La impunidad sigue impune ¡felicidades Químico!

José Luis López Duarte

De la puerta de la cárcel rescataron al Químico Benítez, como al que soltaron el 17 de octubre del 2019, cuando AMLO salió al frente al declarar que él había dado la orden, por lo que habría que preguntar ¿Quién dio la orden de liberar al Químico Benítez y premiarlo con la secretaría de turismo habiendo sido un contumaz violador de la ley en el gobierno de Mazatlán?

Mucho tiene que explicar el gobernador sobre algo este suceso tan vergonzoso, cuando por varias semanas se cuestionó la honradez, el buen desempeño y respeto a la legalidad por parte del Químico Benítez, al grado de haber procesado sus cuentas públicas y auditorías específicas sobre el contrato del alumbrado público, investigaciones que llevaron a grupos sociales, a la misma ASE y al congreso del estado, a presentar denuncias ante la fiscalía del estado.

No pueden, ni el gobernador ni el líder del congreso del estado, eludir las explicaciones que le deben a la sociedad. Son demasiadas situaciones del hoy expresidente municipal de Mazatlán, que cuando todo parecía por fin pagaría sus cuentas, se fuga, por decirlo de alguna manera, y el mismo gobernador Rocha y el diputado Feliciano Castro se aprestan a “planchar” este escándalo.

La sociedad mazatleca que se expresó, abrumadoramente condenó el desempeño de su presidente municipal como un fracaso y urgió a las autoridades estatales a tomar medidas, y cuando el congreso del estado procedió y el gobernador hizo su labor política pertinente, por obra y gracia de quién sabe quién, todo se vino abajo y el Químico Benítez, como el torero que parecía cogía el toro, emergió con las orejas, y aunque perdió el rabo, salió airoso desmontando todo el cuadro político que le habían pintado.

Ni el gobernador ni Feliciano Castro eran afines y menos tolerantes con la conducta política del Químico Benítez, por lo que resulta inexplicable para la sociedad cómo es que se anula toda la operación de la justicia contra el presidente municipal de Mazatlán y hasta se le premia.

Lo sucedido ayer en la vida política de Sinaloa representa un profundo fracaso de la justicia administrativa, financiera y del buen gobierno, tanto que deja impune anticipadamente una cadena de potenciales delitos.

Por eso es profundamente errónea la afirmación del diputado Feliciano Castro, de que es un “acierto político” la decisión del gobernador, cuando son precisamente los mazatlecos quienes han demandado la salida del Químico, pero no negociar ni premiarlo.

Y lo peor de todo, no es solo que se fuge un potencial delincuente, sino que deja en duda todo el sistema de transparencia, fiscalización, rendición de cuentas y honradez de todo el gobierno estatal, para el que todo depende de quién sea el acusado y sus socios ¿Y la ley? ¿Qué es eso?

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