AMLO: atendí todas las quejas de Ebrard; no hubo trampas

Arturo Sánchez Jiménez y Alonso Urrutia

Cuestionado en su conferencia de prensa mañanera sobre los señalamientos hechos por el ex canciller contra la dirigencia de Morena y respecto a su posible ruptura con el partido, López Obrador reiteró que lo considera su amigo y hermano y que tiene las puertas abiertas, pero también completa libertad para decidir sobre su futuro.

Al responder sobre las duras críticas hechas por Ebrard al procedimiento, el tabasqueño aseveró que no hubo trampas y que él tiene la conciencia tranquila.

“Si hubiésemos actuado de manera antidemocrática, con dedazo, trampas, entonces me sentiría muy mal; pero no, tengo mi conciencia tranquila y afortunadamente en las encuestas se demuestra. Porque si una encuesta, imagínense, hubiese salido distinta, o el margen reducido, entonces sí habría más elementos”, declaró el mandatario

Afirmó que antes del inicio del procedimiento, tomó en cuenta los planteamientos de Ebrard respecto a que los aspirantes renunciaran a sus cargos antes de la encuesta y de que usaran urnas, puntos que incluyó en las reglas que presentó a los aspirantes en una reunión que sostuvieron el 5 de junio en un restaurante del Centro Histórico.

“Escuché a Marcelo que estaba inconforme por dos cosas. Una, porque no se estaba pidiendo la renuncia de los que iban a participar, de manera especial, la de Claudia, como jefa de Gobierno, porque pensaba que esto le daba más ventaja, y Claudia no quería dejar inconclusos sus compromisos, sus obras; entonces, se pensaba que podía estar más tiempo, pero en mi reglamento, en mi propuesta, establecí renuncia y eso fue un planteamiento de él, aseguró López Obrador.

“Y dos, él pidió que la pregunta más importante se hiciera en urnas”, continuó el jefe del Ejecutivo. “Él pidió que fuera voto secreto, de urna y establecí en mi documento que se hiciera de esa manera”.

Ante la pregunta de si se cumplieron todas las condiciones pedidas por Ebrard, el mandatario respondió: “Todas, todas, pero, de todas formas no se puede cuestionar ni mucho menos atacar a nadie, más cuando se trata de una gente como Marcelo. Es mi amigo y nos ayudó muchísimo. Imagínense, hablando de política exterior, lo que me ayudó con la relación en épocas muy difíciles con el presidente Trump, que resultó muy respetuoso”.

Dijo que luego de que la noche del jueves le entregó el bastón de mando del movimiento a Sheinbaum, no quiere opinar sobre temas partidistas. “Ya no quiero hablar de eso, porque ya terminé mi ciclo como dirigente del movimiento de transformación. Ahora, la dirigente del movimiento que iniciamos millones de mexicanos, porque es el pueblo el protagonista del cambio, es Claudia Sheinbaum”, aseveró.

Cuestionado sobre cómo se distanciará del liderazgo del movimiento que ha encabezado, López Obrador pidió que la prensa le ayude y no le pregunte de esos temas, que se hable de asuntos del gobierno. Puntualizó, no obstante, que seguirá defendiendo el proyecto de transformación.

“Siempre voy a defender el proyecto porque creo que es defender a la mayoría del pueblo de México y mi función como gobernante tiene que ver con eso. Entonces, siempre voy a estar defendiendo al proyecto de transformación porque no concibo que el gobierno esté al servicio de una minoría rapaz. Luché en contra de eso, luché en contra de la corrupción, luché en contra de las mentiras, de que si le iba bien a los de arriba le iba a ir también bien a los de abajo”, aseguró.

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