Ingreso a la educación superior: ¿el futuro está en línea?

Alejandro Canales 

La iniciativa es relativamente asombrosa: el Instituto Politécnico Nacional (IPN) aplicó la semana pasada, por primera vez, su examen de admisión totalmente en línea. Los aspirantes todavía no conocen los resultados, eso será al final del mes próximo, pero lo que ahora llama la atención es el posible cambio en las formas y mecanismos de valoración académica.  

El uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) no son ninguna novedad en el terreno de las instituciones educativas. En México, desde los años sesenta y setenta, con los modelos de educación a distancia y educación no escolarizada, se ha experimentado con la televisión y la radio, tecnologías que entonces estaban disponibles. Las décadas siguientes trajeron otro par de programas: Computación Electrónica en la Educación Básica (COEEBA) y Red Escolar en escuelas primarias y secundarias; ambos a la búsqueda de apoyos didácticos en las aulas y utilización de herramientas tecnológicas. 

Al inicio de los años 2000, con el furor del cambio de siglo y de milenio, parecía inexorable la presencia generalizada de las TIC en los salones de clase, porque se multiplicaron los programas para impulsar la conectividad en todos los niveles educativos y especialmente el uso de la computadora, los proyectores audiovisuales y el desarrollo de software educativo. 

Desde entonces fue inocultable que se abría una brecha digital, porque el acceso no era ni es para todos y lo peor es que la brecha, lejos de cerrarse, en algunos casos se ha ensanchado. A la par, comenzó a interrogarse, cada vez con mayor inquietud, el impacto de los dispositivos tecnológicos en el aprendizaje de los alumnos y las respuestas a la fecha no son concluyentes. La controversia es mayor sobre la confiablidad de una valoración académica a distancia o por medios digitales. 

Sin embargo, uno de los mayores puntos de quiebre a escala mundial en el uso de la TIC ha sido la reciente pandemia. La contingencia sanitaria ha sido un poderoso acicate para el uso intensivo de Internet, el desarrollo de plataformas informáticas y para llevar los dispositivos tecnológicos a todas las áreas. 

La pandemia todavía no concluye, pero estamos en un momento diferente y el confinamiento ya no es lo que fue. El retorno a las actividades presenciales es cada vez mayor y tal parece que llegó la hora de valorar cuáles de ellas seguirán a distancia y qué herramientas tecnológicas conservarán un alto estatus y cuáles no. 

El uso de dispositivos tecnológicos para una evaluación académica tampoco es una rareza, hace tiempo que están en funciones y se han utilizado para diversos propósitos, pero casi siempre su aplicación fue presencial. Sin embargo, actualmente, derivado de la pandemia, se ensayan valoraciones a gran escala y totalmente en línea. 

El punto es que se trata de evaluaciones en línea sumativas, o sea, valoran desempeños y son decisivas para obtener un título o un certificado, pasar o no de grado, ser admitido o rechazado en una institución. Algunos, le llaman exámenes de alto impacto porque tienen un efecto directo en el futuro y en la trayectoria escolar de las personas. 

Diversas naciones están en la disyuntiva de retornar a la aplicación de exámenes finales de forma presencial o continuar con la experimentación en línea. El punto clave, en el segundo caso, es si la valoración del desempeño es sobre la preparación y el conocimiento de los estudiantes o, por el contrario, tiene un claro sesgo hacia la habilidad tecnológica de los sustentantes, la posesión de un dispositivo tecnológico correcto y las condiciones adecuadas en el hogar (u otro sitio) para presentar el examen. 

En México, durante el periodo álgido de la contingencia sanitaria, el concurso de selección para ingresar al nivel medio superior en instituciones públicas de la Cdmx y el estado de México conservó el carácter presencial; lo mismo ocurrió a nivel licenciatura con los exámenes en la UNAM y en el Poli. 

Sin embargo, para este año el Poli cambió de estrategia. Nos reporta que su examen es totalmente en línea y para ello se identificaron correctamente en la plataforma 104 mil 635 aspirantes. De ese total, solamente 91 mil 802 realizaron el examen correspondiente. La institución dará una oportunidad más para aquellos solicitantes que por diversas circunstancias no completaron el proceso. También informó que “799 aspirantes fueron bloqueados por la plataforma Edtest.ai, que detectó a quienes incurrieron en actividades no permitidas en la convocatoria de admisión” (Tarjeta informativa No. 4. 19.06.2022) 

En fin, quedan por explorar diversos ángulos del tema, como la regulación de la autoridad al respecto, los pronunciamientos de las organizaciones académicas, la experiencia internacional, la logística, las plataformas disponibles, entre otros. Por lo pronto, en México, tendremos un panorama más claro cuando se conozcan los resultados definitivos y ahí veremos si el futuro está en línea. 

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