La auditoría ¿Qué papel juega?

José Luis López Duarte

No cabe duda que “al perro más flaco se le cargan las pulgas”, y así parece ocurrir con Jesús Estrada Ferreiro que ahora hasta la auditora superior del estado, Ema Guadalupe Félix Rivera, blande su espada señalando que “varios funcionarios públicos municipales (de la administración de Jesús Estrada Ferreiro) pueden ir a la cárcel” por supuestas irregularidades en las cuentas públicas de Culiacán de 2019 y 2020, cuando ni siquiera ha informado al congreso del estado la situación que guardan los 18 municipios a los que el congreso del estado les suspendió las cuentas públicas del 2019 en octubre del 2021, pretendiendo seguramente quedar bien con el gobernador y la mayoría del congreso del estado para abonarle al linchamiento de Jesús Estrada Ferreiro, como si le hicieran falta clavos a la cruz.

Lo que evidencia la auditora superior del estado es que parece que trabajan para una posición en una controversia, como es la que suscita entre el congreso del estado y el presidente municipal de Culiacán.

Y no solo eso, hace afirmaciones de que en las auditoría realizadas en el 2019 y 2020 del primer periodo de Estrada Ferreiro al frente del ayuntamiento de Culiacán, existen irregularidades que a varios de sus funcionarios les pueden llevar a la cárcel, cuando no es competencia de ella, sino de la fiscalía general del estado juzgar y concluir en alguna solicitud de condena que ya los jueces decidirán si se ratifica o modifica, pero la auditoría ¿Qué tiene que andar haciendo calificando su trabajo y haciéndolo público cuando no le corresponde?

Precisamente cuando debieran informar al congreso del estado si todas esas cuentas públicas de los 18 municipios se solventaron o no, o hasta donde en dado caso, pero en ningún momento tiene facultades para dar a conocer información al público y menos hacer juicios sumarios en base supuestamente a esa información, por lo que pareciera que la auditoría superior del estado pretende quedar bien para garantizar su permanencia en el cargo, cuando ha sido cuestionada desde hace tiempo si debe continuar en el cargo o no.

Si se lo pidieron o lo hizo de muto propio los señalamientos, la supuesta información de auditorías y lo que ella considera significan dichos resultados de las auditorías, cárcel para algunos funcionarios municipales, la auditoría actúa mal porque señala conclusiones de su desempeño y asume roles institucionales que no le corresponden, ambas actitudes censurables y probablemente sancionables, que ojalá los diputados tomaran cartas en el asunto, o lo asuman a conveniencia y no hagan nada al respecto, lo que significará de suyo un respaldo para la auditora y tirar por la borda las críticas que le hicieron en el pasado. En fin.

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