Desahuciada la Universidad de la Policía

Alfonso Carlos Ontiveros Salas
La Universidad de la Policía nació para formar y capacitar a los policías y personal de procuración de justicia, pero es un soberano fracaso.
Desde su inicio fue anunciado su inutilidad. El gobernador Rubén Rocha le tomó protesta como Rector a Oscar Fidel González Mendívil cuando sólo debió ser encargado de la Rectoría. La Junta de Gobierno es la facultada para nombrar al Rector. Nadie le dijo de esa irregularidad. Por un principio ético debió decirlo González Mendívil y no lo hizo.
Fuera de esa pifia, la Unipol, tampoco cumplió sus objetivos. La formación y la capacitación de policías y personal de procuración de justicia quedó en el olvido.
Prefirió el dirigente de la Unipol, convocar a maestrías y doctorados a personal interesado en temas de seguridad pública y procuración de justicia, pero no atendió los objetivos de su creación. Hubo interesados, pero poca o nula oferta de trabajo, el mercado de ocupación para esos académicos no abunda. En eso se consumió el periodo de permanencia de Oscar Fidel en la dirección de la Unipol.
La formación académica de González Mendívil puede acreditarse pero al frente de la citada Universidad se le perdió la brújula y no supo cómo acomodar el rumbo de esa institución de formación policial. Sinaloa salió perdiendo y el presupuesto estatal desgastado como inútil.
Es tiempo para que las instituciones policiales y las áreas de procuración de justicia se acrediten. Que la inseguridad tenga barreras de contención en el nuevo modelo policial y que la investigación del crimen sea eficaz y científica para abatir una impunidad que raya en lo grosero como amenazante a la paz social que se pierde aceleradamente.
Nombren al nuevo Rector que conozca de manera integral el quehacer policial y que la investigación del delito se apegue a las nuevas reglas que impone el sistema penal acusatorio. Un gran porcentaje de policías, investigadores, peritos y agentes del ministerio público desconocen las nuevas reglas que impone dicho sistema penal.
Que se implante el régimen de mandos policiales civiles y se destierre el pernicioso régimen militarizado de las instituciones policiales.
El civil tiene el carácter y la firmeza para ejercer a plenitud el mando policial. Seleccionen perfiles idóneos y no a modo, porque es tanto como seguir corrompiendo a las instituciones policiales. Ya basta.