.059 MW a renovables”.

La empresa le está vendiendo a México principalmente plantas de producción con combustible fósil, las de ciclo combinado.

Sin embargo, según refirió en su comunicado sobre el acuerdo con el gobierno de López Obrador, Iberdrola seguirá invirtiendo en México, sobre todo en generación con aire y sol, energías renovables.

“Con esta transacción la compañía continúa siendo el principal generador privado de energías renovables en México e impulsa el cumplimiento de sus compromisos de descarbonización”, refirió la empresa.

“El Grupo Iberdrola, a través de las nuevas inversiones que llevará a cabo en México, reafirmará su liderazgo en el desarrollo de energías renovables en el país”.

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