La revelación de Noemí Ruiz, esposa de Aarón Flores Heredia, periodista asesinado

(El homicido de Aarón Flores Heredia, jefe de informacion de El DEBATE de Los Mochis, sigue impune y lo peor, en el olvido)
Mi nombre es Noemí Ruiz Flores esposa de Aarón Flores Heredia, quien fue asesinado en la madrugada del 7 de junio de 1980. Era jefe de información y reportero del periódico El Debate en Los Mochis, Sinaloa. Estaba de gobernador Alfonso Calderón y Óscar Aguilar Pereyra era el alcalde. En varias ocasiones fue abordado por Jesús Jacobo Aguirre, el jefe de la policía, con quien mi esposo había tenido algunas confrontaciones. Le llegó a ofrecer dinero, pero Aarón nunca aceptó. De acuerdo con las investigaciones Jacobo fue el autor del homicidio.
En los días previos a su muerte, mi esposo estaba bastante tenso y preocupado. Era muy reservado. Se limitaba a decirme que eran “cosas del trabajo” y yo así lo creí. Por las amenazas que estaba recibiendo, su tensión lo llevó a consumir alcohol. En las últimas noches de su vida, estuvo bebiendo con frecuencia. Lo hacía con sus compañeros de trabajo y también con políticos de la administración municipal. Era común que llegara muy tarde a la casa.
Una mañana me comunicaron que Aarón había sido asesinado en las orillas de El Cerro de la Memoria. Su asesinato provocó mucho enojo entre el gremio periodístico y en la misma sociedad. Se presionó al gobierno del estado para que investigara los hechos. El gobernador prometió que lo haría en 72 horas, sin embargo desde hace 45 años sigue esperando justicia.
Quedé en el desamparo económico. Un funcionario de gobernación del estado me dijo que me fuera de Sinaloa porque había órdenes de darle “carpetazo” al caso. Entendí que las denuncias periodísticas evidenciaron muchos negocios turbios de los políticos del estado. Me vi obligada a vender mi casa que conseguí con crédito del Infonavit. Me fui a una ciudad fronteriza en busca de trabajo. Han pasado 45 años en los que mi vida ha sido un viacrucis. Siempre he vivido de “arrimada”, al carecer de casa. Una nieta me tiende la mano para sobrevivir. Se ha agravado mi condición de salud por mi edad. Sólo recibo una pensión limitada. Expuse mi caso a funcionarios de la secretaría de gobernación federal, pero todo fue en vano porque me ignoraron.
Fuente: Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico