El Senado: de figuras y desfiguros

José Luis López Duarte

Al final, después de diez días en que se mantuvo el suspenso de la votación en el senado sobre la guardia civil y su permanencia bajo el mando del ejército hasta el 2028, lo más reprobable de todo han sido las presiones, amenazas y chantajes que desde el gobierno de la república se hicieron sobre los senadores, específicamente sobre los de oposición, para lograr la mayoría constitucional, dando un vergonzoso pasaje en la vida de las instituciones, por un gobierno que se autodenomina de izquierda y democrático.

Sobre el tema yo no juzgo ahora sus ideas (las de MORENA), sino los métodos y procedimientos, distintivo de las mas oscuras y perversas políticas, que aplicaron para alcanzar esos 87 votos que les dio la aprobación constitucional.

Fueron once senadores los que modificaron sus posiciones que habían sostenido hace diez días y que cambiaron, no porque se modificó la sustancia de la discusión, sino porque les cambiaron su perspectiva personal.

Uno de los más burdos fue la del exjefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, y de Antonio García Conejo, ambos del PRD, al primero le sacaron el expediente ya viejo del centro de espionaje que le encontraron cuando llegó el gobierno de Claudia Sheinbaum a l a Ciudad de México, y al segundo, pues el expediente de su (medio) hermano, el ex gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles García, con ello no solo modificaron su voto, sino que quebraron al PRD que se afanaba por sostenerse mediante la coalición opositora.

Los otros nueve senadores del PRI que hicieron lo mismo solo para proteger de la cárcel al líder del PRI, Alejandro Moreno, enterrando con ello sus carreras políticas.

Todos ellos tuvieron la oportunidad de hacer historia, y en su lugar se convirtieron en Judas de una posición políticas que podía darle un giro, o por lo menos un freno a la cadena de desatinos y hasta caprichos del gobierno de la república.

No, no lo hicieron, prefirieron enfrentar el escarnio y la protesta de quienes confiaron otra cosa de ellos, lo que es de lamentar por las consecuencias de fortalecer a una mafia de poder que controla el CEN del PRI y empoderar aún más al ejército.

No sé cómo le vaya a hacer el senador por Sinaloa Mario Zamora después de el timo que llevó a cabo a todos aquellos que le pidieron votara en contra. Le será muy difícil salir, como lo hace ahora, que votó una nueva iniciativa, como si la política fuera el mundo de los inocentes.

El senador Mario Zamora optó por esa cofradía del PRI que aplasta a sus miembros y sus votantes, por lo que le será muy difícil buscar de nuevo el voto para su reelección en el senado, como no sea que ya la tiene en la bolsa con un lugar privilegiado en la lista plurinominal que elaborará a su capricho e interés el innombrable “Alito” Moreno.

Lástima por el senador, por las muestras que dio en sus campañas ¿Quién le creerá de nuevo?

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