Jesús Aguilar, Quirino y la Sección 27 del SNTE 

Álvaro Aragón Ayala 

En voz de uno de los legisladores del PRI, Sergio Mario Arredondo Salas, dos ex gobernadores, montados, uno en el carrete de la Embajada de México en España y otro clave en la “operación” del PRI para efectos de la mansedumbre política cuatrotera, decidieron ofrecer, a través de su emisario, otro rostro en materia de educación pública en Sinaloa. 

Se trata de Quirino Ordaz Coppel y Jesús Aguilar Padilla. Los dos, durante su quehacer administrativo y político privilegiaron a la dirigencia de la Sección 27 del SNTE cediéndole parte del control de la Secretaría de Educación Pública y Cultura. Los dos “fortalecieron” la camarilla mafiosa sindical. 

Quirino Ordaz les dio a manos llenas. No solo les otorgó puestos de primer nivel en la SEPyC, sino que al cierre de su gobierno les regaló 25 plazas totalmente fuera de la normatividad, como premio a su desempeño político electoral a favor del PRI-PAN-PRD, dividiendo las 18 zonas de educación física existentes, en dos y hasta en tres nuevas zonas cada una, cuando las 18 supervisiones existentes eran más que suficientes para cubrir esa tarea. 

Pues bien, el diputado Sergio Mario Arredondo Salas, “flamante” titular de la Comisión de Fiscalización del Congreso Local, yerno del ex gobernador Jesús Aguilar e hijo putativo de Quirino Ordaz Coppel, quien lo convirtió en director general del COBAES, alzó su voz para condenar el paro de labores al que convocó la Sección 27 del SNTE. 

Dijo en una singular conferencia de prensa que no comprendía ni apoyaba el paro de labores de dos días convocado por el secretario general de la Sección 27, Genaro Torrecillas López, y e invitó a que se instale una mesa de diálogo y que el primer paso sea la suspensión del paro de labores. 

Aseguró que después de dos años de pandemia, en los que ha habido clases en línea, ahora lo que se ocupa es que la niñez y la juventud estén en las aulas, que reciban educación presencial, y precisó que el SNTE no debe invadir los espacios administrativos (de la SEPyC). 

Arredondo Salas reconoció a maestras y maestros que con esfuerzos han logrado mantener viva la agenda educativa en más de dos años de pandemia, y les exhortó a que hagan un esfuerzo y permitan las clases presenciales. 

“Han faltado los esfuerzos por mantener un diálogo. Las posturas radicales a lo único que van a llevar es lo que estamos viviendo hoy”, expresó.  

Quienes conocen de política aseguran que Sergio Mario Arredondo Salas “encarna” a Quirino Ordaz Coppel y Jesús Aguilar Padilla en el Congreso Local. Los ex gobernadores son responsables de haber creado un “monstruo” sindical que atenta contra la educación y que exige que se le regresen los privilegios que gozaron por años.   

En una relatoría sobre el seguimiento de la crisis que intenta generar la Sección 27 del SNTE en el “corazón” de la SEPyC con una serie de exigencias y protestas, el periodista especializado en temas educativos y sindicales, Alejandro Luna Ibarra, reveló las “entrañas” del movimiento sindical, el cual no es activado por asuntos de carácter laboral, sino por el deseo de volver a mantener el control de posiciones educativas. 

“Como pago de servicios electorales y de promoción del voto a favor de los candidatos del PRI-PAN-PRD en las elecciones del 2021 y, especialmente, para asegurar el triunfo de la planilla naranja en la sección 27 del SNTE -ante el rechazo masivo del magisterio a su dirigencia oficial, encabezada por Edén Inzunza Bernal-, el representante del Comité Ejecutivo Nacional (y de Alfonso Cepeda Salas), Noé Rodríguez García, negoció y repartió las carteras del comité ejecutivo seccional que se elegiría a principios de noviembre del 2021”, escribió. 

Alejandro Luna dijo que Noé Rodríguez dispuso -en contubernio con el entonces secretario de educación, Juan Alfonso Mejía—, la entrega de plazas docentes y directivas –que se pagan con recursos de la SEP– fuera de la normatividad y hasta repartió, anticipadamente, todas las posiciones de funcionarios de la SEPYC, como si esas fuera facultades del SNTE, sólo porque así lo había venido haciendo en los últimos 25 años en los gobiernos priistas y panistas de Sinaloa”. 

En efecto. Desde los gobiernos de Juan S. Millán hasta el Quirino Ordaz Coppel-, la subsecretaría de educación básica, direcciones (como la de servicios regionales), las subdirecciones (como la de educación primaria) y las jefaturas de departamento (como los de telesecundarias, educación para adultos o educación física), fueron controladas por la dirigencia en turno de la Sección 27 del SNTE. 

Eran los tiempos de los chantajes y negociaciones a traspatio. En la que los líderes sindicales tomaban el lugar de funcionarios educativos o patrones, en una dualidad de funciones que les permitió construir todo un “imperio sindical”, en el que prevalecía la corrupción, la venta de plazas, el tráfico de influencias, etc.   

La dirigencia de la Sección 27 del SNTE perdió las elecciones estatales. Genaro Torrecillas se la jugó con el candidato del PRI-PAN-PRD, Mario Zamora-, derrotado por Rubén Rocha Moya, a quien ahora intenta doblegar con la toma de la SEPyC, paros locos y exigencias galácticas, para recuperar las posiciones perdidas. Las acciones de Genaro Torrecillas y su pandilla atentan contra la educación. 

Los dueños del membrete del SNTE 27 fingen no saber que Rubén Rocha no es igual que Jesús Aguilar Padilla ni Quirino Ordaz Coppel que los colmaron de privilegios, y desencadenan movimientos que no cuentan con el respaldo de la totalidad de los maestros mucho menos de los padres de familia que envían a sus hijos las escuelas a estudiar no a presenciar actos bochornosos. 

Ahí está la voz del diputado del PRI, Sergio Mario Arredondo Salas, quien dijo que no comprendía ni apoyaba el parto de labores. 

¿Qué no entienden que los tiempos han cambiado?     

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