UAS: una respuesta necesaria…

Jorge Balcazar Rodríguez
La política no es una línea recta de desarrollo progresivo; nunca lo ha sido en ningún contexto histórico. Tampoco es una metodología que en su camino no afloren contrastes, desasosiegos, quebrantos y también reconstrucciones, a partir de conciertos, conciliaciones, y puntos de encuentro, en fin, acuerdos que den pie a nuevos derroteros, lo que significa que puedan emerger, en el devenir, discrepancias y puntos discutibles en ciertos aspectos en la vida institucional (UAS- Ejecutivo), para decirlo claramente, todo, absolutamente todo, es perfectible, hasta esta reflexión que si bien no propone el inicio de una diatriba, sí fija postura de obligatoria precisión.
De inicio, si la toma de protesta fue solemne, entonces no fue una escena ni teatro político. No hay desmemoria interesada; hay una ferviente y vigorosa necesidad de recomponer el orden institucional, cuestión que no puede lograrse en medio de luchas contra molinos de vientos; de un manifiesto desgaste para todos, principalmente para los universitarios, razón de ser de la UAS, y de cualquier universidad. Los aplausos bastante atronadores que se dieron en la Sesión Solemne del H. Consejo Universitario son expresión del deseo manifiesto, de esa necesidad de tener paz y tranquilidad en la institución; no hay máscaras, no pueden ser tantas y tantas máscaras; no pueden estar tantos universitarios equivocados.
A nadie se le ha olvidado, pues no se está jugando al desmemoriado, los 2 fatídicos años de duro bregar, navegando en la incertidumbre, y sí, con pena y dolor, por no encontrarse en ese tiempo, la necesaria voluntad política, imperativo para superar los diferendos. A nadie se le ha olvidado la entereza, integridad emocional, y la postura irreductible del Dr. Jesús Madueña Molina, su resistencia valerosa donde no se vio un ápice de desfallecimiento, del involucramiento de su familia y del desasosiego en que vivieron al estar en riesgo su seguridad; y el que no lo vio, o no estaba en el país, o de plano no lo quiso ver.
Hizo todo tipo de sacrificios defendiendo la autonomía universitaria, acrisolada y legitimada por todos los universitarios. El Dr. Madueña fue hasta el fondo y asumió todos los embates; hasta su casa la empeñó cuando hubo de pagar una multa fuera de toda proporción. Estas palabras, no discurren como resultado de un exabrupto emocional, pasional, y menos apologético acerca del Rector y los universitarios; solamente lo justo.
Mención aparte merece colocar en el sitial que le corresponde al Maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien fue líder indiscutible de la UAS y figura representativa de la sociedad sinaloense – detractores aparte, también -, ya que los que están escribiendo sus dichos, lo ponen de relieve, ahora, pues en otros momentos fue rebajado y denostado en no pocas ocasiones.
El Maestro Cuén fue, es y será, el espejo donde se miran los universitarios; un paladín incansable que no escatimó tiempo, hora y/o circunstancias. Sería irrespetuoso aceptar la idea de que se le traicionó, que se le olvidó. Es un líder presente, a pesar de los que restaban valor a su persona. No es un nuevo liderazgo de “quítate que voy yo”; es una continuidad, como cualquier proceso de desarrollo. Todos saben de la estrecha cercanía, y confraternidad entrañable entre el actual Rector y el Maestro Cuén, de quien mucho aprendió. Una forja de pura estirpe. Y sin ética, como lastimosamente se refiere, no sería aceptada por los universitarios. No es poder, es liderazgo, que no es igual.
La visceralidad de afirmar que el Rector está rodeado de hienas disfrazadas de corderos, sin hacer excepciones de ningún tipo, además de ser en extremo subjetivo e irreal, es un verdadero desfiguro. Es bueno recordar que la práctica es el criterio de la verdad… sólo esperar el tiempo necesario. Aquí no se agazapa Brutu(s) ni estamos en Roma. Se respira un aire amarillento en estas expresiones que vende para algunos, pero no va a ninguna parte; pues no se atisban fuerza en las conspiraciones, conjuros que pongan en riesgo la bienaventuranza, en términos de estado de plenitud y felicidad, de esta nueva etapa.
El error es no entender que se trata de una alianza estratégica, como dijo el Gobernador Rubén Rocha Moya; un ganar–ganar. ¿Qué el Gobernador ve con buenos ojos un hálito pacificador, un respiro sosegado con la UAS… claro, y más en estos tiempos tan convulsos? ¿Que el Rector encuentre la paz y respaldo necesarios para, con autonomía, la Universidad desarrolle su programa de trabajo, sus ejes sustantivos, sin ruidos, obstáculos ni trabas? Claro ¿o lo plausible y recomendable es mantener la cuerda lo más tensa posible? O ¿vivir en la batalla? ¿para que gane quién?; ¿Y la sociedad sinaloense dónde queda, con la cobertura universal de la UAS?
Por otro lado, en el mismo acto de toma de protesta del Dr. Jesús Madueña, se dio el cuarto informe del primer periodo rectoral. Y los logros que se dieron a conocer en este hablan de un avance muy claro de la universidad ¿Por qué no sustituir las expresiones que deterioran la imagen y la realidad de la UAS, por esos logros que ponen de manifiesto la necesidad de no bajar la guardia en el avance continuo de los éxitos estos? ¿Por qué no decir que en el número de Profesores Investigadores de Tiempo Completo creció en 111 por ciento?, o ¿de miembros del Sistema Nacional de Investigadoras, que creció en 65.32 por ciento?, O aún más, la matricula que se incrementó en 9.94 por ciento. Estos son sólo algunos ejemplos de los muchos avances que se tienen en la UAS, aunado a los investigadores con galardones nacionales e internacionales y otros reconocimientos; y muchísimas cosas que hablan del buen nombre de esta Casa de Estudio. Pero de esto, que es lo medular de la actividad universitaria, no hay una sola palabra de parte de estos “críticos”. Afortunadamente la sociedad si ve los avances y los valora, por eso la aceptación de esta a
Universidad.
Y en relación al reconocimiento del Dr. Jesús Madueña por los universitarios, basta recordar la reciente elección para el segundo periodo rectoral, donde obtuvo más de 100 mil votos, resultado que habla por sí solo.
Para subrayar, estamos en una Universidad de puertas abiertas; no se cierra; y la luz…no se apaga.