Movilidad social en México, una quimera: 50 % de quienes nacen en pobreza, no la superan: CEEY

Alejandro Páez

La movilidad social en México es una quimera pues la mitad de las personas que nacen en el grupo más bajo de recursos económicos no lo superan y menos si son mujeres o con padres que solo accedieron a educación básica como primaria o secundaria.

De hecho, 3 de cada 4 personas que nacieron en el grupo más bajo de recursos económicos hoy se encuentran en situación de pobreza por ingresos, de acuerdo al informe sobre movilidad social en México, 2025, elaborado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY),

Estos datos, derivados de la ESRU-EMOVI 2023, reflejan que el origen de las personas sigue determinando su destino en la mayoría de las ocasiones y que la desigualdad de oportunidades continúa siendo uno de los principales desafíos del país, sobre todo en el sur del país que es la zona con más rezago social.

El estudio conforma que pese a las estrategia de combate a la pobreza, la persistencia de la desigualdad de oportunidades de la baja movilidad social en México, se mantienen.

La región sur –agrega–es la más rezagada en términos de movilidad social, lo que requiere de una atención prioritaria.

El documento establece que el 75% de quienes tienen padres con primaria o menos no alcanzan el promedio nacional de escolaridad, es decir, no llegan a la universidad o estudios superiores.

En México, en buena medida, el contexto de origen de las personas influye significativamente en su acceso a las oportunidades: 50 de cada 100 personas que nacen en la parte baja de la escalera de recursos económicos no logran superarla durante su edad adulta.

Lo terrible es que solo 2 de cada 100 personas con origen en la parte baja de la escalera de recursos económicos logran avanzar hasta punto más alto de la distribución

De entre las personas con dicho origen que sí consiguieron ascender en cuanto a la posición de recursos económicos, 28 de cada 100 avanzaron únicamente un escalón, es decir, se mantienen por debajo del 40% inferior, lo cual comparativamente implica que se encuentran entre la proporción de la población mexicana actual en condición de pobreza por ingresos.

El escenario es peor para las mujeres que se encuentran en ese estrato pues solo una menor proporción de ellas logra superar el origen en la posición más baja de recursos económicos.

Cuando logran ascender es más fácil que caigan de posición en la escalera de recursos económicos.

Respecto a la educación, si consideramos los extremos en cuanto a la escolaridad de los padres de las personas entrevistadas, a pesar del avance educativo promedio que se ha observado en el país, solamente accedieron a la educación profesional el 9% de las personas cuyos padres estudiaron hasta la primaria o menos.

En cambio, entre las personas cuyos padres alcanzaron estudios profesionales, este porcentaje corresponde al 63%. Lo anterior implica que quienes tienen padres con un nivel educativo más alto cuentan con una probabilidad 7 veces mayor de alcanzar estudios profesionales que aquellas personas con padres que terminaron la primaria o menos.

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